La historia de la pierna humana perdida que se compró sin querer convirtiéndose en atracción turística

MÉXICO.- Un hombre compró una pierna amputada sin querer. Esta insólita historia ocurrió en el 2007, cuando Shannon Wisn, un residente de Carolina del Norte, decidió participar en una subasta de almacenes.

Lo que parecía ser una compra común y corriente terminó convirtiéndose en una de las anécdotas más extrañas jamás contadas.

Shannon adquirió una parrilla en dicha subasta, sin imaginar que dentro de ella se encontraría con un macabro hallazgo: una pierna momificada con uñas y tendones aún intactos.

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Sorprendido y alarmado, Shannon no dudó en alertar a la policía sobre su descubrimiento. Rápidamente, la noticia se propagó por todos lados, captando la atención de los medios de comunicación y del público en general.

Fue entonces cuando apareció el dueño original de la pierna, John Wood. John había perdido su pierna en un trágico accidente automovilístico en el que también falleció su padre.

Decidió conservar la pierna como un homenaje personal. Sin embargo, sus problemas con las adicciones lo llevaron a tomar decisiones erráticas, entre ellas, guardar la pierna en una parrilla y olvidarse de pagar el alquiler del almacén donde la tenía guardada.

Cuando John intentó recuperar su pierna, Shannon se negó a devolvérsela. Argumentó que, al haberla comprado en la subasta, ahora era su legítimo dueño.

Con una mezcla de ingenio y falta de escrúpulos, Shannon convirtió la pierna en una atracción turística, cobrando dinero a quienes quisieran ver el perturbador trofeo. Esta situación generó un gran revuelo y una disputa legal que llamó aún más la atención del público.

La batalla por la pierna llegó a la televisión, específicamente al programa del juez Mathis, quien finalmente dictaminó que la pierna pertenecía a John. Este fallo judicial no fue suficiente para frenar la espiral descendente en la que se encontraba Shannon.

En el 2016, Shannon intentó robar un banco y, en medio del caos, anunció que quería ser presidente. Este acto desesperado marcó el trágico final de su vida.

Por otro lado, John Wood logró encontrar la paz y la estabilidad que tanto buscaba. Después de años de lucha, encontró al amor de su vida y, hasta el día de hoy, guarda la pierna como un recordatorio de su pasado y de su padre.

Esta historia, aunque macabra y surrealista, pone de manifiesto las extrañas vueltas que puede dar la vida y cómo las decisiones personales pueden llevarnos por caminos inesperados.

Shannon Wisn y John Wood serán recordados por siempre en la memoria colectiva, no solo por la pierna amputada, sino por el intrincado y humano relato que se desarrolló a su alrededor.