¿Cómo se arrulla al Niño Dios en Navidad y qué oración se reza?
El ritual, las oraciones y el sentido espiritual de una de las tradiciones más importantes de la Navidad

CIUDAD DE MÉXICO.- En millones de hogares, templos y espacios públicos, la Navidad comienza frente a un nacimiento. El pesebre no es solo un adorno: representa el momento del nacimiento de Jesús y concentra el sentido espiritual de estas fechas. En torno a él se reúnen familias completas para recordar un mensaje central del cristianismo: humildad, esperanza y amor.
Uno de los actos más representativos ocurre la noche del 24 de diciembre, cuando se realiza el ritual de arrullar al Niño Dios. Esta práctica, vigente en gran parte de México y otros países de tradición católica, combina oración, cantos y convivencia familiar.
La información que aquí se presenta se basa en la tradición litúrgica y catequética de la Iglesia católica y en prácticas documentadas en comunidades parroquiales, replicadas por medios nacionales como El Heraldo de México.
¿Qué es arrullar al Niño Dios y por qué se hace en Nochebuena?
Arrullar al Niño Dios es un acto simbólico que recuerda el nacimiento de Jesús en Belén. Se realiza la noche del 24 de diciembre, antes o después de la cena, como una forma de preparar el corazón para la Navidad.
El gesto consiste en tomar la imagen del Niño Jesús, cantarle, rezar y finalmente colocarlo en el pesebre. Para muchas familias, este momento marca el inicio formal de la Navidad y refuerza la unión entre generaciones.

El significado espiritual del arrullo
Desde la fe católica, arrullar al Niño Jesús permite reflexionar sobre un Dios cercano que se hace niño. Al contemplarlo en el nacimiento, se recuerda el misterio central de la Navidad: Dios hecho hombre.
Este acto sencillo coloca a Cristo en el centro de la vida familiar y se vive como un momento de paz, gratitud y esperanza. También invita a pensar en quienes viven en pobreza, soledad o duelo, integrando la oración con la solidaridad.
¿Quiénes participan y cómo se organiza el ritual?
La tradición indica que sean los padres quienes arrullen al Niño Dios, en referencia al cuidado de María y José. Sin embargo, pueden participar todos los miembros de la familia.El ritual suele incluir:
- Una oración inicial.
- Lectura breve o reflexión.
- Cantos de arrullo o villancicos.
- Peticiones por la familia y por otras personas.
- La colocación del Niño Jesús en el pesebre.
No existe una única forma correcta. Cada familia adapta el momento según sus costumbres.
¿Cómo rezar al Niño Dios en Navidad?
Durante el arrullo, se eleva una oración que agradece la vida, la familia y el hogar. También se pide que Jesús “nazca en el corazón” de cada persona.
El rezo suele acompañarse de cantos suaves y silencio, creando un ambiente propicio para la reflexión.
Oración tradicional para arrullar al Niño Dios en Nochebuena
- TODOS
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
- Lector 1
Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:
En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por nuestros amigos, vecinos y por las personas que trabajan con nosotros.
Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por haber venido al mundo a llenar nuestras vidas.
En esta noche hermosa, al contemplar el pesebre, recordamos de manera especial a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar. También recordamos a quienes han sido llamados a tu presencia y que en esta noche gozan contemplando tu rostro en el cielo.
- Lector 2
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca en nuestros corazones como nació en Belén, para que podamos regalarle a otros el amor que Tú nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.
Que junto con tus ángeles y arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote.
(En este momento alguien de la familia o comunidad pone al Niño Jesús en el pesebre)
- Lector 3
Santísima Virgen María, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre buena.
Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor. Intercede por todas las familias del mundo para que en cada hogar haya calor, seguridad, paz y reconciliación. Amén.
Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
- TODOS
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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