¿Qué significa cuando un perro aúlla en la madrugada? Esto dicen las creencias sobre la muerte
Especialistas explican las razones naturales detrás de este comportamiento.
Para muchas personas, el sonido profundo y prolongado del aullido de un perro durante la madrugada puede resultar una experiencia inquietante. En diversas culturas, incluida la mexicana, este evento suele asociarse con creencias populares que hablan de presagios, energías negativas o encuentros con lo paranormal, según lo retomado por Excelsior. Sin embargo, lejos de estas interpretaciones, la ciencia del comportamiento animal ofrece explicaciones naturales y basadas en la evolución para entender esta conducta.
La herencia del lobo: La comunicación que perdura
El aullido no es un acto aleatorio o misterioso, sino una forma de comunicación ancestral heredada de los lobos, antepasados directos de los perros domésticos. En estado salvaje, los lobos utilizan el aullido para mantener el contacto a distancia con su manada, alertar sobre peligros potenciales o marcar los límites de su territorio.
Los perros modernos conservan este instinto. Cuando un perro aúlla en casa, puede estar intentando comunicar que algo en su entorno le incomoda, que ha detectado un cambio o, simplemente, que busca la atención de su familia.
Aunque se ha especulado que los perros podrían reaccionar a presencias sobrenaturales debido a sus sentidos agudizados —especialmente el oído y el olfato—, es crucial destacar que no existe ningún estudio científico que avale la capacidad de los perros para percibir fantasmas o entidades espirituales.
Causas reales del aullido nocturno
Expertos en etología canina han identificado varias razones comunes y naturales que explican por qué este comportamiento se acentúa durante la noche o la madrugada.
- Ansiedad por separación: Los perros son animales sociales. Si duermen solos o en una habitación separada, el aullido puede ser una manifestación de estrés o angustia por la soledad, buscando reconfortarse con la compañía de su dueño.
- Estimulación sonora imperceptible: Lo que para los humanos es silencio, para un perro puede ser un concierto de sonidos. Ruidos de alta frecuencia, ladridos lejanos de otros canes, sirenas de emergencia o incluso aparatos electrónicos pueden activar su instinto de responder con un aullido, tal como lo haría con su manada.
- Falta de actividad física o mental: Un perro que no ha tenido suficiente ejercicio o estimulación mental durante el día puede acumular energía. Esta energía reprimida suele manifestarse en comportamientos disruptivos durante la noche, como los aullidos.
- Dolor o malestar físico: Un aullido lastimero y repentino puede ser un indicio de que el animal padece una dolencia, una enfermedad o una simple incomodidad. Es una de las causas que requieren mayor atención.
- Problemas cognitivos en perros seniors: En perros de edad avanzada, el Síndrome de Disfunción Cognitiva —similar al Alzheimer en humanos— puede causar desorientación, confusión y ansiedad, lo que deriva en aullidos, particularmente en la oscuridad de la noche.
¿Puede el aullido ser una advertencia de peligro?
Si bien el aullido no anuncia encuentros con fantasmas, sí puede ser una señal de que el perro está percibiendo algo inusual en el ambiente que escapa a la percepción humana. Numerosos dueños relatan que sus perros aullaron justo antes de que ocurriera un evento grave, como un accidente o una crisis de salud en la familia.
Aunque no hay consenso científico sobre la capacidad de presagiar el futuro, sí está comprobado que los perros son extremadamente sensibles para captar cambios sutiles en:
- El comportamiento y las rutinas de las personas.
- El estado emocional, detectando ansiedad o estrés.
- La salud física, pudiendo olfatear o intuir condiciones médicas como bajos niveles de azúcar en sangre, la inminencia de una convulsión o ciertos tipos de cáncer.
Recomendaciones para manejar los aullidos nocturnos
Si los aullidos de su perro se han vuelto constantes y afectan el descanso familiar, se sugieren las siguientes acciones:
- Prioriza una evaluación veterinaria: Si el aullido es nuevo o va acompañado de otros síntomas, la primera medida debe ser una consulta con el veterinario para descartar cualquier causa médica subyacente, como dolor o deterioro cognitivo.
- Revisa y enriquece su rutina diaria: Asegúrate de que tu perro realice suficiente ejercicio físico y mental durante el día. Un paseo largo, juegos de olfato o juguetes interactivos pueden ayudar a que llegue a la noche más cansado y tranquilo.
- Bríndale mayor compañía y seguridad: Si la soledad es el detonante, permitir que duerma en la misma habitación o dejar a su alcance una prenda con el olor de su dueño (como una manta o una camiseta usada) puede reducir significativamente su ansiedad.
- Controla los estímulos externos: Cerrar ventanas, emplear cortinas gruesas o generar “ruido blanco” (con un ventilador o una app especializada) puede ayudar a amortiguar los sonidos del exterior que desencadenan el instinto de aullar.
- No refuerces la conducta: Es fundamental no premiar el aullido con atención. Si acudes a consolarlo o regañas cada vez que aúlla, aprenderá que es una forma efectiva de conseguir tu reacción. En su lugar, se recomienda ignorar el comportamiento y recompensarlo con caricias o palabras amables solo cuando esté en silencio y tranquilo.
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