Cultura y sabor: conoce Sonora a través de su mesa

En Sonora, la cultura se saborea y cada plato cuenta una historia hecha de territorio, tradición y orgullo; la carne sonorense, reconocida por su calidad en todo México, es más que un producto: es símbolo de hospitalidad y carácter.

Durante el festival, visitantes nacionales y extranjeros descubren en los asadores, restaurantes y cocinas familiares el alma cálida del Norte.

Su preparación —al carbón, en cortes finos o en guisos tradicionales— forma parte del patrimonio que el Gobierno de Sonora busca revalorar y promover, especialmente en un momento en que el consumo cárnico requiere nuevas estrategias de impulso.Cada edición del FAOT invita a vivir una experiencia sensorial: los aromas de la carne asada, la machaca y los vinos del desierto se mezclan con el eco del bel canto, el jazz o la música popular.

Estilos

El corazón musical del FAOT 2026

En Álamos, el sabor también es arte y los productores locales lo saben bien: “Nuestra comida no es sólo alimento, es una manera de contar quiénes somos”.Para 2026, el festival agrega un toque mágico con la participación de Marruecos como país invitado de honor, estableciendo un diálogo entre dos culturas que valoran la mesa como punto de encuentro.

Desde el cuscús y el tajine hasta los tés con menta y las especias del Magreb, la gastronomía marroquí se suma a la sonorense en un cruce de sabores y tradiciones.

“La cocina, como la música, une corazones”, afirmó el embajador Abdelfattah Lebbar, al resaltar la afinidad entre la hospitalidad africana y la sonorense.Así, entre guitarras, aromas y especias, el FAOT 2026 se convierte en una experiencia que celebra la diversidad cultural a través del gusto y el arte.

Tradición internacional: países invitados

Desde hace más de dos décadas, el FAOT se distingue por su vocación internacional: cada año un país invitado comparte su arte, su historia y su visión contemporánea, fortaleciendo los lazos entre Sonora y el mundo.Marruecos, invitado especial en 2026, marca una nueva etapa de diálogo entre África y América, uniendo a dos regiones que ven en la música, la danza y la gastronomía expresiones de identidad y orgullo.

Su presencia traerá ritmos andalusíes, danzas bereberes y coloridas expresiones del Magreb que enriquecerán el espíritu del festival.A lo largo del tiempo, el FAOT ha recibido a España, Francia, Cuba, Italia, Estados Unidos y Chile, entre otros países, dejando huellas que perduran: conciertos memorables, exposiciones, intercambios académicos y colaboraciones artísticas que trascienden fronteras.Con la llegada de Marruecos, el festival reafirma su vocación global y su mensaje de paz y entendimiento, recordando que la música y la cultura —como la buena mesa— son los puentes más sólidos entre los pueblos.