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¿Por qué se usa el pan bolillo para el susto durante los sismos? Científicos revelan la razón detrás de esta tradición mexicana

El acto de masticar este pan masudo y de corteza dura puede distraer y reducir el miedo.

¿Por qué se usa el pan bolillo para el susto durante los sismos? Científicos revelan la razón detrás de esta tradición mexicana

Cada vez que suena la alerta sísmica en Ciudad de México, es común escuchar la recomendación de comer un bolillo para calmar el susto. Este consejo, arraigado en la cultura popular, se ha transmitido de generación en generación. Pero, ¿hay realmente bases científicas que respalden esta práctica?

Expertos han investigado el tema y han encontrado algunas explicaciones que podrían justificar esta tradición. De acuerdo con Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM, el estrés repentino, como el provocado por un temblor, puede aumentar la producción de ácido estomacal, causando una sensación de vacío y náuseas. Ortiz Olvera explica que el consumo de carbohidratos, como los presentes en el bolillo, puede inhibir la secreción de estos ácidos, ayudando al cuerpo a recuperarse del susto. Además, el acto de masticar este pan masudo y de corteza dura puede distraer y reducir el miedo.

El bolillo, conocido como el pan por excelencia de la gastronomía mexicana, tiene su origen en el Segundo Imperio Mexicano, cuando un panadero francés comenzó a experimentar con ingredientes locales. Su accesibilidad y bajo costo lo han convertido en un alimento presente en casi todos los hogares mexicanos, lo que lo hace ideal para ser el remedio popular contra el susto.

Sin embargo, Ortiz Olvera señala que cualquier tipo de pan podría tener un efecto similar. La clave está en limitarse a unos cuantos bocados, ya que esto es suficiente para estabilizar los niveles de azúcar en la sangre.

Otros síntomas del estrés agudo que se experimentan durante los sismos incluyen náuseas, agitación del ritmo cardíaco y respiración. Eduardo Calixto González, docente de la Facultad de Psicología de la UNAM, sugiere que, además de comer un bolillo, el contacto humano puede ser muy reconfortante. Abrazar a alguien genera una sensación de certidumbre y bienestar, ya que estimula la liberación de oxitocina, conocida como la hormona del amor y el apego. Un beso o un abrazo puede ayudar a sobrellevar mejor estas situaciones estresantes.

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Aunque es difícil determinar si las nuevas generaciones siguen este consejo de comer un bolillo tras un sismo, la tradición persiste, al menos en el ámbito virtual. Cada vez que tiembla, las redes sociales se llenan de memes y comentarios sobre este peculiar remedio, manteniendo viva la costumbre en la cultura digital mexicana.

Con información de EL PAÍS.

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