6 mitos de la nutrición deportiva que están arruinando tu rendimiento (y aún crees que son verdad)
Rompiendo falsos conceptos sobre la alimentación en el deporte: descubre qué mitos de la nutrición deportiva pueden estar afectando tu rendimiento y salud.

En el mundo del deporte y el fitness, la alimentación es un pilar fundamental. Sin embargo, en torno a ella circulan innumerables mitos y creencias populares que, lejos de ayudar, pueden entorpecer el rendimiento y la salud. Es hora de separar la realidad de la ficción y descubrir qué hay detrás de las afirmaciones más comunes sobre la nutrición deportiva.
Mito 1: “Las proteínas en polvo son solo para culturistas”

La realidad: La proteína es esencial para la reparación y el crecimiento muscular en cualquier tipo de actividad física. Un suplemento de proteína en polvo es simplemente una forma conveniente de alcanzar los requerimientos diarios, especialmente para quienes tienen altas necesidades proteicas o un estilo de vida muy activo. No es exclusivo de los fisicoculturistas y puede ser útil para una gran variedad de deportistas, tanto hombres como mujeres.
Mito 2: “Los carbohidratos son malos y deben evitarse”

La realidad: Para los deportistas, los carbohidratos son la principal fuente de energía. Consumir la cantidad adecuada antes, durante y después del ejercicio es crucial para el rendimiento deportivo y la recuperación. El tipo y el momento de ingesta son clave. Por ejemplo, antes de un entrenamiento, se recomiendan carbohidratos de fácil digestión para una energía rápida, mientras que después del ejercicio ayudan a reponer las reservas gastadas.
Mito 3: “Si hago ejercicio, puedo comer lo que quiera”

La realidad: Aunque el ejercicio físico aumenta el gasto calórico, no es una “barra libre” para consumir alimentos poco saludables. La nutrición equilibrada sigue siendo fundamental para la salud, la composición corporal y el rendimiento físico. El cuerpo necesita nutrientes específicos para recuperarse y mejorar, algo que no se consigue con comida chatarra.
Mito 4: “Hay que beber agua solo cuando se tiene sed”

La realidad: La hidratación es clave. La sed es un indicador tardío de deshidratación. Esperar a sentirla para beber puede significar que el rendimiento deportivo ya ha comenzado a disminuir. Mantenerse bien hidratado es un proceso continuo, especialmente para los atletas. Es importante beber agua antes, durante y después del entrenamiento, adaptando la cantidad según la intensidad y las condiciones ambientales.
Mito 5: “Hacer ejercicio en ayunas quemas más grasas”

La realidad: Esta afirmación es polémica y los estudios aún no son concluyentes. Si bien algunos estudios sugieren que el ejercicio en ayunas podría potenciar la quema de grasa, también puede provocar una disminución del rendimiento físico, especialmente en entrenamientos de alta intensidad o larga duración, ya que el cuerpo carece de la energía necesaria. La pérdida de peso depende más del balance calórico general que del momento específico para hacer ejercicio.
Mito 6: “Las proteínas dañan los riñones”

La realidad: En personas sanas, no hay evidencia científica que demuestre que una ingesta alta de proteínas, dentro de rangos razonables para deportistas, dañe los riñones. El problema surge en quienes ya tienen una enfermedad renal, en cuyo caso sí deben tener precaución con el consumo de proteína.
Al final, la mejor estrategia es informarse siempre con fuentes confiables y, en caso de dudas, consultar a un profesional de la nutrición deportiva.
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