Se congela pico de patito en Suecia por bajas temperaturas

SUECIA.- En medio de las gélidas temperaturas de Suecia, un pato se convirtió en protagonista de una impresionante hazaña al enfrentarse al riesgo de congelamiento de una parte vital de su anatomía: su pico. El incidente, documentado por un hábil fotógrafo, reveló la destreza y tenacidad de esta ave para liberarse de la prisión helada que amenazaba con privarla de funciones esenciales como comer, beber y comunicarse.

El fotógrafo, sorprendido por la escena, compartió su experiencia al observar a la hembra pato luchando contra el hielo en el río.

Pensé que estaba mal con mi cara congelada, cuando vi a esta hembra pato en el río. Al principio me preocupaba que no podía respirar ni comer, pero afortunadamente vi que podía abrir la boca”, relató.

La valentía del pato se hizo evidente mientras sacudía la cabeza y rascaba el hielo, aparentemente esforzándose por liberarse de su gélido encierro. El fotógrafo especuló que el hielo se acumuló mientras el pato descansaba entre sus inmersiones, permitiendo que capas de agua se congelaran sobre su pico.

La solución ingeniosa del pato para descongelar su pico involucró esconder su rostro bajo sus propias plumas. Con paciencia y perseverancia, logró derretir el hielo con el calor emanado de su propio cuerpo. El fotógrafo compartió su asombro al presenciar esta astuta estrategia: “Finalmente ella metió su cara debajo de sus plumas, y con suerte el hielo se derritió”.

Consultando a expertos en aves, el autor del vídeo descubrió que este tipo de situaciones puede ocurrir cuando los patos toman descansos entre sus inmersiones, permitiendo que el agua se congele en capas sobre sus picos. Además, destacaron que otra táctica empleada por las aves es continuar buscando comida en el agua sin descansos, aprovechando la temperatura más cálida del agua para derretir cualquier hielo acumulado.

Te puede interesar: Jacarandas florecen en enero en CDMX: ¿señal de alarma del cambio climático?

En un gesto de admiración, el fotógrafo llamado Patrik Luther concluyó, “¡Un patito muy astuto!”.