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Los gatos son los únicos animales que se han domesticado a sí mismos: ¿por qué?

Los misteriosos e independientes gatos han tenido una relación horizontal con los humanos desde hace miles de años.

Los gatos son los únicos animales que se han domesticado a sí mismos: ¿por qué?

MÉXICO.- Los gatos domésticos, compañeros de muchas familias alrededor del mundo, han sido objeto de interrogantes sobre su origen y cómo llegaron a convivir con los humanos. Un estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution ha proporcionado nuevas perspectivas sobre este enigma, al analizar el ADN de más de 200 gatos que datan desde hace 9 mil años hasta la actualidad.

Los resultados de esta investigación revelan que los gatos domésticos que conocemos hoy tienen su origen en dos grandes linajes: uno procedente del suroeste de Asia, que migró hacia Europa hace aproximadamente 4.400 años, y otro originario de África, que se expandió por el Mediterráneo y otras partes del mundo hace unos 1.500 años.

Los gatos tienen una estructura en sus oídos llamada "reflejo de orientación acústica", que les permite rotar sus orejas casi 180 grados. Esto les ayuda a localizar la fuente de sonidos con gran precisión, lo que es especialmente útil para cazar presas o para detectar posibles amenazas en su entorno. Los gatos pueden mover sus orejas de manera independiente, lo que les brinda una habilidad auditiva excepcional.

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Los gatos ayudaban a los humanos, y los humanos ayudaban a los gatos.

Estos linajes surgieron a partir de gatos salvajes africanos que, hace unos 8.000 años, empezaron a acercarse a las comunidades agrícolas humanas en busca de roedores que afectaban los cultivos y almacenes. Así, establecieron una relación de beneficio mutuo con los humanos, obteniendo alimento y refugio a cambio de ayudar en el control de plagas.

Los gatos tienen almohadillas únicas en sus narices, al igual que los humanos tienen huellas dactilares únicas. Esta característica distintiva es una forma en que los gatos pueden ser identificados individualmente.

A diferencia de otros animales domésticos, como las vacas o los pollos, los gatos no fueron sometidos a una intensa presión selectiva por parte de los humanos, lo que permitió que conservaran su relativa libertad e independencia. Por eso, su genética y comportamiento han cambiado poco desde sus ancestros salvajes, salvo por la reciente aparición de características como las rayas y los puntos que caracterizan al gato atigrado.

Los autores del estudio sugieren que los gatos se domesticaron a sí mismos, sin intervención directa de los humanos, gracias a su capacidad de adaptarse a diferentes ambientes y culturas. De esta manera, los gatos se destacan como los únicos animales que han elegido vivir con nosotros sin perder su esencia felina.

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