Conoce al “gusano zombi” de los océanos: el Osedax

MÉXICO.- El gusano Osedax, conocido como el “gusano zombi”, es una especie fascinante que ha existido durante unos 100 millones de años. A pesar de lo que su apodo sugiere, estos gusanos no se alimentan de carne viva, sino que se especializan en roer huesos, incluso los de animales fosilizados.

Fueron descubiertos en 2002, cuando investigadores los hallaron en los restos de una ballena en descomposición en el fondo del océano. Desde entonces, se han identificado varias especies de Osedax en diferentes partes del mundo, todas compartiendo la peculiar habilidad de disolver huesos para extraer los nutrientes atrapados en su interior.

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Las particularidades de los Osedax.

A diferencia de otros animales, los Osedax no tienen boca ni estómago. Utilizan una especie de “raíces” para liberar un ácido que descompone los huesos, lo que les permite acceder a las grasas y proteínas contenidas en ellos. Luego, sus bacterias simbióticas transforman esos nutrientes en una forma que los gusanos pueden absorber. Aunque son conocidos por alimentarse de los huesos de ballenas, se ha demostrado que no son selectivos, ya que también se han encontrado en los restos óseos de peces y otros animales marinos.

Otra característica sorprendente es su sistema reproductivo: los machos son microscópicos y viven dentro del cuerpo de las hembras, lo que facilita la reproducción sin necesidad de buscar pareja. Este ciclo de vida único ha permitido que los Osedax sobrevivan y se adapten a las profundidades del océano durante millones de años.

¿Por qué el nombre de “gusano zombi”?

El nombre “gusano zombi” se les dio por su inusual modo de vida, que recuerda a los zombis de la ficción. Estos gusanos se alimentan de los huesos de criaturas muertas, como las ballenas que se hunden en el fondo del mar, lo que les da la apariencia de “resucitar” los restos en descomposición para obtener nutrientes.

Su capacidad para descomponer huesos en lugar de tejidos vivos y sobrevivir en ambientes extremos les ha valido el apodo de “zombis” entre los científicos y los medios. Su método de alimentación, silencioso y oculto en las profundidades marinas, refuerza la idea de su conexión simbólica con lo que asociamos con lo no muerto.

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