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Cómo una ordeñadora de vacas fue clave para descubrir la vacuna contra la viruela

En el siglo XX se estima que al menos 300 millones de personas fallecieron a causa de la viruela.  La primera evidencia de la viruela fueron en el cuerpo momificado del faraón Ramsés V de Egipto, que murió en 1157 a.C.

Cómo una ordeñadora de vacas fue  clave para descubrir la vacuna contra la viruela

En el siglo XX se estima que al menos 300 millones de personas fallecieron a causa de la viruela.  La primera evidencia de la viruela fueron en el cuerpo momificado del faraón Ramsés V de Egipto, que murió en 1157 a.C.

En el año 1796 un médico rural inglés de nombre Edward Jenner llevó a cabo un experimento que fue calificado como el más "osado" de la historia. 

Las ordeñadoras se infectaban de la benigna viruela de las vacas  pero extrañamente no se contagiaban con la viruela humana.

El médico decidió tomar el líquido de las pústulas de una de estas mujeres, Sarah Nelmes, y se lo inoculó a un niño de 8 años, James Philipps.

Luego de seis semanas exudaciones de un enfermo de viruela en el brazo del niño. Logró sobrevivir. 

Luego de esto decidió presentar en el año 1797 el estudio ante la Royal Society. No podía explicar la razón por la que el método era efectivo. En ese momento no le creyeron, la respuesta de los científicos fue que sus ideas eran demasiado revolucionarias y que necesitaba presentar más pruebas.

En 1798 publicó su investigación en 1798, en la que acuñó el término "vacuna", del latin "vacca" (vaca).

Fue criticado duramente sobre todo por el clérigo. Selabañan que era repugnante inocular a alguien con material de un animal enfermo. 

No obstante, las ventajas obvias de la vacunación y la protección que proveía ganó la partida y la práctica se generalizó.

Jenner pudo escribiir un libro donde habló de este descubrimiento y revolucionó al mundo. Doctores de diversos rincones del planeta se interesaron en esto y él les mandó muestras de la vacuna. 

Reyes y emperadores  le mandaban obsequios; el Parlamento británico le dio una suma de dinero para agradecerle por su trabajo.

A las personas de menos recursos  los vacunaba gratis en una cabaña pequeña que tenía en su jardín. En un sólo día, en 1800, vacunó a casi 200 personas.

Una campaña mundial de vacunación redujo año tras año los casos hasta que en 1980 la Organización Mundial de la Salud declaró que el mundo estaba libre de viruela.

Con información de El País y BBC. 

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