2026: el campo ajusta su ruta

El ciclo agrícola 2025-2026 inició en Sonora entre cautela y expectativa: la sequía sigue condicionando decisiones y la superficie sembrada continúa por debajo del potencial histórico, pero las lluvias de fin de verano dieron un respiro a los distritos y permitieron arrancar el año agrícola con reservas más estables.

A ello se suma un presupuesto federal que refuerza los recursos hídricos para el estado y un ambiente más sólido para la inversión en tecnología de riego y agricultura de precisión.

En este escenario, líderes del sector coinciden en que 2025 fue un año difícil, atravesado por la falta de agua, los altos costos de producción, la volatilidad del tipo de cambio y tensiones comerciales.

Pero también señalan que 2026 podría estabilizarse si se mantienen las condiciones hídricas, se ordenan los mercados y se fortalecen las gestiones institucionales.

Sector resiliente

Para Alberto Cruz Elías Calles, presidente de la Asociación de Productores de Hortalizas del Yaqui y Mayo (Aphym), el ciclo anterior estuvo marcado por la poca disponibilidad y la baja calidad del agua, además de retos comerciales y barreras no arancelarias que complicaron la exportación.

Aun así, subrayó que el sector mantiene su capacidad de adaptación ante factores como el tipo de cambio, la mano de obra y la volatilidad de los mercados.

El productor advirtió que en 2026 la revisión del T-MEC será un tema central, por lo que se requiere acompañamiento de las autoridades y propuestas sólidas del sector.

A nivel productivo, estimó que la superficie sembrada podría reducirse alrededor de 25%, aunque con mejores condiciones hídricas gracias al agua rodada combinada con pozos.

“Ha sido un año complicado con retos en agua, calidad, mercados y tipo de cambio, pero el sector hortícola ha demostrado que sabe adaptarse a las condiciones que se le presentan”, afirmó Cruz Elías Calles.

Tomate: entre cuotas y retos

Para el presidente del Sistema Producto Tomate en Sonora, Manuel Cázares Castro, 2025 fue un año especialmente complicado por el arancel del 17.09% fijado en julio.

Aunque el impacto sigue asimilándose, afirmó que el sector trabaja en un precio mínimo nacional con el fin de evitar acusaciones de “dumping” y posibles incrementos arancelarios que podrían llegar al 30 o 50%.

Refirió que el tomate enfrenta múltiples factores externos -insumos, clima, tipo de cambio y posiciones políticas en Estados Unidos-, pero al mismo tiempo insistió en que el mercado estadounidense sigue necesitando el producto sonorense, lo que podría abrir oportunidades futuras si se logra estabilidad comercial.

“Estamos digiriendo la cuota compensatoria, pero si ordenamos la industria y evitamos caer en ‘dumping’, podremos proteger el mercado y evitar aranceles de 30 o 50%”, expresó.

Agua, avances y presiones

Mario Pablos Domínguez, presidente del Distrito de Riego del Río Yaqui, reconoció avances en apoyos federales y la recuperación de los pagos pendientes del ciclo 2023-2025, pero también mostró preocupación por la reducción del apoyo de 300 a 140 toneladas.

También advirtió sobre los efectos de la reforma a la Ley de Aguas, especialmente en transmisiones de derechos, y confirmó que el distrito ha presentado propuestas formales para evitar afectaciones.

Sobre la operación de la infraestructura, destacó que algunos módulos iniciaron riegos con ligeros atrasos debido a entregas de obra, pero tienen confianza en que la obra ya consolidada permitirá mejorar la productividad.

En el caso de la papa, Eduardo Pedroza Ramos, presidente del Sistema Producto Papa, señaló que el sector encara 2026 con expectativas positivas tras la mejora en la calidad del agua.

No obstante, advirtió que siguen denunciándose incumplimientos en los protocolos de comercialización de papa importada, lo que afecta al productor nacional.

“Tenemos esperanza de que 2026 sea un buen año; contamos con agua de buena calidad y necesitamos elevar el consumo de papa mexicana”, manifestó.