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Mitos sobre la herencia genética

¿Puedes enrollar tu lengua? Entonces, formas parte de la mayoría que pueden hacerlo. Aunque no lo creas existen personas que no poseen esta habilidad tan común, pero ¿por qué? La respuesta que usualmente nos enseñan en la primaria indica que todo es culpa de la genética. Así pues, éste es un rasgo heredado de mamá o papá a través de los genes (dominantes o recesivos). Esta teoría genética que hemos aprendido data de una investigación realizada por el científico Alfred Sturtevant durante la década de los 40.



No obstante, John H. McDonald, profesor del departamento de ciencias biológicas de la Universidad de Delaware, asegura que hay casos documentados donde ambos padres no pueden enrollar sus lenguas pero sus vástagos sí, explica Jessica Hullinger en MentalFloss.



“A principios de la década de 1950, la gente sabía de gemelos, los cuales uno podía enrollar la lengua y el otro no. Eso nos dice muy claramente que no todo es genético […] Es una vergüenza para el campo de la educación en biología que los libros de texto y manuales de laboratorio continúan perpetuando estos mitos”, asegura McDonald.



McDonald afirma que ahora se sabe que el medio ambiente juega un papel importante; es decir, muchos individuos pueden romper los límites genéticos y enseñarse a sí mismos cómo enrollar sus lenguas. Sin embargo, en otros casos esto podría ser causa de la formación del feto dentro del vientre materno.



Enrollar la lengua no es el único rasgo genético supuestamente hereditario del cual se nos ha mal informado, de acuerdo con McDonald estos son otros ejemplos de mitos genéticos:



1.

Entrelazar las manos



Mito: El poner un pulgar (el izquierdo o el derecho) a la hora de entrelazar muestras manos está determinado por un solo gen.



Realidad: Los gemelos idénticos tienen diferentes preferencias en la manera de enlazar sus manos, lo que indica que no hay un gen especial para preferir poner un pulgar sobre otro.



2.

Color de ojos



Mito: Los ojos azules son determinados por un solo gen recesivo. Un niño de ojos café no puede tener padre y madre de ojos azules.



Realidad: "El color de ojos está determinado por la variación de varios genes diferentes y de las interacciones entre ellos. Esto hace posible que ambos padres de ojos azules tengan niños de ojos cafés", señala McDonald.



Color del pelo



Mito: El cabello rojo está determinado por un solo gen que produce otros tonos. Dos padres pelirrojos forzosamente tendrá un hijo pelirrojo.



Realidad: Hay muchas variaciones en el gen que controla el pigmento del cabello rojizo, y éste pueden ser influido fuertemente por los genes que controlan el cabello castaño. De hecho, dos padres con el pelo rojo pueden tener hijos con el pelo castaño o incluso, rubio



4.

Lóbulos de las orejas pegados



Mito: Todo el mundo tiene uno de los dos tipos de lóbulos: pegado, el cual conecta directamente; o suelto, con una ligera separación que hace que el lóbulo cuelgue. Un gen es el encargado de esta diferencia.



Realidad: Los lóbulos de las orejas no caen en dos categorías. Hay una amplia escala entre pegado y suelto. Los estudios más recientes al respecto no señalan cuál de los dos es el rasgo dominante. Esto demuestra que la genética implicada no es tan simple como nos dicen en la escuela.



5.

Pulgar para pedir aventón



Mito: El pulgar puede adquirir dos formas a la hora de pedir aventón: Recto o doblado, este último se conoce como “pulgar de autopista”. El que tu dedo pueda o no adquirir alguna de estas variantes depende de solamente un gen.



Realidad: Sin embargo, no existe una definición clara del pulgar de alguien que pide ride, porque la flexibilidad del pulgar varía considerablemente de una persona a otra.



“Si el mito fuera verdad, dos padres con el pulgar del autoestopista podrían no tener un hijo con un pulgar recto. Es completamente arbitrario dónde comenzar a trazar una línea recta y un ángulo. Los padres con los pulgares doblados pueden procrear hijos con pulgares rectos”, explica McDonald.



En conclusión, la genética es mucho más complicada de lo que creemos. McDonald sugiere que sí realmente se desean ver los rasgos genéticos en acción observemos a los felinos.



“Los gatos tienen una serie de rasgos: Pelo largo o corto, naranja o negro, rayas o no…estos animales tienen rasgos genéticos simples y sencillos”, apunta McDonald.

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