Los asesinos más jóvenes de la historia
Si crees que hay niños que no son capaces ni de matar a una hormiga, te diré que estás equivocado. A lo largo de los años han sido múltiples los asesinatos provocados por estos niños, y lo más preocupante es que la cifra va creciendo año tras año. Si quieres enterarte de quiénes son los asesinos más jóvenes de la historia, esta es tu lista.
Eric Smith (22 de enero de 1980)
Con tan solo 13 años, Eric sufría acoso en el colegio por sus grandes gafas, sus pecas, su pelo rojo y sus peculiares orejas. Según fuentes médicas, estos defectos que sufría podrían deberse a una medicina que tomó su madre durante el embarazo para tratar la epilepsia.
Más adelante Smith fue culpable del asesinato de un niño de 4 años llamado Derrick Robie, al que le estranguló, le golpeó en la cabeza con rocas grandes y le sodomizó con un palo. Cuando la policía le preguntó el por qué, Smith no pudo dar una respuesta clara.
Durante la investigación, un psiquiatra le diagnosticó un trastorno explosivo intermitente, una condición por la que la persona no puede controlar su rabia interior. Finalmente fue condenado como adulto y a día de hoy sigue en prisión. En total le han denegado 5 veces la libertad condicional.
Joshua Phillips (17 de marzo de 1984)
El caso de Joshua es diferente. Lo que comenzó como una limpieza rutinaria acabó con un niño de 14 años sentado en el banquillo de los acusados. La señora Phillips, madre del pequeño, se encontraba limpiando el cuarto de su hijo mientras estaba en la escuela, cuando se dio cuenta de que había un charco junto a la cama de agua, y buscó alguna fuga. Después encontró unas cuantas bandas de cinta aislante, que comenzó a retirar poco a poco. La sorpresa vino cuando, tras retirar toda la cinta, encontró el cuerpo sin vida de Maddie Clifton, una vecina de 8 años que llevaba 7 días desaparecida.
La gente del barrio y en especial su madre no podían creer que Joshua hubiera cometido el asesinato, ya que incluso participó como voluntario para buscarla. Como era menor de edad, ya que tenía 16 años, no pudo ser condenado a pena de muerte, pero sí fue encarcelado de por vida sin posibilidad de lograr la condicional.
Todavía hoy se desconocen las causas por las que Joshua cometió el asesinato. En el juicio dijo que le golpeó sin querer con una pelota de béisbol y, tras ver que estaba fría, se asustó y la escondió. El juzgado nunca se creyó esa historia.
George Stinney (16 de junio de 1944)
En junio de 1944, George Stinney, de 14 años, batió el record por ser la persona más joven en ser ejecutada legalmente en Estados Unidos de todo el siglo XX. George fue acusado de matar a dos niñas, Betty Jane Binnicker, de 11 años, y Mary Emma Thames, de 8. Ambas niñas fueron encontradas en un agujero mal cavado. Las pequeñas sufrían varias facturas de cráneo hechas con un trozo de vía de ferrocarril arrancado que fue encontrado en un lugar cercano al enterramiento.
El pequeño George confesó los crímenes. Aseguró que había intentado tener relaciones sexuales con Betty, la mayor, pero que ésta se negó. Ese fue el desencadenante por el cual la mató a ella y a su amiga Mary Emma. Fue juzgado como adulto y condenado a la silla eléctrica. Además la sentencia no fue recurrida por su familia porque no tenían dinero para continuar con el procedimiento.
Lionel Tate (30 de enero de 1977)
Un día Kathleen Grossett-Tate cuidaba de Tiffany Eunick, la hija de una amiga. Al sentirse mala, Kathleen subió a acostarse un rato en la cama, mientras dejaba a la pequeña Tiffany jugando con su hijo Lionel, de 14 años. Sobre las 10 de la noche oyó un alboroto en el piso de arriba, pero simplemente mandó a los niños que se callaran. 45 minutos más tarde, Lionel avisó a su madre de que la niña no respiraba; habían estado jugando a luchar y se golpeó la cabeza contra la mesa.
