CONOCE A LA BANDA

Rubén Bustamante Gareliz
La voz soñada de 3 Ríos
El vocalista de la banda cumplió el sueño que lo acompañó desde la infancia: cantar en la agrupación que admiraba.
Como buen Piscis, Rubén Bustamante Gareliz lleva la empatía a flor de piel: gentil y amable, el vocalista de Banda 3 Ríos transmite en el escenario la sensibilidad que desde niño cultivó con una grabadora que su madre le regaló a los cinco años.
Aquel detalle marcó el inicio de un camino que nunca más abandonó: hoy disfruta el escenario, la cercanía con los fans y la oportunidad de darles voz a clásicos y a sus propias composiciones.
Con su abuelo y un tío aprendió los primeros acordes de guitarra, mientras su mamá le escribía letras y lo guiaba con los tonos; la música de banda acompañó su infancia y con el tiempo, un simple mensaje de Facebook lo llevó a cumplir el sueño de ser parte de la agrupación, tras un casting que le abrió las puertas.
En el escenario guarda un recuerdo imborrable: el Palenque de Hermosillo, donde cada nota retumba aún en su memoria como un eco que desea repetir; fuera de él también ha vivido momentos únicos, como aquel día que un fan lo reconoció en una tienda de ropa y le pidió una foto, llamándolo con cariño “El Niño de la 3 Ríos”.
Su voz no sólo ha dado vida a clásicos como “Yo te amo”, también a sus propias composiciones: entre ellas destaca “Cómo enamorarla”, una canción que le pertenece en cada verso; inspirado por Ariel Camacho, Rubén imprime un sello personal que lo hace único en el escenario.
Cuando no está de gira, disfruta la sencillez de lo cotidiano: comer mole o bistec ranchero, pasear a caballo en su pueblo Ónavas y estar cerca de la gente; hoy, la banda resume para él un solo concepto que lo llena de orgullo: éxito.
César José Mada Dugay
Entre la música y la vida sencilla
Con más de dos décadas de trayectoria, César encontró en Banda 3 Ríos el espacio ideal para compartir su herencia musical y conectar con el público a través de la emoción y la humildad.
La música corre por las venas de César: desde niño, creció rodeado de acordes y melodías, pues su familia se ha dedicado por generaciones al mismo oficio: “Es talento que se trae en la sangre”, suele decir.
Esa herencia lo llevó a construir una trayectoria de más de dos décadas, hasta convertirse en una de las voces principales de Banda 3 Ríos.
Su carrera lo ha puesto al lado de figuras como Jenni Rivera, Julión Álvarez, “El Coyote”, Grupo Laberinto y Los Alegres del Barranco; compartir escenario con ellos ha sido un privilegio, pero su mayor satisfacción está en conectar con el público, en sentir esa energía que lo renueva cada vez que canta.
Entre sus recuerdos más entrañables está el día en que, desanimado antes de una presentación, recibió un gesto inesperado: una niña en silla de ruedas se acercó a pedirle una foto y una canción, “Al caer la noche”; esa petición se convirtió en una lección de vida, un recordatorio de que la música puede sanar y dar sentido.
Hoy, César combina su amor por el canto con otras pasiones: los caballos, que montó durante su juventud, y la cocina casera que disfruta con su familia.
Su refugio favorito no es un restaurante de lujo, sino la sazón de su esposa, su madre y su abuela, ese sabor de hogar que lo mantiene con los pies en la tierra.
“La vida sin música sería triste; yo respeto y admiro a todos los que han salido adelante, sobre todo a mis colegas músicos de Sonora”, afirmó con la misma humildad que lo caracteriza dentro y fuera del escenario.
Saúl Torres Verdugo
Con el corazón en el escenario
Saúl es vocalista y animador de la banda: su energía en el escenario, el recuerdo de sus abuelos en el rancho y su amor por la música lo han llevado a cumplir sueños que comenzó a forjar desde la infancia.
