El enigmático arte egipcio: ¿Por qué se representaban de perfil?
Su objetivo principal era preservar la esencia espiritual de las personas para la eternidad, siguiendo estrictas reglas religiosas.
CIUDAD DE MÉXICO.- En un rincón tranquilo del museo, una familia observa con curiosidad las reliquias del antiguo Egipto. Los ojos de un niño se iluminan frente a un mural que muestra a un faraón en una postura peculiar. “¿Por qué están todos de lado?”, pregunta con asombro. Sus padres, intrigados, se acercan para contemplar el arte que, aunque extraño para la percepción moderna, encierra un profundo simbolismo. Las figuras pintadas con torsos de frente pero rostros de perfil son una representación característica del arte egipcio, que va mucho más allá de la simple estética.
En el antiguo Egipto, el arte no era solo una forma de expresión creativa, sino una herramienta para comunicar y documentar la vida cotidiana, religiosa y política. Las paredes de templos y tumbas estaban adornadas con detalladas representaciones de rituales sagrados, escenas de la vida diaria y logros militares de los faraones. Estas imágenes no solo narraban la historia, sino que también tenían una función espiritual, preservando la identidad y la esencia de los personajes para la eternidad.
La función espiritual del perfil
El estilo artístico egipcio, donde las figuras se representaban en perfil, obedecía a reglas simbólicas y espirituales. Según las creencias de esa civilización, el “ka”, o espíritu, residía en la representación física del individuo. Era esencial que cada figura reflejara su esencia más que su apariencia física. Los ojos se dibujaban de frente, pues eran considerados el reflejo del alma, mientras que el perfil permitía destacar rasgos distintivos como la nariz y la boca.
A diferencia de lo que se podría pensar, esta técnica no era resultado de una falta de habilidad para representar a las personas de manera más realista o tridimensional. De hecho, los artistas egipcios dominaban técnicas como el sombreado y el modelado, tal como se observa en sus esculturas. Sin embargo, optaban por este estilo de representación por su carga simbólica, permitiendo que el espíritu del retratado fuera reconocido y preservado para la eternidad.
El legado artístico de Akenatón
Una excepción notable a esta rígida convención fue el faraón Akenatón, conocido por romper con las normas establecidas en el arte egipcio. Durante su reinado, promovió un estilo más realista y cercano a la vida humana. Las figuras, que antes eran idealizadas, comenzaron a mostrarse con rasgos más naturales y emociones genuinas. Incluso, se representaban escenas familiares que mostraban a la realeza en momentos íntimos y cotidianos.
Akenatón marcó un antes y un después en la historia del arte egipcio, pero tras su muerte, el arte regresó a sus formas tradicionales. Sin embargo, su breve experimentación dejó un legado que influiría en el arte egipcio posterior y en la manera en que se representaba la realidad en las obras de otras culturas.
También podría interesarte: Gato reacciona al sonido egipcio y se hace viral
La conexión eterna del arte egipcio
El arte egipcio, con su estilo único y cargado de simbolismo, sigue fascinando a quienes lo observan. A través de sus representaciones en perfil y su enfoque en preservar la esencia espiritual, los antiguos egipcios lograron crear un vínculo entre su presente y la eternidad. Hoy en día, las generaciones modernas, como la familia en el museo, continúan maravillándose ante estas enigmáticas figuras, conectándose con un pasado lejano y reflexionando sobre las aspiraciones universales de inmortalidad y memoria.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí