El ladrón más amable del mundo: Se arrepintió y pagó todos los daños ocasionados
En lugar de buscar dinero u otros objetos de valor, el sujeto entró al local y, aparentemente confundido, utilizó el baño antes de sentarse en una silla a reflexionar durante 15 minutos

MÉXICO.- En mayo, un individuo protagonizó un peculiar incidente en una pastelería canadiense. Después de destruir a patadas la puerta del establecimiento, sus acciones sorprendieron a todos los presentes.
En lugar de buscar dinero u otros objetos de valor, el sujeto entró al local y, aparentemente confundido, utilizó el baño antes de sentarse en una silla a reflexionar durante 15 minutos.
Durante su estancia en la tienda, el intruso intentó limpiar los vidrios rotos del suelo con un trapeador, pero solo logró esparcirlos aún más por el local.
Posteriormente, se tomó selfies utilizando los lentes de sol naranjas de la tienda y se llevó una caja con seis pastelillos de champán.
La historia tomó notoriedad cuando el culpable se reconoció a sí mismo en las fotos y, sintiéndose arrepentido, contactó a la dueña de la tienda para ofrecer sus más sinceras disculpas.
Además, se comprometió a pagar por la puerta rota y los pastelillos robados, e incluso regaló los lentes naranjas usados en las selfies.
La dueña de la tienda, lejos de sentirse agraviada, encontró la situación tan insólita y divertida que optó por no presentar cargos contra el peculiar ladrón.
En un gesto inusual, decidió honrar al criminal con un pastelillo especial, bautizado como “Crímenes Pasionales”. Esta historia, que parece sacada de un cuento, demuestra que la realidad muchas veces supera a la ficción.
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