¿Cuál era el motivo detrás de los cuerpos voluminosos en el arte de Fernando Botero?
Las figuras humanas con brazos, cuellos, caras y piernas anchas eran parte inconfundible del estilo de Botero.
Fernando Botero, el renombrado artista colombiano conocido por sus representaciones de cuerpos voluminosos, dejó una huella imborrable en el mundo del arte. Botero falleció a los 91 años, tras una enfermedad que derivó en neumonía. La noticia de su muerte fue compartida por su hija Lina, y rápidamente resonó en Colombia y más allá, con el presidente Gustavo Petro dedicándole emotivas palabras: “El pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz”.
Las figuras humanas con brazos, cuellos, caras y piernas anchas eran parte inconfundible del estilo de Botero. Sin embargo, sus motivos para elegir esta forma de representación iban más allá de la simple apariencia. “No pinto gordas”, solía aclarar Botero en diversas entrevistas, desmintiendo una interpretación común de su obra. En sus propias palabras, su objetivo era “exponer el volumen”.
Durante una entrevista para EFE, realizada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, Botero explicó su visión: “He expresado el volumen, he buscado darle protagonismo al volumen, hacerlo más plástico, más monumental, como si fuera casi comida, arte comestible. El arte debe ser sensual: en ese sentido lo digo”. Este enfoque destacaba su deseo de hacer del volumen un elemento central y grandioso en sus obras, una característica que las hacía tan únicas y reconocibles.
Su hijo, Juan Carlos Botero, también defendió esta perspectiva durante un evento en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde se homenajeaba la obra de su padre. “Decir que Botero pinta gordos es una afirmación un tanto simplista. Para crear elementos gordos en sus cuadros tendría que haber también elementos delgados para resaltar la gordura, pero no los hay. Una cosa es la gordura y otra es el volumen”, afirmó. Añadió que el estilo de su padre giraba en torno a la exaltación del volumen para conferir grandeza a sus sujetos.
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Botero no buscaba retratar el peso corporal, sino magnificar el volumen para destacar la presencia y el impacto visual de sus figuras. Este sello distintivo le permitió crear un estilo propio y reconocible, celebrando la monumentalidad y la sensualidad a través del arte. Su legado perdura en cada pintura y escultura, recordándonos que la grandeza del arte reside en su capacidad para desafiar y redefinir nuestras percepciones.
Con información de El Sol de México.
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