El Efecto de Pygmalion: cómo las expectatias de otros pueden infuir en tu éxito
Las expectativas que los demás tienen sobre nosotros pueden influir en nuestro desempeño, un fenómeno demostrado por el Efecto de Pygmalion, que revela cómo las creencias positivas o negativas pueden moldear el éxito en la escuela, el trabajo y más.
El Efecto de Pygmalion, también conocido como Efecto Rosenthal, es un fenómeno psicológico que sugiere que las expectativas de los demás pueden tener un impacto directo en nuestro desempeño.
Este concepto se originó a partir de investigaciones realizadas por el psicólogo Robert Rosenthal, quien demostró que, si se le dice a un maestro que ciertos estudiantes tienen un “potencial excepcional”, esos estudiantes tienden a rendir mejor, incluso si no hay una base real para dicha afirmación. El estudio plantea una idea simple pero poderosa: las creencias y expectativas que otras personas tienen sobre nosotros pueden moldear nuestro éxito o fracaso.
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Los Orígenes del Efecto de Pygmalion
El nombre de este fenómeno proviene de la mitología griega, en la que el escultor Pygmalion se enamora de una estatua que él mismo creó y, gracias a su amor y deseo, la estatua cobra vida. En el ámbito psicológico, este mito se relaciona con la idea de que las expectativas, al igual que el amor de Pygmalion, pueden hacer que algo se materialice, en este caso, un mejor rendimiento académico o laboral.
El experimento de Rosenthal y Jacobson
Uno de los experimentos más famosos que demuestran este efecto fue realizado en 1968 por Rosenthal y su colega Jacobson. En este estudio, los investigadores seleccionaron aleatoriamente a estudiantes de una escuela primaria y le dijeron a sus maestros que esos alumnos tenían un “potencial excepcional”, aunque no fuera cierto.
A lo largo del año escolar, estos estudiantes mostraron mejoras significativas en su rendimiento, lo que llevó a la conclusión de que las expectativas positivas de los maestros influyeron directamente en el éxito de los estudiantes.
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Las expectativas como motor del éxito
Este fenómeno no solo se limita al entorno escolar. En diversos ámbitos, como el trabajo o el deporte, las expectativas que otros tienen de una persona pueden afectar su confianza, motivación y, finalmente, su rendimiento.
Si un líder o supervisor tiene altas expectativas sobre el desempeño de sus empleados, es probable que los trabajadores se esfuercen más y obtengan mejores resultados. Por el contrario, si las expectativas son bajas, el rendimiento puede verse afectado negativamente.
El lado negativo del Efecto de Pygmalion
Aunque el Efecto de Pygmalion puede ser una herramienta poderosa para fomentar el crecimiento y el éxito, también tiene un lado negativo. Si se generan expectativas demasiado altas o irreales, esto puede generar presión adicional y llevar a la frustración o el agotamiento. Además, cuando se tienen bajas expectativas sobre una persona, ya sea en la escuela o en el trabajo, se corre el riesgo de limitar su potencial y reducir su confianza en sí misma.
En resumen, el Efecto de Pygmalion demuestra el impacto que nuestras creencias y expectativas pueden tener en los demás. Ya sea que estemos educando a un estudiante, dirigiendo un equipo o simplemente interactuando con alguien, es importante recordar que nuestras percepciones pueden influir en los resultados de quienes nos rodean.
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