“Chamito”, como es llamado de cariño, suele ser el encargado de alegrar los corazones en cada presentación de Banda 3 Ríos; vocalista, bailarín y animador, su energía se refleja en cada “show” y en la manera en que conecta con el público.
Desde niño creció rodeado de música gracias a sus tíos, quienes le enseñaron a cantar y tocar instrumentos; a los catorce años le llegó la inspiración para dedicarse profesionalmente a la música.
Sus primeros escenarios fueron las fiestas de Moctezuma y las Fiestas Patrias de Álamos, experiencias que recuerda con emoción: la multitud, la energía y la entrega del público dejaron huella en él, consolidando su amor por cantar y animar a la gente, un papel que define su rol en la banda.
Hay canciones que marcan recuerdos, y una de ellas es “El rengo del gallo giro”; la cantaba cuando era niño en el rancho, subido en la mesa frente a sus abuelos, quienes lo aplaudían como si estuviera en un concierto.
“Yo les decía que un día iba a cantar en un escenario, y míranos aquí. Me falta uno de ellos, pero sé que desde arriba me está viendo”, dijo con nostalgia.
Además de la música, Saúl disfruta de las sopitas de tortilla que prepara su mamá y sueña con viajar algún día a Chiapas y hasta a Grecia; aunque es Tauro y reconoce de su signo la firmeza y la tranquilidad, bromeó diciendo que eso nada tiene que ver con el ambiente agitado de los conciertos.
En medio de todo, no olvida las lecciones que le deja la gente: “En un evento de Guadalajara me tocó conocer a muchos artistas y también a personas que me habían dicho hace tiempo que iba pa’ arriba. Encontrarlos y que me digan ‘lo estás logrando’ es un sentimiento bien bonito”, contó con emoción.
Gerardo Román Jara Ayón
Música, caballos y clarinetes
El clarinetista comparte recuerdos arriba y abajo del escenario, desde la emoción de presentarse en ExpoGan Sonora hasta los viajes en carretera; encuentra en su música y en el amor a su mamá su motor más grande.
Para Gerardo, clarinetista de Banda 3 Ríos, hay una canción que siempre lo acompaña: “Para toda la vida”: “Se la dedicaría mil veces a mi mamá, porque es el motor más grande que tengo en mi vida”, señaló emocionado.
Su gusto por la música, que viene de familia, lo llevó a integrarse a la agrupación gracias a la recomendación de amigos; en el escenario, recordó como uno de sus momentos más especiales la presentación que tuvieron en el palenque de ExpoGan Sonora, además de las actuaciones en Moctezuma y Álamos.
Si no hubiera sido músico, Jara se habría dedicado de lleno a su carrera como Ingeniero Agrónomo; de hecho, compartió que la agricultura y la ganadería siguen siendo parte importante de su vida cotidiana, al igual que cocinar junto a su papá y disfrutar de la comida hecha en casa.
En el rancho, dijo, encuentra su lugar favorito: montar a caballo con su padre, recorrer el campo y respirar el olor del monte; bajo el signo de Leo, se define como alguien apasionado, a veces vanidoso, pero enfocado en alcanzar lo que se propone.
Su paso por la música, la resumió de manera sencilla pero contundente: “La mejor experiencia que me llevaré en mi vida”.
Omar Geovanni Talamantes Castro
Vive su sueño musical
Con raíces en la música regional y formación profesional en Finanzas, Omar encontró en Banda 3 Ríos la oportunidad de vivir su sueño musical; sus momentos más memorables han sido dentro de la agrupación.
La música regional lo atrapó desde siempre, pero el clarinetista Omar Geovanni Talamantes Castro no sólo encontró en ella su vocación, sino también una manera de conectar con la gente: llegó a Banda 3 Ríos gracias a la invitación de un compañero y desde entonces, se convirtió en parte del sonido característico de la agrupación.
