“Hobby Dogging”: así es la nueva moda viral de pasear perros imaginarios que nació en Alemania

El “Hobby Dogging” es una nueva tendencia viral que consiste en pasear, entrenar y hasta hacer ejercicios de obediencia con perros imaginarios: participantes llevan correa, arnés y realizan comandos como si el animal estuviera a su lado. La moda tuvo su origen en Alemania, en la localidad de Bad Friedrichshall, y se ha difundido rápidamente en redes sociales a través de videos y reels.

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Cómo se practica: equipo, ejercicios y sesiones

Quienes participan en hobby dogging usan el mismo equipo que emplean los dueños de perros reales: arnés, correa y, a veces, elementos de adiestramiento como conos y obstáculos. Las sesiones pueden incluir ejercicios básicos (sentado, quieto, marcha al lado), circuitos de agilidad improvisados y prácticas de comunicación no verbal entre “dueño” e “animal” imaginario. La instructora más mencionada en los reportes locales es Barbara Gerlinger, una entrenadora que imparte cursos y talleres para practicar estas rutinas sin mascotas reales.

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Por qué nació la tendencia: orígenes y motivaciones

Según la información publicada en medios, la idea surgió inicialmente como una ocurrencia en un club local y evolucionó a una propuesta que, según sus promotores, busca mejorar la concentración, la postura y las habilidades comunicativas de quienes interactúan con perros reales. Algunos participantes también usan la actividad como homenaje a mascotas fallecidas o simplemente como una práctica lúdica sin los gastos y la responsabilidad que implica tener un animal.

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Reacción en redes y difusión internacional

Los videos de hobby dogging se volvieron virales en plataformas como Instagram, TikTok y YouTube, donde usuarios muestran desde prácticas serias hasta clips humorísticos. La mezcla de sorpresa, incredulidad y curiosidad provocó una rápida expansión del fenómeno fuera de Alemania, con cobertura de medios internacionales que describen la actividad como una tendencia curiosa y a veces polémica.

Quiénes participan y qué dicen los promotores

Los participantes reportados van desde personas que buscan practicar sin las distracciones que trae un animal real, hasta asistentes que lo ven como ejercicio mental o forma de terapia ligera. La entrenadora Barbara Gerlinger ha defendido su propuesta argumentando que gran parte de los problemas en el adiestramiento canino provienen del manejo humano, y que este tipo de “secos ejercicios” permiten enfocarse en la técnica del guía antes de incorporar a la mascota.

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¿Se quedará como moda o evolucionará?

A día de hoy, hobby dogging aparece como una tendencia nacida en Alemania y acelerada por las redes; algunos lugares han reportado cursos y talleres puntuales, pero todavía no hay indicios de una adopción masiva establecida a largo plazo. Como muchas modas virales, su continuidad dependerá de la aceptación social, la cobertura mediática y si los promotores logran darle un marco práctico —por ejemplo, vinculado formalmente al adiestramiento— que la legitime ante el público.

Beneficios para la salud mental que señalan sus promotores

Además de la curiosidad que ha despertado en redes sociales, el hobby dogging ha sido presentado por sus impulsores como una práctica con posibles beneficios para la salud mental y emocional. De acuerdo con declaraciones retomadas por medios europeos e internacionales, quienes participan aseguran que la actividad ayuda a reducir el estrés, mejorar la concentración y fomentar rutinas de movimiento al aire libre.

La entrenadora alemana Barbara Gerlinger, una de las figuras asociadas a esta tendencia, ha explicado en entrevistas que la práctica se enfoca en la atención plena, la coordinación y la comunicación corporal, elementos que, según su planteamiento, pueden generar una sensación de calma y control. Medios que han cubierto el fenómeno señalan que algunos participantes describen la experiencia como una forma de ejercicio mental similar a técnicas de visualización o simulación utilizadas en otros ámbitos.

Asimismo, algunos asistentes han mencionado que el hobby dogging funciona como una actividad simbólica para personas que han perdido a una mascota, ya que les permite mantener una rutina asociada al paseo y al vínculo emocional sin tener un animal real. Otros lo practican como una dinámica grupal que favorece la socialización, especialmente en contextos urbanos donde las actividades comunitarias al aire libre son limitadas.

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Aunque los beneficios mencionados provienen principalmente de testimonios y de los propios promotores de la tendencia, varios reportes destacan que el componente de movimiento físico, contacto con espacios verdes y estructura de rutina son factores que suelen asociarse con bienestar emocional, razón por la cual esta práctica ha sido presentada por algunos medios no solo como una excentricidad viral, sino como una actividad que sus seguidores consideran positiva para su estado anímico.

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