¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando no tenemos relaciones?

En la actualidad, los jóvenes adultos están reportando menos actividad sexual que generaciones anteriores. Expertos advierten que la falta prolongada de actividad sexual puede tener efectos negativos en la salud física y mental. A continuación, exploramos lo que ocurre en el cuerpo humano cuando se prolonga este período de inactividad sexual, según reportó The Daily Mail.

Efectos en la Salud Sexual

La Dr. Tara Suwinyattichaiporn, experta en sexualidad y relaciones, señala que la inactividad sexual prolongada puede llevar a una condición rara conocida como atrofia peneana. Este fenómeno se produce cuando el tejido del pene pierde elasticidad, lo que puede causar una reducción de uno a dos centímetros en su tamaño.

En las mujeres, la falta prolongada de actividad sexual puede resultar en atrofia vaginal, que provoca sequedad y estrechamiento del canal vaginal, haciendo que el coito sea incómodo o doloroso.

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Impacto en la salud mental

Los estudios indican que la ausencia de actividad sexual puede aumentar los niveles de estrés, ansiedad, depresión y problemas de comportamiento. Un estudio de California de 2021 reveló que el 38% de los jóvenes de entre 18 y 30 años no habían tenido parejas sexuales en el último año. Este tipo de inactividad puede llevar a una frustración sexual que, a su vez, incrementa la irritabilidad y las fluctuaciones emocionales.

El estrés también puede afectar la capacidad de disfrutar del sexo, y las personas estresadas pueden tener dificultades para reconocer estímulos eróticos.

Consecuencias de la abstinencia prolongada

La falta de actividad sexual prolongada puede tener consecuencias más graves. En los hombres, esto puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata debido a la acumulación de carcinógenos que normalmente se eliminan durante la eyaculación. Además, el Dr. Tobias Kohler de la Universidad de Medicina de Southern Illinois confirma que sin erecciones regulares, el pene puede volverse menos elástico y reducir su tamaño. Para las mujeres, la falta de actividad sexual puede conducir a una menor lubricación y elasticidad vaginal, afectando negativamente la experiencia sexual futura.

Recomendaciones para manejar esta etapa

Para quienes atraviesan un período prolongado sin actividad sexual, es importante abordar el estrés y explorar métodos para relajarse, como el yoga, la meditación y actividades que puedan estimular el deseo sexual. Los terapeutas sexuales recomiendan comunicarse abiertamente con la pareja y considerar la ayuda profesional si la comunicación no es efectiva.

Es fundamental reconocer que la sexualidad no solo involucra aspectos físicos, sino también emocionales. La búsqueda de soluciones y el enfoque en el bienestar general pueden ayudar a manejar los efectos de la abstinencia prolongada.

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