Uno de los recuerdos que más atesora ocurrió fuera del país: “Sin duda uno de los mejores momentos ha sido llevar la música fuera de México, como cuando fuimos a Guatemala”, comentó con emoción; ese viaje, lleno de anécdotas y travesías, marcó su camino dentro de la banda.
Entre el extenso repertorio de la agrupación, hay un tema que le resulta especial: “Yo te amo”; para Omar, esta canción tiene un valor particular porque conecta directamente con los sentimientos que lo inspiraron a dedicarse a la música.
Hoy vive entregado al clarinete, pero su vida pudo haber tomado otro rumbo: al ser licenciado en Finanzas, también se imaginaba trabajando en un banco o dentro del sector financiero.
Sin embargo, el destino lo llevó a estar sobre los escenarios, disfrutando tanto de los viajes como de los regresos a casa, donde la comida casera se convierte en su mayor deleite.
Soñador por naturaleza, tiene entre sus metas realizar un viaje a La Habana, Cuba; dijo sentirse identificado con su signo, Cáncer, por la lealtad y seguridad que lo caracterizan.
El paso por la banda lo resume en una sola idea: “En busca de un sueño”, ese sueño que lo ha llevado a crecer como músico y a vivir experiencias que siempre recordará.
Judas Francisco Baldenegro Valenzuela
Fuego puro sobre el escenario
Judas combina su pasión por la música con su entrenamiento físico, lo que le permite darlo todo en cada presentación y vivir cada experiencia arriba y abajo del escenario como algo único.
No sólo es trompetista de Banda 3 Ríos, Judas Francisco también es entrenador “fitness”, lo que lo ayuda a mantenerse en forma y a ofrecer actuaciones llenas de energía; su signo Aries refleja esa pasión y entrega: fuego puro que se nota en cada interpretación.
La música, sin embargo, está en su sangre: viene de una familia de músicos y comenzó su carrera hace más de 15 años, hasta que exintegrantes de la banda, reconociendo su talento, lo invitaron a unirse a 3 Ríos; desde entonces, ha llevado su pasión a cada escenario, siempre con intensidad y dedicación.
Uno de sus momentos más emotivos ocurrió en la ExpoGan Sonora del año pasado, cuando vio a su familia en primera fila apoyándolo mientras tocaba: “Fue algo muy especial para mí”, recordó; esos instantes fortalecen su amor por la música y la conexión con el público.
Entre los temas que más disfruta tocar está “Para toda la vida”, canción que lo acompañó desde la infancia y lo hizo enamorarse de la banda.
Además, los viajes al Sur del país y a la Ciudad de México son experiencias que atesora, tanto por los lugares que conoce como por la gastronomía que disfruta.
Su experiencia en la banda, la resume en una sola idea: “Algo único y maravilloso que siempre llevaré conmigo en el corazón”, porque cada escenario, cada canción y cada encuentro con el público le han enseñado a valorar la música, a sus compañeros y a sí mismo, disfrutando plenamente del camino que ha elegido.
Miguel Ángel Ferreyra Mejía
Cada escenario, una experiencia
Miguel combina su pasión por la música de banda con el amor por su familia, viviendo cada escenario como una experiencia única y guardando recuerdos inolvidables, como presentaciones y viajes para ver a los suyos.
Desde niño, Miguel Ángel sintió una conexión especial con la música de banda; su entusiasmo lo llevó a unirse a la primera agrupación de su pueblo y poco después, gracias a un conocido, tuvo la oportunidad de cumplir su sueño y formar parte de la Banda 3 Ríos.
Uno de sus momentos más emotivos ha sido compartir escenario con artistas locales de Sonora, disfrutando la energía del público y la complicidad entre colegas.
Además, Miguel guarda un recuerdo entrañable de su familia, por ello su canción favorita es “Mi pasado y mi presente”: “porque tengo una tercia de reinas: mi mamá, mi hija y mi esposa, que en paz descanse”.
