Acelga: la verdura de invierno que puede ayudar a mejorar la circulación, fortalecer el sistema inmune y aportar hierro
La acelga es una verdura de invierno rica en hierro, magnesio y antioxidantes. Conoce cómo ayuda a la circulación, al sistema inmune y a la digestión, y cómo integrarla a tu dieta diaria.

Durante la temporada de frío, la alimentación juega un papel clave para mantener la energía, la circulación y el equilibrio del organismo. Entre las opciones disponibles en el mercado, existe una verdura de hoja verde que destaca por su aporte nutricional y por su facilidad para integrarse en platillos cotidianos. Se trata de la acelga, un alimento de temporada que puede contribuir al cuidado de la salud durante el invierno.
Disponible principalmente de octubre a abril, la acelga puede consumirse en ensaladas, pastas, guisos, cremas o como acompañamiento. Su perfil nutricional la convierte en una opción frecuente dentro de planes de alimentación enfocados en la salud cardiovascular y digestiva.

¿Qué es la acelga y por qué se considera una verdura nutritiva?
La acelga pertenece a la misma familia que la remolacha, aunque, a diferencia de esta, la parte comestible son sus hojas y tallos, donde se concentra la mayor cantidad de nutrientes. Así lo explica la Organización de Consumidores y Usuarios, que destaca su valor dentro del grupo de verduras de hoja verde.
Su consumo regular se asocia con una dieta equilibrada, especialmente en épocas donde el cuerpo enfrenta cambios de temperatura y mayor desgaste físico.
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¿Qué nutrientes aporta la acelga?
De acuerdo con datos de la Cleveland Clinic, una taza de acelga cocida aporta aproximadamente:
- 35 calorías
- 0.1 g de grasa
- 7.2 g de carbohidratos
- 3.2 g de proteína
Además, contiene vitaminas K, A, E y C, así como minerales como magnesio, hierro, potasio, cobre y manganeso. Este conjunto de nutrientes participa en funciones relacionadas con la circulación, la contracción muscular y la oxigenación de la sangre.
¿Por qué la acelga puede ayudar a mejorar la circulación?
La acelga aporta hierro y ácido fólico, dos nutrientes relacionados con la producción de glóbulos rojos. Un nivel adecuado de estos elementos favorece el transporte de oxígeno en el cuerpo, lo que puede apoyar una circulación eficiente.
Asimismo, su contenido de magnesio y potasio contribuye al funcionamiento normal de los vasos sanguíneos y del sistema muscular, aspectos importantes durante el invierno, cuando la sensación de fatiga suele ser más frecuente.

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Beneficios de comer acelga en invierno
Elegir alimentos de temporada permite acceder a productos con mayor concentración de nutrientes. El portal especializado SaludOnNet señala que los vegetales cosechados en su temporada natural alcanzan un punto óptimo de maduración, lo que se traduce en un mejor aporte vitamínico.
En el caso de la acelga, sus beneficios incluyen:
- Apoyo al sistema inmunológico gracias a su contenido de compuestos antioxidantes.
- Prevención de la anemia por su aporte de hierro y ácido fólico.
- Reducción del cansancio asociado a deficiencias minerales.
Fibra, digestión y control del colesterol
La revista médica Tua Saúde destaca que la acelga es rica en fibra, lo que ayuda a regular el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y mantener la salud digestiva.
Además, contiene flavonoides, catequinas y kaempferol, compuestos con acción antioxidante y antiinflamatoria que pueden contribuir a:
- Combatir los radicales libres.
- Ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL.
- Apoyar la salud cardiovascular.
- Controlar los niveles de glucosa en sangre al retrasar la absorción del azúcar.
¿Cómo integrar la acelga a la dieta diaria?
La acelga es una verdura versátil que puede incluirse de distintas formas:
- Salteada con huevo o verduras
- En sopas y cremas
- Como relleno para pastas o empanadas
- En ensaladas cocidas o crudas
Para conservar mejor sus nutrientes, se recomienda cocinarla por poco tiempo o al vapor.

Precauciones a considerar
Aunque es un alimento seguro para la mayoría de las personas, quienes toman anticoagulantes deben moderar su consumo debido a su alto contenido de vitamina K. Ante dudas específicas, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud.
La acelga es una verdura de invierno accesible, nutritiva y fácil de preparar. Su aporte de hierro, fibra y antioxidantes la convierte en una aliada para la circulación, la digestión y el sistema inmune durante la temporada de frío. Incluirla en la alimentación diaria puede ser una forma sencilla de cuidar el cuerpo en los meses más demandantes del año.
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