¿Por qué el remo es una excelente actividad para mujeres mayores? La historia de Julia Flynn Siler

El remo ha emergido como una actividad rejuvenecedora para muchas mujeres mayores de 40 años, transformando vidas y desafiando expectativas. Un ejemplo inspirador es Julia Flynn Siler, una mujer de 64 años que ha descubierto los múltiples beneficios del remo, tanto físicos como sociales.

Julia se encuentra antes del amanecer en la Bahía de San Francisco, rodeada por un grupo diverso de mujeres que comparten su pasión por el remo. Estas mujeres, cuyas edades oscilan entre los 20 y los 70 años, desafían los estereotipos de género y edad en un deporte históricamente dominado por hombres. Julia, quien nunca imaginó convertirse en una remera competitiva en su sexta década de vida, ha encontrado en este deporte una forma de mantenerse activa y conectada.

En los últimos siete años, el remo ha visto un aumento en la participación de mujeres entre 40 y 69 años, según datos de U.S. Rowing. Esta tendencia se refleja en la creciente presencia de mujeres de todas las edades en los clubes de remo, algunas de las cuales compiten en eventos importantes incluso en sus ochentas y noventas.

El viaje de Julia hacia el remo comenzó después de una experiencia médica desafiante. Diagnósticada con un aneurisma no roto cerca del ojo izquierdo, Julia se sometió a una cirugía cerebral que afectó su visión y equilibrio. La recuperación fue un desafío y, en los meses posteriores, Julia se encontró lidiando con una sensación de fragilidad y aislamiento.

En busca de una forma de reactivar su vida, una amiga le sugirió que probara el remo. Aunque al principio no era su objetivo convertirse en una atleta competitiva, Julia se unió al equipo de remo de la Marin Rowing Association durante la pandemia, motivada por el deseo de mejorar su condición física y superar la soledad. A pesar de los comienzos difíciles, con músculos adoloridos y caídas inesperadas al agua fría, Julia perseveró.

La práctica del remo no solo le permitió recuperar su forma física, sino que también le brindó una nueva perspectiva de vida. Las investigaciones recientes respaldan los beneficios del ejercicio cardiovascular para las mujeres mayores, incluyendo mejoras en la salud cerebral, reducción del riesgo de cáncer de mama y mitigación de los efectos del aislamiento social.

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Además, Julia descubrió una valiosa recompensa en las amistades que formó en el boathouse. La camaradería entre mujeres de diferentes generaciones ha añadido una capa de alegría y conexión a su vida. Historias como la de Beverlee Bentley, una remera de 86 años que sigue compitiendo y ganando medallas, son una inspiración para Julia y sus compañeras.

Con información de Natgeo.