Las anécdotas con la banda también son parte de su historia: en un evento en Cananea, terminaron encerrados al final del “show” y tardaron algunas horas en romper el candado que los mantenía dentro; esos momentos inesperados, dice, se transforman en recuerdos que luego provocan risas y aventuras compartidas.
Entre sus inspiraciones musicales está Banda El Recodo, mientras que fuera de la música sueña con haber sido futbolista y disfruta de comidas sencillas como mariscos y burros percherones, especialmente cuando visita a su familia, su viaje favorito.
Su experiencia en la banda la resume en una sola palabra: “Increíble”, porque cada escenario, cada canción y cada momento con sus compañeros le ha permitido vivir plenamente su pasión por la música y la vida.
Carlos Armando Sandoval
El ritmo y la dirección en sus manos
Carlos Armando lidera la música de la banda con pasión y dedicación, disfrutando cada ensayo, cada escenario y cada momento compartido con sus compañeros, mientras inspira a todos con su entrega y sensibilidad musical.
No sólo toca la trompeta: Carlos también dirige la música de la Banda 3 Ríos, lo que le permite dar forma a cada presentación y sentir el pulso del público en tiempo real; su signo Piscis refleja su sensibilidad y compromiso con la música, cualidades que lo definen dentro del equipo.
Desde pequeño, sus padres, ambos músicos, le inculcaron la pasión musical y aunque llegó hace poco a la agrupación, ya mantenía amistad con varios integrantes y había participado en eventos y grabaciones.
Cuando la banda necesitó un integrante nuevo, no dudaron en invitarlo a formar parte de esta gran familia; uno de sus momentos más emotivos en el escenario fue preparar un “show” para los eventos y ver que el público lo disfrutaba, sintiendo que todo el esfuerzo valió la pena.
También recuerda una anécdota durante una presentación para medios: un “tormentón” obligó a desinstalar todo pero el grupo, positivo, tocó bajo la lluvia y terminó pasando un rato muy agradable con todos los asistentes.
Entre sus canciones favoritas están las del disco “Legado de Plata”, que ha tocado muchas veces en vivo y es muestra del trabajo con todo el equipo; fuera del escenario, Carlos disfruta de cosas sencillas como los tacos de carne asada y valora sobre todo el tiempo con su familia, su lugar favorito.
Su experiencia en la banda la resume en una sola frase: “La disciplina y el trabajo en equipo atraen el éxito”, porque cada ensayo, cada presentación y cada momento compartido con sus compañeros le han enseñado a dar lo mejor de sí y a disfrutar del camino que ha elegido.
Cristian Eduardo Tovar Calderón
El potosino más sonorense
Desde San Luis Potosí llegó para integrarse a Banda 3 Ríos, donde ha encontrado el espacio perfecto para transmitir su energía y emociones a través del trombón.
La historia de Cristian Eduardo con la música comenzó en su tierra natal, San Luis Potosí: fue ahí donde nació el gusto que más tarde lo llevaría a dedicarse de manera profesional a este arte; su camino lo condujo hasta Sonora, donde hoy forma parte de Banda 3 Ríos, agrupación a la que llegó gracias a la recomendación de un amigo y a la invitación de un antiguo director.
En el escenario, dijo, encuentra la adrenalina que lo impulsa a dar lo mejor de sí: uno de sus recuerdos más memorables es haber tocado en el Teatro del Pueblo de la ExpoGan Sonora, frente a un público que esperaba mucho de la agrupación.
“Sentí que superamos las expectativas, transmitiendo lo que llevábamos dentro a través de la música”, aseguró; la canción “Recuerdos de un pasado” es una de las que más lo identifican, pues conecta con sus sueños de infancia y con los grandes momentos que ha logrado a lo largo de su trayectoria.
También recuerda con humor una anécdota durante una grabación, cuando la convivencia con colegas de otras agrupaciones terminó en fiesta, al grado de que perdió su celular, aunque ganó amistades y experiencias que guarda con cariño.