Sin embargo, la autopsia de la pequeña reveló que su hígado había sufrido daños por los golpes. Además, su cráneo y dos costillas estaban partidas y tenía otras 35 lesiones por todo el cuerpo.
Tate cambió su testimonio durante el juicio, alegando que Tiffany se había caído por las escaleras. Por ello, fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional en 2001, pero su sentencia fue cambiada porque su abogado determinó que no se le habían realizado las pruebas mentales pertinentes. Por ello, fue puesto en libertad en 2004.
Un año después fue detenido por atraco de arma de fuego a un repartidor de pizzas, por lo que finalmente confesó. El juzgado alegó robo con intimidación, posesión ilegal de armas y violación de su periodo de prueba, por lo que fue condenado a 30 años de prisión.
Barry Dale Loukaitis (febrero de 1996)
En esta ocasión, Barry Dale Loukaitis, un niño de 14 años, fue el causante de un tiroteo en Frontier Middle School que acabó con la vida de dos estudiantes y un profesor, más algunos otros alumnos en estado crítico. Al parecer, el joven experimentó delirios mesiánicos antes de disparar. Estaba vestido como un pistolero del Lejano Oeste y estaba armado con un rifle de calibre 30-30, una pistola de calibre 357 y una pistola de calibre 25, que pertenecían a su padre.
Los estudiantes del colegio fueron retenidos y amenazados con otro tiroteo durante 10 minutos hasta que un ayudante de gimnasio enganchó al chico y lo redujo.
Se cree que, tras el historial de trastornos mentales que hay en su familia, Barry pudo ser influenciado por el videoclip "Jeremy", de Pearl Jam, donde se muestra a un joven cometiendo un suicidio en frente de sus compañeros de clase.
Actualmente el joven se enfrenta a dos sentencias de cadena perpetua y a 205 años de prisión adicionales.
Craig Price (septiembre de 1989)
Un día de septiembre de 1989 Joan Heaton, de 39 años, y sus hijas Jennifer y Melissa, de 10 y 8 años respectivamente, fueron encontrados muertos en medio de un gran charco de sangre en su casa. Fueron tan brutalmente asesinados que el cuchillo se partió en el cuello de Melissa.
La policía informó que el padre tenía unas 60 puñaladas por todo el cuerpo, mientras que las niñas tenían unas 30 cada una. Las autoridades estaban seguros de que se trató de un intento de asalto, ya que el cuchillo pertenecía a la cocina de los Heaton. También creyeron que se trataba de alguien del vecindario que también habría sufrido alguna herida durante el forcejeo.
Y finalmente así fue. Craig fue encontrado por la policía con unas vendas en las manos, a lo que respondió que se había pillado las manos con la ventanilla del coche. Evidentemente la policía no le creyó e investigó el caso, aunque poco después fue el propio Craig el que asumió el asesinato y otro que tuvo lugar dos años atrás en el mismo barrio. Finalmente fue juzgado y a día de hoy sigue en prisión.
Graham Young
Desde pequeño a Graham Young le fascinaba la química y los efectos que determinadas sustancias provocaban en las personas. Su otro gran interés era idolatrar a asesinos de la talla de Crippen, William Palmer o Adolf Hitler. Con tan solo 14 años empezó a experimentar con sustancias.
Generalmente mentía sobre su edad y alegaba que las sustancias eran para algún experimento de clase. Sus víctimas, familiares y amigos. Primero su padre se puso enfermo, lo que parecía un virus. Después la misma enfermedad atacó a su madre y a su hermana. Los tres sufrían diarrea, vómitos y dolores corporales continuos. En 1962, la madrastra de Young murió envenenada. Con tan solo 14 años Young sabía sobre química más que un titulado universitario. A veces el veneno le afectaba a él, ya que olvidaba sobre qué comida lo había colocado.
