La luz como símbolo de unión

Los grandes monumentos y edificios icónicos han encontrado en la luz rosa una manera de participar en la concientización sobre la salud mamaria: desde la Torre Eiffel en París hasta el Empire State en Nueva York, la arquitectura se transforma durante octubre para enviar un mensaje de apoyo y unidad.

En México, la iluminación del Ángel de la Independencia o de la Catedral Metropolitana se ha convertido en un ritual que sensibiliza a la ciudadanía sobre la importancia de la detección temprana; estos actos simbólicos son parte de estrategias de comunicación que buscan llegar a públicos amplios a través del poder visual.

La elección de espacios representativos no es casual: la arquitectura monumental conecta con la identidad cultural de cada país y al teñirse de rosa, transmite un mensaje que se vuelve personal y colectivo al mismo tiempo.

Al final, la luz se convierte en un recordatorio visible de que la prevención es un asunto de todos, y que incluso el paisaje urbano puede ser un canal para difundir conciencia y solidaridad.