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El Imparcial / Estilos / Arte

Inauguran en Paraguay la primera muestra de Dalí

Los 37 grabados que componen la muestra tienen la gastronomía como eje, pero interpretada desde la visión onírica y surrealista del artista catalán.

Asunción, Paraguay

El Centro Cultural de España Juan de Salazar, en Asunción, ofrecerá desde este jueves un banquete para la mirada del visitante, con la inauguración de la exposición "Salvador Dalí: Las cenas de Gala/Los sueños caprichosos de Pantagruel", que acercará por primera vez la obra del artista español a Paraguay.

Los 37 grabados que componen la muestra tienen la gastronomía como eje, pero interpretada desde la visión onírica y surrealista de Dalí, plasmada "de una forma polarizada" en cada una de las dos series, como comentó el director del Centro, Fernando Fajardo.

"Por un lado, hay una mirada sofisticada, elegante, que serían 'Las cenas de Gala'; y por otro lado, una visión paródica, hasta escatológica, mucho más intestinal que la otra (en 'Los sueños caprichosos de Pantagruel'), explicó Fajardo.

El genio de Figueras juega en "Las cenas de Gala" con el nombre de su mujer, la rusa Gala Diakonova, para elaborar un recetario pictórico de los platos del restaurante parisino Maxim's.

Fascinado por el menú elaborado para una cena organizada el Sha Mohamed Reza Pahlevi en Persépolis (Irán) para conmemorar los 2.500 años de la fundación del Imperio persa, el pintor recurre al simbolismo para elaborar su propia carta en una serie de grabados.

Del lujo y el exceso de Maxim's, la exposición, que se podrá ver hasta el 29 de febrero, pasa a una mirada opípara en "Los sueños caprichosos de Pantagruel", inspirada en la obra del francés François Rebelais, en la que el gigante se come unos nísperos y va sufriendo una metamorfosis.

"Sabe bien lo extraordinario dentro de la historia. Tiene ojos para rastrear el mundo de los sueños, el mundo onírico dentro de la historia y eso es lo que se ve en la serie de Rebelais", apuntó Fajardo.

Aunque las referencias sexuales son evidentes en las dos muestras, el director del Centro Cultural sostiene que "las de Pantagruel son más alusivas" y dejan patente ese "entronque freudiano que tiene el surrealismo".

Extravagancia acomodada

Dalí ideó estos grabados entre 1970 y 1971, durante los últimos años de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), que salvó a sus obras de la censura, a pesar de sus alusiones sexuales, al considerarlo "un exponente de la cultura española en la prensa internacional".

Para Fajardo, Dalí era "rompedor" por sus creaciones vanguardistas en una dictadura, pero al mismo tiempo mostró "un pacto tácito" con el poder al escudarse en la creación como forma de evitar la crítica al régimen.

Dalí, al igual que otros intelectuales y referentes culturales españoles, como el poeta Federico García Lorca o el cineasta Luis Buñuel, había pasado por la Residencia de Estudiantes, que, a juicio de Fajardo, no dejaba de ser "una especie de clan de niños bien".

Sin embargo, al contrario que muchos de ellos, que terminaron en el exilio o asesinados, Dalí siguió viviendo en España "en tierra de nadie".

"Era de esa generación truncada que el franquismo corta. Digamos que, quieras o no, hace un pacto tácito con el poder para poder estar en su palacio. Lo que hizo Dalí corresponde también a varios intelectuales de la época. Viven en su palacio de marfil. Yo no juzgo lo que hay, yo me dedico a crear y hago mi espacio imaginario", señaló.

Persona y personaje

Su visión vanguardista también convirtió a Dalí en uno de los primeros artistas europeos dedicados a promocionar sus obras entre galerías y coleccionistas.

Sus extravagancias y su fama de genio le servían para conquistar a los grandes museos y a los millonarios, según contextualizó Fajardo.

"Parte de toda esta parte performativa que tiene Dalí es la que acompaña su propio marketing. Nunca sabes cuál es la persona y cuál es el personaje en Dalí. Dalí es víctima de su propio personaje", agregó.

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