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¿Por qué Rusia sigue utilizando el Código Morse en una guerra moderna de drones y misiles hipersónicos?

El código morse no fue inventado por un ingeniero, sino por Samuel Morse, un pintor de retratos.

¿Por qué Rusia sigue utilizando el Código Morse en una guerra moderna de drones y misiles hipersónicos?

La guerra moderna está marcada por la tecnología de vanguardia: desde inteligencia artificial hasta drones y misiles hipersónicos. Sin embargo, una tecnología que tiene más de un siglo todavía está demostrando su valor en el campo de batalla: el código morse. Sorprendentemente, el ejército ruso sigue utilizando este método centenario en la guerra de Ucrania.

El código morse, con sus tonos característicos que incluso un ferroviario del siglo XIX reconocería, es utilizado por los bombarderos rusos para comunicarse con sus centros de control y por los barcos de la Flota del Báltico para mantenerse en contacto con sus cuarteles generales en tierra. Las bandas de onda corta, frecuentadas por radioaficionados, están llenas de estos “dits” (.) y “dahs” (-), conocidos popularmente como puntos y rayas. Incluso los espías sintonizan estas bandas para escuchar estaciones clandestinas que transmiten en código morse.

Código Morse.

El código morse no fue inventado por un ingeniero, sino por Samuel Morse, un pintor de retratos. Con la ayuda del maquinista Alfred Vail, Morse desarrolló un sistema de puntos y rayas para representar letras y números, usando sonido para transmitir información. Aunque inicialmente concebido para imprimir texto en papel, Morse y Vail descubrieron que el sonido ofrecía una forma más práctica y eficiente de comunicación.

Una de las características más notables del código morse es su ritmo, similar a la música. Esto facilita su aprendizaje para personas con talento musical, ya que el morse activa el sentido innato del ritmo y el reconocimiento de patrones en nuestro cerebro. Un operador experimentado puede descifrar mensajes incompletos debido a interferencias, mala recepción o ruido.

El código morse destaca por su simplicidad tecnológica. Cualquier persona con conocimientos básicos puede construir un transmisor morse con componentes estándar. Las señales de morse utilizan un ancho de banda muy estrecho, lo que permite a los receptores filtrar el ruido ambiental y recibir mensajes claros con mínima potencia. En 1956, radioaficionados demostraron que solo 78 milivatios eran suficientes para transmitir desde Massachusetts a Dinamarca, menos de la décima parte de la energía de una bombilla LED.

Durante la Segunda Guerra Mundial, miembros de la resistencia y comandos aliados utilizaron transceptores morse portátiles para mantenerse en contacto con Londres desde territorios ocupados por los alemanes. Aunque el código morse no ofrece seguridad en sí mismo, los mensajes pueden cifrarse antes de enviarse. La “libreta de un solo uso”, propuesta por Vail en 1845, sigue siendo una forma de cifrado teóricamente irrompible.

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A pesar de las tecnologías digitales más avanzadas disponibles, el código morse sigue siendo insuperable en su combinación de simplicidad y eficiencia. Su capacidad para funcionar con poca potencia y su resistencia a la interferencia lo hacen indispensable en situaciones donde la tecnología moderna podría fallar. Así, mientras la guerra moderna avanza con nuevas tecnologías, el código morse continúa demostrando su valor y relevancia, sobreviviendo durante más de 150 años en el campo de batalla.

Con información de la BBC.

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