El aumento de la resistencia a los antimicrobianos podría matar a casi 40 millones de personas para 2050, estima estudio

CIUDAD DE MÉXICO.- Un estudio reciente publicado en The Lancet advierte que las infecciones resistentes a los medicamentos podrían causar un aumento del 70% en las muertes mundiales para el año 2050. La resistencia a los antimicrobianos (AMR, por sus siglas en inglés) ya está generando una crisis sanitaria mundial y, según las proyecciones, esta situación empeorará considerablemente si no se toman medidas. De acuerdo con los investigadores, entre 2025 y 2050, más de 39 millones de personas podrían morir debido a infecciones que no responden a los tratamientos convencionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado a la AMR como una de las principales amenazas para la salud pública global. Esta resistencia surge cuando bacterias, hongos y otros patógenos desarrollan la capacidad de evadir los medicamentos diseñados para eliminarlos. El mal uso y abuso de estos fármacos en humanos, animales y plantas ha sido señalado como uno de los principales factores que impulsan esta problemática.

Impacto en las poblaciones vulnerables

El estudio también reveló que la AMR afecta de manera desproporcionada a ciertos grupos de edad. Mientras que las muertes en niños menores de cinco años han disminuido gracias a programas de vacunación y mejoras en el acceso a agua potable y saneamiento, las muertes entre personas mayores de 70 años han aumentado en más de un 80% desde 1990. Esto se debe en parte al envejecimiento de la población y a la mayor vulnerabilidad de los adultos mayores ante infecciones graves.

Además, uno de los mayores desafíos identificados es el aumento de infecciones por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA), cuya tasa de mortalidad casi se duplicó entre 1990 y 2021. Este tipo de infecciones representa una amenaza significativa para personas de todas las edades, pero especialmente para los ancianos, que son más susceptibles a las complicaciones.

Perspectivas para el futuro

De cara al futuro, los investigadores utilizaron modelos estadísticos para estimar tres escenarios posibles para 2050: si no se realizan cambios, si se desarrollan nuevos antibióticos potentes, y si el acceso a atención médica de calidad mejora a nivel global. En el peor de los casos, las muertes relacionadas con la AMR podrían alcanzar los 10 millones por año, afectando principalmente a regiones con acceso limitado a atención sanitaria, como el sur de Asia, América Latina y África subsahariana.

Por otro lado, en un escenario más favorable, en el que se implementen mejoras en los sistemas de salud y se desarrollen nuevos medicamentos, se podrían evitar hasta 92 millones de muertes para 2050. Esto requeriría inversiones significativas en investigación y en la distribución equitativa de tratamientos, además de políticas que limiten el uso indebido de antimicrobianos en la agricultura y la producción alimentaria.

Una esperanza en el horizonte

A pesar de la gravedad de la crisis, hay soluciones en desarrollo que ofrecen esperanza. Investigaciones recientes destacan el uso de la terapia con bacteriófagos como una alternativa prometedora a los antibióticos. Este tratamiento utiliza virus que atacan específicamente a las bacterias, lo que permite reducir el uso de antibióticos y combatir infecciones resistentes. Esta terapia ya ha salvado vidas y podría desempeñar un papel clave en la lucha contra la AMR en el futuro.

El estudio también subraya la importancia de mejorar el acceso a antibióticos, vacunas, agua potable y otros recursos médicos esenciales. Samuel Kariuki, del Instituto de Investigación Médica de Kenia, afirmó que estos datos deberían impulsar inversiones en acciones concretas para enfrentar el desafío creciente de la AMR.

Acciones necesarias para mitigar la crisis

La comunidad científica coincide en que el mundo no puede permitirse ignorar esta crisis. Si bien la situación es preocupante, existe una ventana de oportunidad para actuar antes de que la resistencia a los antimicrobianos cause millones de muertes adicionales. Mejorar la atención médica, desarrollar nuevos tratamientos y limitar el uso de antibióticos en la agricultura son medidas esenciales para controlar esta amenaza global.

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El camino hacia la solución de esta crisis requerirá un esfuerzo conjunto de gobiernos, científicos y la industria farmacéutica. Solo así será posible evitar una catástrofe sanitaria y proteger a las generaciones futuras de los efectos devastadores de las infecciones resistentes a los medicamentos.