Rituales sencillos para activar la abundancia durante la Navidad

Para muchas personas en México, la temporada de diciembre no se limita a la cena familiar, los regalos y los festejos. Existe una dimensión paralela, cargada de simbolismo y esperanza, donde estas fechas son vistas como un momento único. Se considera un período en el que, simbólicamente, se abren portales de energía positiva ideales para atraer abundancia, renovar metas y pedir deseos a través de rituales.

Esta práctica busca materializar aspiraciones para el año entrante y cargarse de una energía asociada al amor, la fortuna, la salud y el éxito. Aunque algunos rituales son ampliamente compartidos, otros ganan popularidad por la efectividad que sus practicantes les atribuyen. Aquí te presentamos, con ayuda del portal El Heraldo de México, una guía de algunos de los más conocidos, diseñados para realizarse con elementos sencillos y de bajo costo.

¿Por qué realizamos rituales en Diciembre?

La respuesta radica en un principio de renovación. El cierre de un ciclo anual genera una reflexión natural. Se trata de un momento psicológico y cultural propicio para “dejar atrás lo negativo” que pudo frenar el progreso y visualizar un nuevo comienzo. Los rituales funcionan como herramientas de enfoque. Concretan en acciones simbólicas los deseos abstractos, dándoles una forma tangible y un momento específico para manifestarlos. No requieren de una fuerte inversión económica, sino de intención y simbolismo.

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Rituales accesibles para la temporada

Esta selección responde a la pregunta común: ¿qué se puede hacer sin una gran inversión? La clave está en la acción y la intención.

1. El poder de la ropa interior: Color que atrae

Es uno de los más populares. Consiste en usar ropa interior de colores específicos durante la cena de Navidad o Año Nuevo. El color rojo se asocia tradicionalmente con la atracción del amor y la pasión. El color amarillo se vincula con la prosperidad económica y la abundancia. Es una práctica discreta y personal que muchos inician el año con esta prenda cargada de significado.

2. Las doce uvas: Un deseo por cada campanada

Este ritual, de origen español, es una tradición firmemente arraigada. Consiste en comer una uva con cada una de las doce campanadas que marcan la medianoche del 31 de diciembre. Cada uva representa un deseo o una meta específica para cada uno de los doce meses del año entrante. La clave está en pensar con claridad en cada deseo mientras se come la uva correspondiente.

3. La caminata con la maleta: Viajes y movimiento

Para quienes anhelan viajar o tener un año de dinamismo, este ritual es el favorito. Consiste en salir a caminar a la medianoche del 1 de enero con una maleta vacía. Se puede dar una vuelta a la manzana o simplemente recorrer el interior de la casa. El acto simboliza la invitación a los viajes y al movimiento, atrayendo nuevas oportunidades y experiencias.

4. El billete en el zapato: Caminar con prosperidad

Este ritual se realiza la noche del 24 o del 31 de diciembre. Antes de la cena o de recibir el año nuevo, se coloca un billete (puede ser de cualquier denominación) dentro del zapato derecho que se vaya a utilizar. El simbolismo es directo: representa el “caminar” con prosperidad durante todo el año que comienza.

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5. La lista de agradecimientos y deseos

Este es un ritual de papel y pluma que fomenta la reflexión. Se enciende una vela blanca o dorada. En un papel, se escriben tres cosas por las que se está genuinamente agradecido del año que termina. Luego, se escriben tres deseos claros de prosperidad para el año nuevo. El papel se dobla y se guarda en un lugar especial, como la billetera o un rincón dedicado, para recordar las intenciones.

6. Las siete monedas: Haciendo entrar la riqueza

Este ritual es progresivo. Consiste en colocar siete monedas (preferentemente del mismo valor) en un platito pequeño, el cual se ubica cerca de la puerta principal de la casa. Se dejan allí desde el 24 de diciembre. El 1 de enero, las monedas se recogen y se llevan al interior de la casa, colocándolas en un lugar visible. El acto simboliza el paso de la riqueza del exterior al interior del hogar.

7. La quema de intenciones: Soltar para recibir

Este es un ritual de liberación y apertura. Requiere dos papeles. En el primero, se escriben con honestidad los bloqueos, los hábitos o las situaciones que se desean dejar atrás definitivamente. En el segundo papel, se escribe lo que se quiere atraer. En un lugar seguro (como un cenicero o recipiente metálico), se prende fuego al primer papel, visualizando cómo se libera aquello que ya no sirve. El segundo papel con los deseos nuevos se conserva, señalando la apertura a lo nuevo.

Tradición, fe y psicología popular

Estas prácticas no son un fenómeno nuevo. Se enmarcan en una larga tradición de sincretismo cultural donde creencias prehispánicas, católicas y espiritistas se han mezclado a lo largo de la historia de México. Su persistencia habla de una necesidad humana universal: la de ejercer cierto grado de agencia sobre el futuro y encontrar consuelo y esperanza en la transición.

Desde una perspectiva utilitaria, los especialistas en comportamiento a menudo señalan que el valor de estos rituales puede radicar en su poder para establecer una “línea de salida” mental. Al marcar un momento específico con una acción concreta, las personas pueden comprometerse psicológicamente con sus metas, iniciando el año con un sentido de propósito renovado y claridad sobre sus objetivos.

En última instancia, más allá de su efectividad literal, estos rituales forman parte del tejido cultural de las fiestas. Ofrecen un momento para la pausa, la introspección y la manifestación de esperanzas compartidas por millones al unísono, mientras el reloj marca el inicio de un nuevo ciclo.