“Comenzar un camino nuevo da miedo. Cuando menos lo esperamos, la vida nos presenta un desafío para poner a prueba nuestro valor y enfrentar un cambio”, resume su experiencia en la banda.
César Alejandro Morales García
Hace “tronar” las tarolas
Con la música en las venas y el arte en sus manos, César Alejandro ha hecho de Banda 3 Ríos su segunda familia, viviendo anécdotas, recuerdos y aplausos que lo acompañan en cada presentación.
Creció entre notas musicales y ensayos, herencia de su familia paterna, y tuvo sus primeras pruebas de fuego en la música cuando apoyaba a la banda en algunos eventos; ese contacto le permitió demostrar su talento y cuando se abrió la oportunidad, no dudó en integrarse de lleno a la agrupación, donde se desempeña como tarolero.
Desde entonces, las presentaciones le han dejado momentos inolvidables; lo que más disfruta es sentir el cariño del público al final de cada baile: “Esos comentarios positivos que nos hacen, ese cariño de la gente, es lo que me motiva a seguir”, compartió sonriente.
Soñaba con ser veterinario de niño, aunque la música terminó atrapándolo; hoy disfruta de lo sencillo: los burros percherones y los viajes a Ensenada, Baja California, uno de los lugares que más atesora.
Aunque aseguró que no cree mucho en los horóscopos, le causa gracia saber que comparte signo con Luis Miguel: ambos son Aries.
Entre los temas de la agrupación que más lo marcan está “Presa de tu amor”, canción que lo transporta a su etapa de secundaria y que siempre le despierta recuerdos especiales.
También guarda anécdotas inesperadas, como aquella vez que una pantalla cayó sobre él durante la grabación de un disco en vivo; por fortuna sólo fue un susto, y quedó grabado en su memoria el gesto de apoyo que recibió de sus seguidores.
Alejandro Guadalupe Alcántar Morales
El “corazón” de la banda
En un juego de pelota se definió su llegada a la agrupación; hoy es el pulso de 3 Ríos con su tambora, desde donde colecciona momentos, recuerdos y anécdotas inolvidables en giras.
Todo se decidió en un estadio de béisbol: Alejandro recuerda que estaba en Arizona, viendo a los Diamondbacks con su primo -ya integrante de Banda 3 Ríos-, cuando entre la emoción del juego y la plática en las gradas se concretó su llegada.
“Ahí mismo en el estadio quedó todo definido”, dijo al evocar ese instante que cambió el rumbo de su historia; aunque la música le venía de familia, fue la tambora la que terminó marcando su destino.
Con ella ha vivido momentos inolvidables, como aquel 15 de septiembre de 2025 en Álamos, Sonora durante las fiestas patrias: el ambiente, el público y la energía del escenario le dejaron una huella que calificó como “realmente inolvidable”.
Las giras también han estado llenas de anécdotas, y una de las más simpáticas ocurrió en su primera presentación por la sierra de Sonora: al terminar el evento, el camión partió y él quedó atrás por descuido.
Sin señal y sin saber qué hacer, corrió hasta encontrar dónde comunicarse; hoy ríe al contar que lo fueron a recoger, aunque ya habían avanzado bastante, y lo considera parte de la “bautizada” como nuevo integrante.
Alejandro disfruta la música, pero también valora las cosas simples: el mole con arroz que prepara su mamá es uno de sus mayores gustos, y entre sus recuerdos más especiales está el viaje a Flagstaff, Arizona donde vio nevar por primera vez y jugó en la montaña como niño.
Libra de signo, asegura que se identifica plenamente con las características de su horóscopo, aunque él lo resume mejor: su vida dentro de la agrupación ha sido “única e inigualable, la mejor sin duda”.
