Padres luchan para que ningún niño muera como su hijo
La experta asegura que las sillas de coche para niños no siempre son seguras,
Barroso recurre a la física para explicar el peligro que entrañan los sistemas que sólo retienen.
‘’La cabeza de un bebé pesa dos kilos, pero a una velocidad de 50 km por hora, pesa 300 kilos. En caso de frenar, la cabeza sale despedida porque no está sostenida por nada más que el cuello de la criatura. Éste, que es casi todo cartílago, no aguanta el impacto y se rompe’’.
Esto fue lo que le pasó al hijo de Fernando y Elena.
La pareja perdió a su pequeño siete meses después de un accidente de coche. El papá comenta, ‘’ Gabriel y yo volvíamos del colegio, tenía dos años y medio. En una curva, un coche nos embistió, pude ver cómo el golpe hacía que mi hijo pareciera uno de esos muñecos que vemos en los test de conducción. Sufrió una decapitación interna, una luxación completa de la primera vértebra cervical que provoca la separación de cráneo y columna vertebral. Logré reanimarle y salvarle la vida en ese momento, pero siete meses después, y tras una épica batalla, no sobrevivió’’.
El papá narro toda la historia de su hijo en Facebook
‘’Gabriel el vikingo y la leyenda de la ola verde’’
. Y a pesar de que Gabriel falleció ya hace tiempo, la página sigue activa y es un pilar en su lucha para hacer visible su caso y hacer conciencia en cuanto a esta situación.
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