¿Qué tan seguido mienten los jóvenes, según la ciencia?
Además, quienes mienten habitualmente suelen ser vistos como menos confiables, afectando su vida social y profesional.
CIUDAD DE MÉXICO.- Las mentiras forman parte de la vida diaria, desde pequeñas exageraciones hasta engaños más serios. Aunque la sociedad suele condenarlas, lo cierto es que la mayoría de las personas miente con más frecuencia de lo que admiten. Este comportamiento, presente en todos, nos lleva a preguntarnos: ¿por qué mentimos y qué impacto tiene esto en nuestras relaciones y en nuestra salud mental?
El psicólogo Robert S. Feldman ha profundizado en el estudio de la mentira, revelando datos sorprendentes. Su investigación muestra que las mujeres suelen mentir para proteger los sentimientos de los demás, mientras que los hombres lo hacen para mejorar su imagen o parecer más competentes. Aunque ambos géneros mienten con similar frecuencia, las razones detrás de cada mentira varían, lo que refleja la influencia del contexto social.
Para obtener estos resultados, Feldman analizó las interacciones de 121 parejas de estudiantes universitarios. Durante conversaciones de 10 minutos, más del 50% admitió haber mentido al menos una vez. En promedio, las personas dijeron entre dos y tres mentiras por interacción, subrayando lo común que es este comportamiento en la vida diaria.
Estudios sobre la frecuencia de las mentiras
Otro estudio, liderado por la psicóloga Bella DePaulo, mostró que los estudiantes universitarios mienten alrededor de dos veces al día, mientras que los adultos lo hacen al menos una vez. Aunque estas mentiras suelen ser pequeñas, su frecuencia demuestra que forman parte del comportamiento social general.
Una investigación realizada en la Universidad Estatal de Michigan en 2010 arrojó resultados aún más sorprendentes. El estudio indicó que una persona puede llegar a decir hasta 20 mentiras en un solo día. Sin embargo, algunos participantes informaron haber mentido hasta 200 veces en un día, lo que deja claro que la cantidad de mentiras varía según el individuo y el contexto.
A pesar de que muchas mentiras pueden parecer inofensivas, su repetición tiene consecuencias a largo plazo. La confianza en las relaciones, sean personales, familiares o laborales, se ve afectada cuando se descubre una mentira, y reconstruirla puede ser un proceso complicado.
Impacto en la salud mental y las relaciones
Mentir no solo afecta la confianza, sino que también genera estrés. El temor de ser descubierto provoca ansiedad y malestar, lo que se traduce en una carga emocional que puede deteriorar la salud mental de quienes mienten con frecuencia. Además, las personas que mienten habitualmente son percibidas como menos confiables, lo que puede perjudicar tanto su vida social como profesional.
En conclusión, aunque las mentiras son una parte natural de la vida humana, es crucial identificar cuándo se cruzan límites que pueden dañar nuestras relaciones, nuestra salud mental y nuestra reputación. La verdad, aunque incómoda en ocasiones, suele ser el mejor camino para mantener relaciones saludables y una mente en paz.
Con información de El Universal.
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