Claves para saber si no le caes bien a tu suegra
"MI HIJO ESTÁ MUY DELGADO"
Las madres sienten devoción por sus hijos y muchas de ellas consentirán y servirán a sus chicos tengan 20, 30, 40 o 50 años. Y cuando el pájaro vuela del nido, piensan que el pájaro no podrá sobrevivir volando libremente sin su ayuda.
Lo primero, la suegra no piensa que el pájaro ha volado del nido porque es el ciclo de la vida. Pensará que tú le has robado a su hijo.
Además, si cada vez que acudes a una reunión a una reunión familiar, tu suegra deja caer frases del tipo "a este niño cada vez se le veo más cansado" o "este niño está muy delgado", lo que en realidad quiere decir es "no está bien cuidado desde que está contigo".
Ten cuidado porque el siguiente paso de las madres es pedir una copia de llaves con el pretexto de ayudarlos en las labores domésticas durante el día mientras estás trabajando. Un día vendrá a planchar, otro a cocinar y empezará a pasar más horas de lo que esperabas en tu hogar.
¡Nunca metas al enemigo en casa!
"MI HIJO YA NO ME LLAMA"
Otra de las frases que delata que a tu suegra le caes mal es la referida a las escasas llamadas telefónicas que su niño le realiza desde que -casualmente- empezó a salir contigo.
"¡Menos mal que mi niño me llamó el otro día!" o "¡Parece que ya no se acuerda de su madre!" son frases altamente peligrosas. La realidad es nunca ha sido costumbre de su hijo llamar a su madre -y si lo ha hecho, la mayoría de veces, ha sido más por compromiso que por deseo-. Sea como sea, la culpa recaerá sobre tus espaldas.
REGALOS
Navidad, cumpleaños... Hay fechas concretas en las que no nos podemos librar de hacer regalos. Y, por consiguiente, tampoco podemos huir del incómodo momento de recibirlos.
El regalo que te haga tu suegra la delatará. Si te compra un par de calcetines o cualquier tipo de prenda interior, un pantalón dos tallas más pequeño o cremas antiarrugas.
MENCIÓN A LA EX
Las comparaciones son odiosas y más aún si la persona con la que te comparan es con la anterior pareja de tu novio.
Hay suegras que parecen no superar la ruptura de sus hijos con sus anteriores parejas y, como se les clave una de ellas en la cabeza y en el corazón, no habrá manera humana de que consiga ver con buenos ojos que seas la elegida por su hijo. Nada remplazará el papel de la anterior.
Ármate de paciencia y prepárate para escuchar frases como "su ex cocinaba de maravilla" o "su ex tenía una cinturita de modelo". Y es que a veces es más dolora la ruptura para las suegras que para la pareja en cuestión.
INDAGANDO TU PASADO
No es una noche cualquiera. Es una noche crucial. Se ha organizado una cena especial por un motivo de peso: Por fin vas a conocer a los padres de tu pareja.
Prepárate para fingir que eres toda una señorita, que quieres a su hijo más que a nada en este mundo y que le tienes bien atendido. La primera toma de contacto es fundamental y la primera impresión crucial.
Pero, aunque te hayas comportado como una nuera correctísima y ejemplar, la crítica está asegurada. Y es que las madres lo llevan en la sangre... Nada les parece lo suficientemente bueno para sus hijos.
Y si, además, no le has causado muy buena impresión, lo primero que hará es averiguar que has hecho en tu pasado -y sacar trapos sucios-. Y, da igual que te pongas el Facebook privado, que acabará descubriéndolo no sabemos cómo.
Si en el siguiente encuentro descubres que sabe más de ti que lo que le habías contado en la primera cita, muy bien no le caíste.
BODA
Las suegras quieren niños y, por supuesto, quieren boda. Le gustes o no, y, aunque la boda sea TU BODA, será como ella quiera. La ceremonia, el color del vestido, las flores, el banquete, todo, hasta el más mínimo detalle, tendrá que ser aprobado por tu suegra. De no ser así, se sentirá dolida y desplazada. Realizará una llamada telefónica a su hijo, inmediatamente, comunicándole con voz tristona que no la quieres.
DESCENDENCIA
A las suegras les gusta la juventud. Sus hijos ya se han hecho todos unos hombretones y, ahora, quieren niños correteando por los pasillos de casa. Seas o no de su agrado, querrá que su hijo tenga hijos -contigo o sin tí-. Ahora, como descubra que tú -en ese momento- no estás por la labor de traer criaturas a este mundo, te hará una cruz de la que no te desharás jamás.
Si no eres del agrado de tu suegra y quieres tener hijos o te encuentras en estado, prepárate para escuchar todo lo desagradable de los nueves meses que dura el embarazo, los gastos y cuidados que requiere un niño y todo tipo de comentarios del estilo de "después de que tengas el crío, vas a tener que cuidarte bastante". Da gracias si no añade un "y más tú, que ya eres ancha de caderas".
NO PRESUME DE NUERA
Toda madre presume de hijos, y toda suegra presume de nuera. Y es que, si algo les gusta a las señoras es fardar delante de las amigas a la hora del café. Y, normalmente, no se limitan a contar que su hijo se ha echado pareja. Suelen narrar hasta el último detalle de su relación, de tu forma de ser y de tu aspecto. Por supuesto, te invitará a que acudas con ella a una de sus cenas de amigas para que tengan el honor de conocerte.
Si no has recibido tal invitación o si tu suegra no ha hablado de ti... Mejor dicho, si tu no ha presumido de nuera, no le caes nada bien... Sólo te queda aferrarte a la esperanza de que, sencillamente, no te haya mencionado porque, si lo ha hecho, probablemente haya sido para decir de tí de todo menos bonita.
NO TE COCINA
Si algo le quita al sueño a una madre, es la alimentación de sus hijos. Cuando abandonas el hogar, su primera pregunta siempre que te ven será, ¿estás comiendo bien, hijo mío? Por eso, aprovechan cualquier ocasión para plantarles a sus retoños un tupper de esa comida que sólo ellas saben hacer y que hace que se te caiga la baba.
Si le caes, te considerará una hija más, y aprovechará para deleitarte con sus ricas croquetas o sus sabrosas tortillas de patatas. Si, por el contrario, cuando la ves lo único que te da son los dos besos de cortesía, es una señal de que no le gustas en absoluto.