Hacer esto durante 20 minutos puede eliminar el dolor, encuentra un estudio
Un nuevo estudio publicado en Biological Psychiatry sugiere que la meditación mindfulness es eficaz para aliviar el dolor.
CIUDAD DE MÉXICO.- Un nuevo estudio sugiere que la meditación mindfulness puede ser una estrategia eficaz para aliviar el dolor. Esta investigación, publicada en la revista Biological Psychiatry, analizó las huellas del dolor mediante resonancias magnéticas (MRI) para determinar la relación entre la meditación y la experiencia corporal del dolor. Los participantes que habían recibido entrenamiento en meditación mindfulness informaron un menor malestar en comparación con aquellos que no recibieron dicha instrucción.
La Asociación Americana de Psicología (APA) explica que la meditación mindfulness proviene de prácticas antiguas hindúes y budistas, y se centra en entrenar la atención para alcanzar un estado de calma y concentración. Este enfoque ha sido elogiado como una herramienta efectiva tanto para el cuerpo como para la mente, con investigaciones que demuestran que puede reducir la presión arterial, intensificar la experiencia sexual, mejorar la salud general y aumentar las conexiones sociales. En el entorno laboral, la meditación mindfulness se ha mostrado útil para combatir la ansiedad, el estrés y el agotamiento.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿puede el poder de la mente y la conexión mente-cuerpo ser aprovechados para manejar el dolor? El Dr. Fadel Zeidan, anestesiólogo de la Universidad de California en San Diego (UCSD), indica que “la mente es extremadamente poderosa, y seguimos trabajando para entender cómo se puede utilizar en el manejo del dolor”. Junto con el neurocientífico Gabriel Riegner y su equipo, Zeidan estudió cómo el cerebro procesa el dolor y si los efectos de la meditación mindfulness podrían disminuir nuestra experiencia dolorosa.
Detalles del estudio
El estudio incluyó a 115 participantes que fueron divididos en dos ensayos clínicos distintos. En ambos ensayos, se aplicó un sonda térmica en la pantorrilla derecha de los participantes, generando olas de calor doloroso pero inofensivo. Antes del experimento, un grupo recibió entrenamiento en meditación mindfulness, que consistió en cuatro sesiones de 20 minutos. Durante estas sesiones, aprendieron a concentrarse en el ritmo cambiante de su respiración y a aceptar sus pensamientos y emociones sin reacción o juicio.
Los participantes que no recibieron entrenamiento fueron sometidos a una formación ficticia que solo consistía en respiración profunda. Otros recibieron una crema placebo que supuestamente reduciría el dolor, y un grupo adicional escuchó un audiolibro en lugar de recibir instrucciones de meditación. Se realizaron resonancias magnéticas antes y después de las pruebas de dolor, y los participantes calificaron la intensidad de su dolor en una escala del cero al diez.
Las resonancias magnéticas proporcionaron información sobre varias huellas del dolor, incluyendo la huella de dolor nociceptivo (NPS), que se relaciona con la intensidad; la huella afectiva negativa (NAPS), que mide nuestra experiencia emocional del dolor; y la huella de dolor independiente del estímulo (SIIPS-1), que está relacionada con nuestras expectativas sobre el dolor. Los escaneos de los participantes entrenados en meditación mostraron una reducción significativa en NPS y NAPS, en comparación con el grupo que utilizó crema placebo y otros participantes.
Implicaciones y conclusiones
Los resultados sugieren que los efectos mitigantes del dolor de la meditación mindfulness se basan en propiedades que van más allá del placebo. El Dr. Zeidan señala que “ha sido asumido durante mucho tiempo que el efecto placebo se superpone con los mecanismos cerebrales desencadenados por tratamientos activos, pero estos resultados sugieren que, en el caso del dolor, puede no ser así”. Esto respalda el uso de la meditación mindfulness como una intervención directa para el dolor crónico, en lugar de simplemente involucrar el efecto placebo.
El equipo de investigación se muestra esperanzado en que sus hallazgos puedan ayudar a remodelar los tratamientos y mejorar la calidad de vida de las personas que padecen dolor crónico.
Al separar el dolor del yo y renunciar al juicio evaluativo, la meditación mindfulness puede modificar directamente cómo experimentamos el dolor sin necesidad de medicamentos, a bajo costo y practicándose en cualquier lugar, afirma Zeidan.
El Dr. Zeidan continúa diciendo que están entusiasmados por seguir explorando la neurobiología de la mindfulness y cómo pueden aprovechar esta práctica antigua. A medida que la investigación avanza, se espera que más personas puedan beneficiarse de esta técnica como una forma efectiva y accesible de gestionar el dolor, lo que podría representar un cambio significativo en el enfoque hacia el tratamiento del dolor crónico.
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