Ponche de frutas: quiénes no deberían tomarlo y por qué

El ponche de frutas es un símbolo de las fiestas decembrinas en México. Su aroma a canela, tamarindo y frutas cocidas evoca reuniones familiares y celebración. Sin embargo, detrás de su aparente inocuidad por ser una bebida a base de frutas, existen consideraciones de salud que todo consumidor debe conocer.

Esta bebida tradicional, cuyo origen se remonta a culturas antiguas y que en México fusionó ingredientes prehispánicos con europeos, según lo retomado por El Universal, puede representar un riesgo glucémico significativo para personas con diabetes o condiciones metabólicas específicas.

1. Orígenes e identidad: Más que una simple bebida caliente

El ponche mexicano no surgió de manera aislada. Historiadores apuntan a que su antecedente podría ser el “panch”, una preparación persa antigua. En México, la receta evolucionó con la Colonia, integrando frutas autóctonas como el tejocote y la guayaba con ingredientes traídos por los españoles, como la caña de azúcar y la canela. La receta base incluye agua, tejocote, caña, tamarindo, guayaba, ciruelas pasas, canela y piloncillo.

Estilos

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No obstante, existen múltiples variantes modernas que incorporan rompope, leche, jamaica o bebidas alcohólicas como el ron, lo que modifica también su perfil nutricional.

2. La realidad nutricional: Azúcar y carbohidratos en foco

La creencia de que el ponche es “saludable” por contener frutas requiere una revisión. Según datos del contador nutricional FatSecret, una taza de ponche tradicional aporta aproximadamente 114 calorías y 28.8 gramos de carbohidratos, principalmente azúcares. Esta concentración se debe a la combinación de frutas ricas en carbohidratos (guayaba, caña, tamarindo) con endulzantes añadidos como el piloncillo o la miel.

La Asociación Mexicana de Diabetes en la Ciudad de México es enfática: la mezcla de la sacarosa natural de las frutas con azúcares añadidos “no es apta para personas con diabetes”. El IMSS recomienda directamente evitar su consumo en estos casos. Un estudio citado por Applied Food Research añade que el uso de frutas muy maduras en la preparación puede elevar la glucosa en sangre con mayor rapidez. Por ello, la conclusión es clara: el ponche no debe consumirse si se padece diabetes o se sigue una dieta estricta baja en carbohidratos.

3. Beneficios para quienes pueden consumirlo con moderación

Para las personas sin condiciones relacionadas con la glucosa, el ponche, consumido con moderación, puede aportar nutrientes valiosos, especialmente en temporada invernal. Sus ingredientes principales ofrecen beneficios específicos:

• Guayaba: Rica en vitamina C, contribuye a fortalecer las defensas inmunológicas.
• Tejocote: Aporta vitamina A, hierro y calcio, minerales importantes para huesos y sistema nervioso.
• Caña de azúcar: Contiene antioxidantes, potasio, magnesio y vitaminas del complejo B, proporcionando energía rápida.

La clave está en entender que estos beneficios coexisten con un alto contenido de azúcar.

4. Consejos prácticos para un consumo más consciente

Si decide incluir el ponche en sus celebraciones, estas recomendaciones pueden ser de utilidad:

• Modere la porción: Disfrute de una taza pequeña en lugar de servir porciones abundantes.
• Prefiera la fruta con cáscara y en punto menos maduro: Al cocinarla con cáscara se conserva más fibra, lo que puede ayudar a moderar la absorción de azúcares. Evitar frutas en estado de sobre-maduración reduce el índice glucémico de la preparación.
• Controle el endulzante: Considere reducir la cantidad de piloncillo o miel durante la cocción. El dulzor natural de las frutas cocidas puede ser suficiente.
• Información es poder: Si tiene diabetes, prediabetes o dudas sobre su dieta, consulte a un profesional de la salud antes de consumirlo. Las recomendaciones del IMSS y las asociaciones de diabetes son una guía confiable.

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El ponche de frutas es una tradición cultural valiosa y un placer estacional. Como con muchas tradiciones gastronómicas, el disfrute pleno reside en el conocimiento. Comprender su perfil nutricional permite tomar decisiones informadas, priorizando la salud sin necesariamente renunciar a los sabores que dan identidad a nuestras festividades.

La moderación y la adaptación de la receta son las mejores herramientas para seguir compartiendo esta bebida, de manera responsable, en torno a la mesa familiar.