El lado oscuro del deporte: ¿Cuáles han sido las peores tragedias de los Juegos Olímpicos?
La historia del deporte también ha sido marcada por eventos desafortunados
Los Juegos Olímpicos, a pesar de su esencia festiva y de competitición pacífica entre individuos de todas las naciones, han sido escenario de varias tragedias y hechos violentos lo largo de su historia, algunas de ellas relacionadas con la situación política de los países participantes, o bien, debido a otros factores sociales o económicos.
A continuación, detallamos algunos de los incidentes más impactantes que han marcado los Juegos Olímpicos, según contabilizó el medio especializado WatchMojo en su canal de YouTube.
El desastre del Estadio Nacional (1964)
El 24 de mayo de 1964, durante un partido de fútbol entre Perú y Argentina que servía como clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, ocurrió el Desastre del Estadio Nacional. Con solo seis minutos restantes, el árbitro anuló un gol que habría empatado el partido. La multitud, furiosa, invadió el campo y la policía disparó gas lacrimógeno para controlar a los espectadores. El pánico resultó en una estampida hacia los accesos bloqueados, causando la muerte de más de 300 personas y heridas a otras 500.
La masacre de Tlatetolco (1968)
Durante la agitación política en México durante 1968, estudiantes de diversas universidades de la Ciudad de México y el país se manifestaron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco contra el gobierno príista de Gustavo Díaz Ordaz y el gasto en los Juegos Olímpicos en lugar de en mejoras sociales.
El 2 de octubre, la manifestación se volvió violenta cuando las fuerzas armadas abrieron fuego contra los estudiantes. Se reportaron cientos de muertos y más de mil heridos. Los Juegos Olímpicos comenzaron 10 días después, en un ambiente marcado por la represión y el dolor.
Múnich (1972)
Uno de los eventos más trágicos en la historia olímpica ocurrió en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. Miembros del grupo militante palestino Black September tomaron como rehenes a atletas israelíes en la Villa Olímpica. El asalto resultó en la muerte de 11 atletas israelíes y un oficial de policía. Este ataque mostró la vulnerabilidad de los eventos internacionales ante conflictos políticos y terroristas.
Abusos sexuales en la gimnasia de Estados Unidos
Desde finales de la década de 1990, el programa de gimnasia de Estados Unidos ha estado envuelto en un escándalo de abusos sexuales. En septiembre de 2016, el Indianapolis Star reveló que el doctor Larry Nassar había abusado sexualmente de cientos de gimnastas, incluidas figuras destacadas como Simone Biles, Aly Raisman y McKayla Maroney. La federación de gimnasia y el Comité Olímpico de Estados Unidos fueron acusados de encubrir los abusos y no tomar medidas adecuadas. Nassar fue condenado a cadena perpetua en 2018.
La Muerte de Francisco Lazaro (1912)
Durante los Juegos Olímpicos de Estocolmo en 1912, el maratonista portugués Francisco Lazaro falleció debido a un golpe de calor. Lazaro, quien era el abanderado de Portugal, había cubierto su cuerpo con grasa animal antes de la carrera para protegerse del sol. Este recubrimiento impidió la transpiración normal, provocando un desequilibrio fatal de electrolitos. Lazaro colapsó a 19 millas del final y falleció con una temperatura corporal de 40°C. Su muerte marcó la primera pérdida de un atleta en los Juegos Olímpicos modernos.
El Colapso de Knud Enemark Jensen (1960)
Knud Enemark Jensen, un ciclista danés, sufrió un colapso fatal durante la prueba de la contrarreloj en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. La competencia se llevó a cabo en un día extremadamente caluroso, con temperaturas que alcanzaron los 40 grados Celsius. Jensen mostró signos de agotamiento por calor y, a pesar de informar a sus compañeros sobre su malestar, colapsó y se fracturó el cráneo al caer. Fue llevado a un hospital militar pero murió sin recuperar la conciencia. El golpe de calor fue confirmado como la causa de su muerte.
El accidente de Nikola Boschate (1992)
En los Juegos Olímpicos de Albertville 1992, el esquiador suizo Nikola Boschate murió durante una práctica de esquí a alta velocidad. Boschate se estrelló contra una máquina de nieve oculta detrás de un bache en la pista. La colisión ocurrió a alta velocidad y resultó en heridas internas fatales. Este accidente resaltó los peligros asociados con los deportes extremos en los Juegos Olímpicos.
El partido de Waterpolo entre Hungría y la URSS (1956)
En los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956, el partido de waterpolo entre Hungría y la URSS estuvo marcado por la tensión política. Apenas unas semanas antes de los Juegos, la ocupación soviética en ese país había causado una fuerte represión. Durante el partido, se produjo una pelea violenta que llevó a una confrontación física entre los jugadores de ambos países, conocida como “sangre en el agua”.
El pleito enfureció al público en las gradas, y las autoridades tuvieron que actuar para evitar que la situación estallara en una batalla campal.
Estas tragedias, aunque dolorosas, son parte integral de la historia olímpica, recordándonos la fragilidad de la vida y los desafíos más allá de la competencia deportiva.¿El deporte realmente está excento de ideologías?
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