Apuestas que podrías hacer con tus amigos y ganar siempre

MÉXICO.- Para el primer truco, dibuja en una servilleta de papel una cuadrícula de 4 x 4. Una vez que te quede de esta forma, dibuja 4 cruces en estos lugares.

Reta a tus amigos a que deberán deshacerse de todas las cruces, pero solo tienen permitido romper la servilleta una sola vez.

La solución es más sencilla de lo que parece: dobla todas las esquinas hacia el centro de manera que se forme un rombo, gira un poco el papel y dobla la parte de arriba hacia abajo, ahora lo mismo pero de derecha a izquierda, una vez más de arriba hacia abajo y por último una vez más de derecha a izquierda.

Lo último que queda hacer es cortar de esta forma a la esquina inferior derecha; cuando la extiendas, todas las cruces habrán desaparecido, ganándote la apuesta.

Lo curioso

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Coloca una toalla en una superficie plana y pide a alguien que te preste tres monedas. Coloca un vaso boca abajo de manera que dos de las monedas lo sostengan y una más se sitúe en el interior.

¿Cómo harías para sacar la moneda que está debajo del vaso usando solo un dedo y sin mover la toalla?

Apuesta las monedas a que puedes hacerlo. Para ganar, simplemente rasca con tu dedo la toalla; la moneda brincará un poco cada vez que lo hagas, permitiéndote sacarla en unos cuantos segundos.

Para hacer la siguiente apuesta necesitas un plato y cuatro palillos o mondadientes. Dobla cada uno de ellos por la mitad evitando que se rompan por completo. Colócalos en forma de cruz sobre tu plato.

Dile a tus amigos que eres capaz de hacer que los palillos formen una estrella sin ni siquiera tocarlos. Para ganar, simplemente coloca unas cuantas gotas de agua por el medio; la madera absorberá el agua y lentamente formarán una estrella.

Llena un recipiente con agua y reta a tus amigos a que no podrán colocar un clip de papel en ella sin que este se vaya directamente hasta el fondo. Obsérvalos fallar una y otra vez hasta rendirse.

Lo curioso

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Apuesta a que tú puedes hacerlo: toma otro clip y dóblalo por la mitad, ahora coloca otro sobre él y lentamente acércalo a la superficie del agua. No hay forma más fácil de ganar.

Una vez que se haya acabado el papel de baño, no tires el tubo del interior pues este puede hacerte ganar una apuesta.

Reta a quien tú quieras a intentar hacer que el rollo caiga de pie al tirarlo desde arriba. No importa de qué altura lo hagan, será muy poco probable que puedan hacerlo. La solución es dejar que el tubo caiga de lado; observa cómo rebota en posición vertical.

Para la siguiente apuesta ocuparemos tres cerillos y la parte inferior de su caja. Haz un pequeño hoyo por el medio e introduce un cerillo en él. Coloca una moneda a un lado de este y sobre ella recarga otro cerillo sobre el que pusimos primero.

Apuesta a tu amigo que no podrás sacar la moneda sin tocar ni mover los cerillos del lugar. Como harías para ganar: solo enciende el cerillo recargado por la mitad y observa cómo se levanta como una bailarina. Como ves, estos siguen en contacto y puedes sacar la moneda.

Ya que tenemos los cerillos afuera, haremos otro truco con ellos. Coloca cuatro de ellos en forma de un cuadrado. Reta a tus amigos a intentar levantar el cuadrado con otros dos cerillos. La mayoría lo intentará de esta forma y fallará una y otra vez.

Para ganar, en vez de intentar levantarlos por el medio, hazlo por uno de los extremos, justo por donde se unen. De esta manera puedes levantarlos muy fácilmente y ganar.

Coloca una pequeña moneda sobre tu brazo; esta debe ser muy ligera para que el truco funcione. Apuesta a tus amigos a que eres capaz de hacerla cambiar de lado sin tocarla ni mover tu brazo del lugar.

¿Cómo lo harías? Simplemente truena tus dedos y la moneda cambiará de cara. Parece magia, ¿no? Practica varias veces para que te salga a la primera.

Reta a tus amigos a que no podrán meter un globo lleno de agua dentro de una botella. Haz un pequeño hoyo en la base de tu botella con una tachuela. Infla tu globo y tapa el hoyo que hicimos con un poco de cinta.

Si no lo tapas, el globo se desinflará. Ya viste que aunque no lo hayamos cerrado, este no deja escapar el aire. Ahora es tu oportunidad para llenarlo con agua; por último simplemente haz un nudo y déjalo caer. De cualquier forma habrás ganado.

Por último, ocuparemos el corcho de una botella de vino y un vaso de vidrio. Llena tu vaso hasta la mitad y mete tu corcho.

Observarás que este tocará las paredes del vaso; no importa lo que hagas, apuesto a que tú puedes hacer que este deje de tocar la orilla sin ni siquiera tocarlo. Lo único que debes hacer es verter la mayor cantidad de agua posible en el vaso. Lentamente tu corcho se irá hacia el centro.