Yahir Benjamín Bravo Moreno
La música como destino
Con curiosidad y pasión por la música, Yahir ha recorrido escenarios desde su ciudad natal hasta la Ciudad de México, creando anécdotas inolvidables y dejando su sello en cada canción que interpreta.
Desde pequeño, Yahir soñaba con ser músico como las grandes agrupaciones que admiraba; su camino profesional comenzó gracias a la recomendación de un amigo: esa oportunidad lo llevó a formar parte de Banda 3 Ríos, donde encontró un espacio para explotar su creatividad y su amor por la percusión y el saxofón.
Entre los momentos más emotivos que recuerda sobre el escenario está la vez que acompañó a Gabito Ballesteros; para él, esos instantes son el motor de su carrera, recordando la emoción de compartir su música con un público que lo reconocía y valoraba su trabajo.
Yahir también disfruta experimentar con nuevas canciones: entre sus favoritas están algunas que ha grabado o maqueteado, incluyendo temas de artistas locales y la canción “Pacas de billetes” de Natanael Cano, que aunque no grabó personalmente, participó en la maqueta; estas experiencias le permiten dejar su sello creativo y sentirse parte activa del proceso musical.
Su primera visita a la Ciudad de México con la banda quedó marcada en su memoria; a pesar de los nervios por viajar tan lejos y un inicio de “show” complicado, no permitió que eso lo detuviera, pues la pasión y el compromiso siempre lo llevan a superar los retos.
Su experiencia en la banda, Yahir la define con metáforas musicales: “Fue como una melodía que empezó con fuerza y alegría, pasó por notas difíciles, pero al final se armonizó y quedó todo bien”; entre canciones, viajes y experiencias, cada etapa ha contribuido a formar su identidad dentro de la agrupación.
Jesús Esteban Rivera Corral
Tiene el “sabor” musical
El saxofonista y percusionista de la 3 Ríos encontró en la música un camino que lo conecta con su familia, con los escenarios y con los pequeños placeres que disfruta en la vida.
Amante de los burros percherones y las alitas picosas, Jesús Esteban es de esos músicos que encuentran el equilibrio entre los placeres sencillos y la intensidad de los escenarios; al ejecutar el saxofón alto y las congas, aporta ritmo y frescura a la Banda 3 Ríos, donde lleva años consolidando día a día su trayectoria.
Su historia con la música comenzó desde la infancia: creció en una familia de músicos, y acompañar a su padre a los eventos fue lo que lo impulsó a tomar un instrumento.
“Ése me gusta para aprender”, dijo en una de esas ocasiones, sin imaginar que después de más de once años seguiría dedicado a lo mismo.
El destino lo acercó a la agrupación gracias a la invitación de un viejo amigo de su papá, quien lo integró al proyecto; desde entonces, Esteban ha vivido presentaciones memorables, siendo la explanada de ExpoGan Sonora uno de los escenarios que más lo han marcado.
Pero no todo en la vida de la banda son luces y aplausos: una anécdota que guarda con humor ocurrió en Cananea, cuando el camión se quedó sin aire y pasaron varias horas varados bajo un árbol.
Aquella pausa inesperada, lejos de desesperarlos, se convirtió en un momento de convivencia y reflexión entre los integrantes.
“Mi experiencia dentro de Banda 3 Ríos ha sido satisfactoria”, afirmó convencido Esteban, quien encuentra inspiración en Marc Anthony y en la cercanía de sus compañeros, con quienes comparte la música, los escenarios y la vida en la carretera.
Adán Socorro Flores Lapizco,
Un artista sencillo y noble
Con el tololoche y el bajo quinto, “Chino” aporta a la Banda no sólo su talento, sino también una personalidad humilde, de ésas que disfrutan lo esencial de la vida: aprender, compartir y convivir con la gente.
Aprender cada día, tomar lo mejor de quienes lo rodean y sumar con sencillez al trabajo colectivo es la filosofía de vida de Adán, conocido entre sus compañeros como el “Chino”; músico de tololoche y bajo quinto en la Banda 3 Ríos, ha encontrado en el grupo el espacio perfecto para crecer tanto en lo artístico como en lo personal.
