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¿Qué pasaría si estuvieras 5 segundos en la superficie de Mercurio?

Mercurio, aunque no suene tan mal, esconde características extremas y letales. Detectando fluctuaciones de temperatura extremas, notamos que este planeta es caliente y frío al mismo tiempo

MÉXICO.- Mercurio es un planeta desastrosamente extraño y caliente. Aunque es la roca más cercana al Sol, su temperatura superficial se desploma hasta alcanzar los -180 °C.

Experimenta los amaneceres y atardeceres más raros de todo el sistema solar, y cada día allí equivale a unos dos años terrestres.

Mercurio, aunque no suene tan mal, esconde características extremas y letales. Detectando fluctuaciones de temperatura extremas, notamos que este planeta es caliente y frío al mismo tiempo.

Esto se debe a que, en lugar de una atmósfera propiamente dicha, Mercurio posee una exósfera, tan ligera como el vacío del espacio, que no contiene suficientes moléculas para transferir calor alrededor del planeta.

Por eso, las temperaturas superficiales fluctúan de un extremo al otro: durante el día, el suelo es bombardeado por luz solar intensa generando un calor extremo de hasta 430 °C, mientras que durante la noche, todo ese calor se dispersa hacia el espacio y la temperatura baja a -180 °C.

A pesar de la ausencia de tormentas de polvo y de lo que comúnmente llamamos clima, en Mercurio existen otras amenazas capaces de matar a un ser humano: calor extremo, frío intenso, ausencia de aire respirable y radiación solar severa.

La más mínima falla en el traje espacial resultaría fatal. Si no quieres ser frito o congelado, dependiendo de donde aterrices, deberás estar extremadamente bien preparado.

Encontrar una zona segura para aterrizar en Mercurio no es tarea fácil. Este es el planeta más pequeño del sistema solar, incluso más diminuto que Titán, la luna de Saturno, y su terreno es tan escabroso como sus variaciones de temperatura.

La ausencia de una atmósfera hace más accidentado el aterrizaje, ya que sin resistencia de aire, la nave descenderá a toda velocidad. Si chocar no hace parte de tus planes, deberás equipar tu nave con potentes propulsores para frenar durante la aproximación.

Además, la cercanía de Mercurio con el Sol complica mucho más las cosas debido a la descomunal gravedad solar, que hace que este planeta tenga una órbita elíptica.

Aterrizar en Mercurio durante el día sería como aterrizar en un horno, ya que cuando el Sol apunta sobre esta cara del planeta, el calor es tan intenso que te cocinaría vivo en minutos.

Los trajes espaciales de la NASA están diseñados para resistir temperaturas de hasta 120 °C, pero Mercurio es tres veces más ardiente.

Las capas exteriores del traje se degradarían al instante, y los sistemas principales podrían fallar, resultando en un golpe de calor intenso y muerte.

Si optas por aterrizar en la cara oscura de Mercurio, enfrentarás temperaturas de -180 °C, y ni el sistema de calefacción más avanzado de tu traje duraría mucho bajo estas condiciones brutales.

En cuestión de minutos, los calefactores se apagarían y sufrirías hipotermia, muriendo en apenas diez minutos.

La zona más prometedora sería el terminador, la franja entre el día y la noche, donde las temperaturas pueden ser más tolerables. Sin embargo, las temperaturas en la zona terminador fluctúan hacia los extremos demasiado rápido.

Esta sería tu mejor apuesta para sobrevivir cinco segundos en Mercurio y quizás disfrutar de un paisaje único, como el famoso doble amanecer de Mercurio.

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