Minerales críticos: México en la carrera global

La transición energética exige más minerales críticos de los que el mundo produce hoy, por lo que será necesario duplicar o incluso triplicar la oferta global de metales esenciales en los próximos 20 a 25 años, advirtió Fernando Alanís Ortega, analista de minería y expresidente de la Cámara Minera de México (Camimex).

El avance de la electromovilidad, las redes inteligentes y la generación renovable, expresó, está elevando la demanda a niveles inéditos y obligará a desarrollar decenas de nuevas minas en distintos países.

Señaló que cumplir con los escenarios globales, como “Net Zero”, implicará desarrollar 261 nuevas minas, tan sólo para cubrir la demanda asociada a electromovilidad y baterías; el cobre requerirá 61 nuevas operaciones y una inversión global acumulada de 492 mil millones de dólares.

Faltan políticas

México tiene condiciones geológicas favorables y liderazgo natural en al menos siete minerales críticos, dijo, pero el país aún no cuenta con una estrategia formal como la de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea o Australia que ya definieron listas oficiales, mecanismos de abastecimiento y políticas de impulso a la exploración.

En contraste, agregó que el entorno regulatorio mexicano ha limitado la apertura de nuevos proyectos y frenado el crecimiento de la producción en minerales clave para las cadenas globales de valor.

Alanís Ortega consideró que esta falta de actualización podría dejar a México fuera de sectores estratégicos ligados al “nearshoring”: electromovilidad, electrónica avanzada, aeroespacial y manufactura de equipo eléctrico.

“Los países que han avanzado en su política de minerales críticos lo han hecho a partir de tres pilares: garantizar suministro estable, incentivar la exploración y fortalecer la sostenibilidad en toda la cadena productiva”, comentó.

Sonora en el mapa minero

En ese contexto, Sonora es observado como un actor indispensable: el estado es uno de los principales productores de cobre en México, expuso el especialista, un metal catalogado como crítico y esencial para líneas de transmisión, motores eléctricos, paneles solares, centros de datos y sistemas de energía.

Según Alanís, la demanda mundial de cobre aumentará en 4 millones de toneladas para 2030 y 16 millones hacia 2050, lo que hará indispensable potenciar regiones productoras como la entidad.

“México necesita una política minera moderna, con visión de estado, que promueva exploración, innovación tecnológica y coordinación entre gobierno, empresas y comunidades”, consideró.

De lo contrario, indicó, el país podría depender de naciones que ya dominan la producción y refinación de minerales estratégicos, especialmente China, líder en 19 de los 21 elementos críticos para la transición energética.