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Historia: El origen de los “Moriscos” inició un 14 de febrero de 1502

La vida religiosa de los moriscos reveló una compleja dualidad, con muchos practicando el islam en secreto a pesar de su conversión al cristianismo.

Historia: El origen de los “Moriscos” inició un 14 de febrero de 1502

ESPAÑA.- El 14 de febrero de 1502, los Reyes Católicos promulgaron un edicto de conversión al catolicismo que obligaba a los mudéjares o musulmanes de origen andalusí que vivían en territorio cristiano, a aceptar el bautismo cristiano. Esta medida marcó el inicio de una transformación significativa para esta población islámica, que pasó a ser conocida como morisca o ‘cristianos nuevos de moro’.

El término ‘morisca/o’ había sido utilizado desde la Baja Edad Media como un adjetivo peyorativo para referirse a los musulmanes en la España cristiana medieval.

La implementación de este edicto generó una nueva categoría social y religiosa en España, con la población musulmana enfrentándose a la opción de convertirse al cristianismo o enfrentar la expulsión del país.

Aunque no se conocen con precisión los números exactos de la población morisca en España hasta la segunda mitad del siglo XVI, estudios realizados en distintas regiones revelan una distribución significativa. Por ejemplo, en el Reino de Granada, antes de la Guerra de las Alpujarras, los moriscos constituían aproximadamente el 60% de la población total, alcanzando en algunas zonas como Sierra Nevada o la Alpujarra hasta un 90%.

En diversas regiones de España, como Valencia, Aragón, Castilla, Cataluña y Murcia, la presencia de moriscos variaba, con algunas áreas mostrando una mayor efectividad en la asimilación y otras conservando más fuertemente su identidad y prácticas islámicas.

Sin embargo, la Guerra de las Alpujarras (1568-1570) marcó un cambio significativo en la situación de los moriscos, con la deportación masiva de moriscos granadinos a diferentes regiones de Castilla. Esta dispersión contribuyó a la islamización y arabización de las zonas donde se establecieron, al tiempo que exacerbó tensiones sociales y culturales en toda España.

El rechazo hacia los moriscos se intensificó por varias razones, incluyendo percepciones de ser una quinta columna de los enemigos de España, la sospecha de no ser buenos cristianos y el temor a una sublevación generalizada.

Este rechazo se vio reflejado en la creciente hostilidad hacia la comunidad morisca, alimentando una imagen cada vez más distante y de rechazo en la sociedad mayoritaria.

La vida religiosa de los moriscos reveló una compleja dualidad, con muchos practicando el islam en secreto a pesar de su conversión nominal al cristianismo. La preservación de rituales islámicos, como el rezo y los rituales de entierro, junto con el uso de talismanes y prácticas mágicas, reflejaron la persistencia de la identidad islámica entre los moriscos a pesar de la presión oficial para su asimilación.

Alfombra turca de oración con el nicho mirando a La Meca. Siglo XVII.  Alfombras de rezo similares se hicieron en Alcaraz durante la etapa mudéjar y morisca.

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El edicto de conversión forzosa de 1502 y sus consecuencias posteriores marcaron un período de profundos cambios sociales, culturales y religiosos en España, con implicaciones duraderas para la convivencia entre distintas comunidades y la configuración de la identidad nacional española.

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