Su entrada a la agrupación se dio de manera natural: un ensayo al que llegó por invitación de “Rubencito” terminó siendo su “casting improvisado” y desde entonces, forma parte de la familia musical.
Con su carácter noble y su gusto por convivir, se ha ganado un lugar en el escenario y en el corazón de quienes lo rodean.
Lejos de los reflectores, Adán refleja su sencillez en lo que disfruta: comer unos buenos frijoles o imaginarse vendiendo “hotdogs” o elotes en la calle, oficios que asegura, respeta y valora porque representan contacto directo con la gente.
“Me gusta ese ambiente de la calle, de tratar con la gente y de ofrecer algo que le saque una sonrisa a alguien”, compartió.
Sus momentos favoritos con la banda los ha vivido en escenarios como Moctezuma o Expogan Sonora, pero también en los imprevistos de carretera que terminan en risas y anécdotas, como aquella vez en que una falla en el aire acondicionado del autobús los hizo compartir un vehículo más compacto, donde viajaron “como sardinas”.
Para él, la música es un camino de aprendizajes constantes y de conexión humana, una experiencia que definió con una palabra inventada: “espapiritatifástica”.
Álvaro Santiago Flores Camacho
Su compañero, el acordeón
Entre cálculos de Geociencias y acordes musicales, Álvaro combina la disciplina de los estudios con la pasión por la música, teniendo al acordeón como su compañero inseparable.
Hoy en día dedica gran parte de su tiempo a estudiar Ingeniería en Geociencias, pero Álvaro Santiago nunca ha dejado de lado el acordeón, instrumento que lo llevó a subirse a escenarios con miles de personas frente a él.
Ese contraste entre la exploración de la ciencia y la melodía de la música ha marcado su vida; su llegada a la banda se dio gracias al vocalista de la agrupación, con quien ya tenía amistad desde antes.
Cuando supo que buscaban acordeonista, pensó en él y lo invitó a formar parte; así, Álvaro encontró el espacio perfecto para compartir su pasión en grandes escenarios como los de Caborca, Hermosillo y Nacozari de García.
En su faceta como músico las canciones que más disfruta interpretar son “La morenita”, de Ramón Vega y “Para toda la vida”, de Banda 3 Ríos; confesó que de no haberse dedicado a la música, hubiera intentado jugar futbol profesional.
“Mi experiencia en la banda ha sido excelente”, resumió sobre esta etapa que combina con sus estudios universitarios.
Más allá de los escenarios, Álvaro disfruta de lo simple: los pueblos que visita en sus viajes y los sabores caseros de unas enchiladas verdes o un bistec ranchero.
Ese equilibrio entre la sencillez de su vida cotidiana, la rigurosidad de la ingeniería y la pasión musical es lo que lo hace único dentro de la agrupación.
Isaías Vásquez Díaz
El coloso de la tuba
La tuba de Isaías retumba con fuerza y tradición; desde su Oaxaca natal hasta los escenarios de Sonora y México, su música refleja raíces, ritmo y pasión por la banda.
Desde niño, Isaías encontró en la música un puente entre su tierra y su futuro: en Oaxaca, su padre organizaba las tradicionales “muerteadas”, fiestas donde la banda de viento llenaba de sonido cada rincón y varias tubas marcaban el pulso de la celebración.
Fue allí donde nació su amor por la tuba, instrumento que desde entonces se convirtió en su voz más profunda; su llegada a la Banda 3 Ríos se dio gracias a la recomendación de un amigo y a su talento natural con el instrumento.
Isaías trajo la esencia de su tierra y un gusto por lo auténtico, desde los sabores de Oaxaca -tlayudas, memelas y mole- hasta la forma sencilla de convivir con la gente.
