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Alimentación complementaria: La clave para un bebé sano y fuerte

Para que tú bebé esté muy bien nutrido, asegúrate de saber exactamente qué ingredientes debes incluir en su rutina alimenticia. 

CIUDAD DE MÉXICO.- Si estás embarazada o tu bebé se encuentra entre los cero y seis meses de vida, seguir las indicaciones de tu pediatra son escenciales, ya que este periodo de tiempo es crucial en la sana formación de un infante. La correcta alimentación será tu mayor arma contra posibles enfermedades que enfrentará tu hijo.

la Nutrióloga Alejandra G. Páez , experta en Nutrición Perinatal y Pediátrica, habla sobre la alimentación complementaria. Dice todo lo que tienes que saber, aquí algunos consejos.

La alimentación complementaria se debe iniciar alrededor de los 6 meses de vida, no antes de los 4 meses y nunca después de los 7 meses.

A los 6 meses de vida la leche materna cubre un 60% del requerimiento energético del bebé y las reservas de hierro y de zinc que el bebé obtiene desde el embarazo hasta el momento de nacimiento, comienzan a agotarse (estos minerales son escenciales para su crecimiento y neurodesarrollo) por lo que es necesario iniciar la alimentación complementaria.

El Imparcial: imagen de artículo

La alimentación complementaria tiene como objetivo:

Se recomienda comenzar la alimentación complementaria con un alimento rico en hierro, este mineral juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo del bebé.

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Posteriormente se deberán introducir los 5 grupos de alimentos:

Teniendo los 5 gupos desde un inicio aseguramos que el bebé está recibiendo todos los micronutrimentos importantes para su desarrollo.

Se puede iniciar la alimentación complementaria ofreciendo trozos fundibles, de una consistencia muy suave, que el cuidador los pueda deshacer aplastándolos suavemente con el dedo índice y pulgar. En ocasiones los bebés no se llevan los trozos de alimento a la boca por lo que también será necesario ofrecer los alimentos con cuchara.

Se debe comenzar con una textura de puré/papilla casi semilíquida y poco a poco progresar la consistencia a una papilla homogénea y espesa.

Entre los 7 y 8 meses es momento de ofrecer una consistencia de machacado o grumos. Este tipo de consistencia requiere de movimientos masticatorios más complejos, la lengua debe de moverse de lado a lado haciendo movimientos de lateralización, para llevar el bolo alimenticio hacia los carrillos para después deglutir. A los 9 meses se debe ofrecer picados finos para comenzar con movimientos rotatorios de la mandíbula y a los 12 meses el bebé puede manejar trozos un poco más grandes pero siempre de consistencia suave. Es importante progresar las consistencias en los momentos adecuados, ya que si lo hacemos de forma tardía al bebé le va a costar más trabajo aceptarlas.

Los alimentos alergénicos como huevo, nueces, pescado, fresas, entre otros, se deben de probar antes de los 12 meses. Si un bebé es alérgico a un alimento lo será a los 6 meses, al año o a los dos años. La diferencia es: entre más grande es un bebé la reacción alérgica será más grave, y entre más temprano lo presentemos la reacción de alergia es más leve y se favorece la tolerancia gastrointestinal a estos alimentos.

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En esta etapa se vale jugar con la comida, por medio del juego pueden involucrar todos sus sentidos. El objetivo es que prueben diferentes sabores, conozcan variedad de aromas, vean muchos colores y toquen texturas y consistencias diferentes. Esto promueve una mejor aceptación hacia los alimentos.

El tipo de alimentación que lleve el bebé en esta etapa tendrá un impacto muy importante en la salud de su vida adulta. Es responsabilidad de los cuidadores principales elegir alimentos naturales (frutas, verduras, leguminosas, grasas vegetales) y evitar alimentos procesados con azúcar añadida, de preferencia hasta los 2 años. Estas acciones previenen enfermedades crónicas en la vida adulta como obesidad, diabetes e hipertensión.

Recuerda que es muy importante predicar con el ejemplo, ya que estamos instaurando hábitos para toda la vida.

Es recomendable que al inicio de la alimentación complementaria las familias busquen la asesoría de un equipo multidisciplinar, este equipo, además del pediatra, debe de estar conformado por un especialista en nutricón pediátrica.

Disfruta esta etapa que es una de las más bonitas y muy importante para el futuro de tu bebé.

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