Estos son los 10 síntomas que podrían parecer “normales”, pero te alertan sobre posible hígado graso
Desde fatiga hasta dolor abdominal: guía clara para identificar un posible problema hepático.

El hígado graso, o esteatosis hepática, es la acumulación de grasa en las células del hígado. Puede deberse a una dieta poco saludable, al sobrepeso, a la diabetes o incluso a factores genéticos.
Los expertos advierten que esta enfermedad se ha convertido en una epidemia silenciosa: la mayoría de las personas que la padecen no presentan síntomas hasta etapas avanzadas.
“Tanto la enfermedad del hígado graso como la enfermedad del hígado graso por alcohol son afecciones silenciosas que tienen pocos o ningún síntoma”, explican especialistas del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Hay una gran cantidad de personas que tienen enfermedades hepáticas y la mayoría de ellas no lo sabe”, afirma el hepatólogo Dr. Matt Cave.
Los 10 síntomas más comunes del hígado graso
Aunque muchas veces no se notan al inicio, estas señales pueden indicar que el hígado necesita atención médica:
1. Fatiga o cansancio constante
El metabolismo se ralentiza y el cuerpo siente un agotamiento inexplicable.

2. Dolor o presión en el costado derecho
Puede presentarse una molestia leve bajo las costillas, donde se ubica el hígado.
3. Pérdida de apetito o sensación de llenura rápida
Comer poco y sentirse lleno enseguida puede ser una señal de inflamación hepática.

4. Pérdida de peso sin causa aparente
En algunos casos, el cuerpo deja de procesar los nutrientes de forma eficiente.
5. Debilidad generalizada
Falta de energía o sensación de “no tener fuerzas”.
6. Náuseas o malestar digestivo
Comidas grasosas o pesadas pueden generar molestias o náuseas frecuentes.

7. Ictericia (piel u ojos amarillos)
Aparece cuando el hígado no puede procesar correctamente la bilirrubina.
8. Hinchazón abdominal o ascitis
En fases avanzadas puede acumularse líquido en el abdomen.
9. Picazón en la piel
Provocada por el exceso de sustancias que el hígado no logra eliminar.

10. Enzimas hepáticas elevadas
No se sienten, pero los análisis de sangre pueden revelar inflamación o daño hepático.
🤔 ¿Es normal no tener síntomas?
Sí. En la mayoría de los casos, el hígado graso no presenta síntomas visibles al principio.Los primeros signos suelen ser leves: fatiga, malestar abdominal o pérdida del apetito. Las señales más serias, como ictericia o ascitis, aparecen cuando la enfermedad progresa hacia esteatohepatitis o fibrosis.
⚠️ Factores de riesgo más comunes
Cualquier persona puede desarrollar hígado graso, pero hay factores que aumentan el riesgo:
- Sobrepeso u obesidad.
- Diabetes tipo 2 o resistencia a la insulina.
- Colesterol o triglicéridos altos.
- Hipertensión arterial o síndrome metabólico.
- Dieta rica en azúcares y alimentos ultraprocesados.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Uso prolongado de ciertos medicamentos.
- Predisposición genética o antecedentes familiares.
🧪 Cómo se diagnostica el hígado graso
El diagnóstico combina distintos métodos:
🔍 1. Historia clínica
El médico evalúa antecedentes, hábitos y posibles factores de riesgo.
💉 2. Análisis de sangre
Se miden las enzimas hepáticas (ALT, AST, GGT) y otros marcadores de función hepática.
🩻 3. Ecografía abdominal
Permite detectar la presencia de grasa en el hígado.
📊 4. Elastografía o resonancia magnética
Miden la rigidez del hígado y ayudan a identificar inflamación o fibrosis.
🔬 5. Biopsia hepática
Se utiliza en casos avanzados o cuando se necesita confirmar el grado de daño hepático.
👩⚕️ Qué hacer si sospechas que lo tienes
- Consulta con un médico o hepatólogo.
- Solicita un análisis de sangre y una ecografía.
- No ignores síntomas persistentes como fatiga o dolor abdominal.
- Adopta una alimentación saludable y realiza ejercicio regular.
- Controla tu peso, azúcar y colesterol con revisiones médicas periódicas.
❤️ Por qué no debes ignorarlo
El hígado graso puede revertirse si se detecta y trata a tiempo.Pero si progresa a esteatohepatitis (EHNA), puede causar fibrosis o cirrosis.Se estima que una de cada cuatro personas con hígado graso podría avanzar hacia daño hepático severo.
Además, esta condición está relacionada con un mayor riesgo cardiovascular y metabólico, por lo que afecta mucho más que al hígado.
🥦 Hábitos y medidas que ayudan a mejorar el hígado
- Bajar de peso: perder entre un 5 % y 10 % del peso corporal mejora la salud hepática.
- Comer mejor: priorizar frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y grasas saludables.
- Evitar azúcares añadidos y ultraprocesados.
- Hacer ejercicio: al menos 150 minutos semanales de actividad física.
- Limitar o eliminar el alcohol.
- Controlar enfermedades como diabetes e hipertensión.
- Realizar controles médicos regulares.
❓ Preguntas frecuentes
¿El hígado graso se cura?
Sí. En etapas iniciales puede revertirse con cambios en la alimentación y pérdida de peso.
¿Todos los pacientes desarrollan cirrosis?
No, solo un porcentaje pequeño progresa si no se controla.
¿Puedo tener hígado graso si soy delgado?
Sí. Existe el “hígado graso en personas no obesas”, vinculado a genética o mala dieta.
¿Cómo saber si lo tengo sin síntomas?
Con análisis de sangre o una ecografía abdominal.
¿Es peligroso?
Puede serlo si progresa sin control médico, pero es reversible con detección temprana.
El hígado graso es una enfermedad silenciosa pero reversible. Detectarlo a tiempo, cambiar los hábitos y seguir controles médicos puede marcar la diferencia entre un hígado enfermo y uno completamente sano.Tu cuerpo habla, aunque sea en voz baja: escúchalo.
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