Young fue descubierto por un profesor del colegio que le abrió la taquilla, y encontró botellas con veneno, artículos sobre prisioneros famosos por asesinato y bocetos de dibujos de personas muertas. Ante ello, llamó a la policía y Young fue enviado a un hospital mental de máxima seguridad, donde siguió probando con el personal del hospital y sus compañeros, causando la muerte de uno de ellos.
A los 23 años fue puesto en libertad, pero su obsesión por el veneno no cesó, y fue contra sus compañeros de trabajo. Finalmente fue detenido por estar en posesión de antimonio, talio y aconitina, y murió años después en la cárcel por un infarto.
Jesse Pomeroy (1870)
Nacido en 1859, ha sido la persona más joven en ser acusada de asesinato en primer grado en la historia de Massachusetts. Pomeroy empezó a actuar de manera cruel con otros niños cuando tenía solo 11 años. En una ocasión se descubrió que había secuestrado a 7 niños, los había atado y torturado hiriendo sus brazos y piernas con cuchillos, además de clavándoles agujas.
Fue internado en un reformatorio, donde debería haber permanecido hasta los 21 años pero que, debido a su buen comportamiento, salió un año después de entrar por buen comportamiento.
Tres años después secuestró y mató a Katie Curran, una niña de 10 años, y a otro niño de 4 años cuyo cuerpo fue mutilado y encontrado en la bahía de Dorchester. Aunque no le pudieron culpar de la muerte del niño, sí fue en el caso de Katie, ya que encontraron su cuerpo en el sótano de la tienda de ropa de la madre de Jesse. Fue sentenciado a cadena perpetua y enviado a prisión, donde murió a los 72 años.
Jon Venables y Robert Thompson (agosto de 1982)
La madre de James Bulger se encontraba en la carnicería comprando cuando descubrió que, tras un descuido, el cochecito con su hijo James de dos años había desaparecido.
Jon y Robert eran dos chavales que solían frecuentar este supermercado cuando se saltaban las clases, robando dulces y jugando por las escaleras mecánicas, hasta que les echaban. Ellos fueron los que secuestraron al bebé. Se les ocurrió poner al pequeño en medio de la carretera para que un coche se lo llevara por delante. Además, antes intentaron robar a otro bebé, pero la madre se dio cuenta y les siguió antes de perderlos la vista.
Tras andar dos millas, ambos golpearon, patearon y levantaron al bebé para dejarlo caer sobre sus cabezas. Finalmente Jon y Robert pusieron a James sobre la vía del tren, donde le arrojaron pintura a los ojos, le tiraron piedras y lo golpearon con palos y una barra de hierro. También introdujeron un palo por el ano del bebé y dejaron su cuerpo en medio de la vía, cubriéndolo con ladrillos. James murió poco tiempo después, antes de que el siguiente tren pasase y le golpeara.
Mary Bell (26 de mayo de 1957)
En el último lugar de nuestra lista, Brian Howe fue encontrado muerto, cubierto de hierba y plantas arrancadas, días después de la muerte de Martin Brown, que murió de asfixia. Su pelo había sido parcialmente arrancado, tenía heridas de cuchillo en sus piernas, y sus genitales habían sido mutilados. Además, una letra M había sido escrita en su estómago con el filo de un cuchillo. Cuando la investigación se centró en Mary Bell, ella misma se implicó describiendo en detalle un par de tijeras rotas con las que había estado jugando Brian.
La familia de Mary fue encontrada responsable de su comportamiento. Su padre, o quien ella pensaba que era su padre, Billy Bell, era un criminal habitual que había sido arrestado por robo con intimidación. Mary dijo que su madre Betty, que era prostituta, la había forzado a tocar sexualmente a algunos de sus clientes desde que tenía 4 años. Mary terminó en un reformatorio en el que ella era la única chica a la edad de 11 años. Fue puesta en libertad 23 años más tarde en los que luchó por su anonimato y el de su propia hija.
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