Sobre el escenario ha vivido momentos que lo han marcado profundamente, como aquel 15 de septiembre en Álamos, cuando la energía del público lo hizo sentir la magnitud de formar parte de la banda.
También recordó con humor episodios inesperados, como aquella vez que unos jóvenes les dieron un “susto” durante una gira, que terminó en risas y anécdotas.
La tuba de Isaías suena y refleja su personalidad: curiosa, comunicativa y llena de ideas, tal como lo describe su signo Géminis.
Si no fuera músico, aseguró que se habría dedicado a la agricultura o a la ingeniería civil, profesiones que al igual que la música implican construir, sembrar y dejar huella.
“Para mí, Banda 3 Ríos ha sido algo colosal, algo muy grande que me ha marcado para siempre”, confesó.
Cruz Alberto Anguiano Martínez
Le da “cuerdas” a la banda
Cruz Alberto es uno de los más recientes integrantes: con el respaldo de su familia y la inspiración de cantantes como Ariel Camacho, hoy comienza a escribir sus primeras historias en la música.
Requintista y uno de los nuevos integrantes de Banda 3 Ríos, Cruz Alberto encontró en la música el camino que soñaba seguir desde niño: inspirado por Ariel Camacho y Los Plebes del Rancho, decidió apostar por este proyecto al que llegó gracias a la recomendación de su hermano, quien también formó parte de la agrupación.
Aún está por vivir su primera experiencia en el escenario con la banda, pero aseguró que el estudio de grabación se ha convertido en su espacio de aprendizaje y convivencia; ahí ha disfrutado las charlas, las ideas compartidas y el trabajo en equipo con sus compañeros.
La canción que más siente suya es “Tus mentiras”, pues conecta con una experiencia personal que le marcó; Libra de signo, afirmó que se identifica plenamente con la búsqueda de equilibrio y armonía que representa, y con la capacidad de adaptarse a distintas situaciones.
En su vida personal, Cruz Alberto disfruta de la comida casera, especialmente de la pasta de su mamá y recuerda con cariño un viaje a Las Vegas, ciudad a la que sueña volver por las experiencias que vivió ahí.
“Emocionante, es la oportunidad que tanto he esperado y estoy muy emocionado por empezar a compartir el escenario con mis compañeros y con la gente”, expresó sobre lo que significa para él formar parte de Banda 3 Ríos.
Luis Ángel Clark Ochoa
De las ventas a la música
Como buen sonorense, Luis Ángel disfruta del sabor de la carne asada y de la música regional; el trombón, que aprendió a querer gracias a su familia, se ha convertido en su sello dentro de la banda.
Podría haber vivido una carrera exitosa en mercadotecnia, pues a Luis Ángel siempre le gustaron las ventas, pero la música lo atrapó desde niño cuando su abuelo, que también era músico, le enseñó a tocar y le transmitió el amor por los instrumentos y los escenarios.
Hoy sigue firme en lo que más le gusta: tocar el trombón con Banda 3 Ríos y compartir la música con su gente; uno de los momentos que más recuerda fue tocar en su pueblo, Tesopaco, Rosario: “Fue algo emocionante porque le presentamos nuestra música a mi gente, y encima fue con Banda 3 Ríos”, dijo.
Y aunque no siempre hay tiempo, cuando está en casa no puede faltar la carne asada ni la comida de mamá, cosas que para él tienen un sabor especial y lo hacen sentirse en su tierra.
Entre sus canciones favoritas dentro de la banda está un tema reciente del disco del 25 aniversario, “En vivo y en directo”.
Luis Ángel disfruta la música instrumental y este tema le hace sentir que aporta su estilo al grupo; admira a Banda El Recodo y todo lo que han logrado: para él, son un referente obligado en la música de banda.
Como buen libra, aseguró que su signo influye en su forma de ser: “Es un signo de justicia y odio los conflictos, trato de mantener el equilibrio en todo”.
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