Conoce la historia de Paul Burton, el pianista que ayuda a elefantes con su música

A veces, el arte encuentra maneras sorprendentes de llegar a los rincones más inesperados del mundo. Un ejemplo extraordinario de esta magia es el pianista Paul Burton, quien ha llevado su música clásica a la jungla tailandesa, tocando para un público muy especial: los elefantes.

Con su piano instalado en medio de la selva del sudeste asiático, Paul Burton, vestido con ropa cómoda y lleno de entusiasmo, ha dejado su vida como concertista para llevar melodías sublimes a los inmensos tímpanos de los elefantes. Además de ser un talentoso pianista, Paul es un ambientalista comprometido que valora su relación con la naturaleza tanto como su propia existencia.

Paul Burton tiene una misión clara: contribuir a mejorar la terrible situación que padecen los elefantes en Tailandia, un país donde estos majestuosos animales han sido explotados durante años. Su audiencia es diversa, desde jóvenes elefantes hambrientos hasta veteranos que han sufrido toda clase de abusos y maltratos a lo largo de sus vidas.

Uno de sus oyentes más fieles es Mongkol, un elefante de al menos 60 años que pasó toda su vida en cautiverio arrastrando árboles en el bosque. Tras años de abusos, Mongkol perdió un colmillo y un ojo. Respecto a él, Paul Burton comparte:

Descubrí que Mongkol es extremadamente dócil y sensible. Le gustan los movimientos lentos de Beethoven. A veces se los toco de día y de noche”.

Después de sufrir una existencia triste y cruel, muchos elefantes han sido rescatados y llevados a Elephant World, un santuario ubicado en Kanchanaburi, cerca del río Kwai. Este espacio natural es gestionado por un grupo de especialistas que velan por la salud y bienestar de varias especies. La organización busca transformar las experiencias turísticas intrusivas en exploraciones sostenibles, promoviendo el cuidado y amor por los elefantes.

La extraordinaria vida de Paul Burton

Originario de Yorkshire, Inglaterra, Paul comenzó su carrera artística como pintor en la Royal Academy of Art. Aunque sus retratos fueron reconocidos y expuestos, su espíritu no se llenaba completamente. Decidió entonces dedicarse a la música, perfeccionando sus habilidades en el piano y realizando conciertos alrededor del mundo. Sin embargo, su verdadero propósito se reveló al viajar a Tailandia, donde conoció a su esposa Khwan y se convirtió en residente permanente de Bangkok.

En 2011, Burton abrió su estudio y canal de YouTube, comenzando a tocar el piano en diversos paisajes tailandeses hasta llegar a Elephant World. En su primer concierto allí, conoció a Plara, una elefanta vieja y maltratada. La música de Paul la detuvo en seco, conmovida por las notas del piano.

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Paul Burton ha encontrado en la música una manera de disculparse simbólicamente por las acciones de la humanidad hacia los elefantes. A través de sus interpretaciones en el santuario, busca brindar un poco de paz y dignidad a estos animales maltratados.