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Dormir abrazado a la almohada: qué revela sobre tu personalidad, según la psicología

Especialistas analizan cómo los hábitos al dormir, como abrazar un objeto, pueden reflejar aspectos de la personalidad y el estado anímico, al tiempo que ofrecen claves para mejorar la calidad del sueño.

Dormir abrazado a la almohada: qué revela sobre tu personalidad, según la psicología

En la búsqueda constante de un descanso óptimo que permita enfrentar las demandas del día a día, muchas personas subestiman la importancia de los rituales y posturas que adoptan al dormir. Lejos de ser gestos insignificantes, acciones como elegir una posición específica o abrazar la almohada pueden ser ventanas hacia nuestro mundo interior, revelando aspectos de nuestra personalidad y necesidades emocionales, según lo retomado en el portal Terra México.

Comprender estos significados, junto con la adopción de hábitos de higiene del sueño, se convierte en un pilar fundamental para el bienestar integral.

La almohada como objeto de consuelo: Un reflejo de la vida emocional

Un descanso nocturno de calidad es un proceso esencial para la recuperación tanto física como mental. En este contexto, las costumbres que se tienen al momento de dormir, incluyendo las posturas, pueden actuar como espejos de nuestro carácter y situación sentimental. Un gesto común, pero poco analizado, es el de abrazar una almohada o un peluche durante la noche.

De acuerdo con análisis en el ámbito de la psicología, esta acción suele estar vinculada a individuos con un perfil leal, confiable y con una marcada profundidad emocional. Quienes la practican, a menudo valoran de manera significativa la conexión afectiva y la sensación de seguridad en sus relaciones interpersonales. Este hábito puede simbolizar, de manera inconsciente, la búsqueda de compañía y confort.

Dormir abrazado a la almohada qué revela sobre tu personalidad, según la psicología | Foto: Especial (canva)

Más allá de la personalidad: Vínculos afectivos y búsqueda de equilibrio

En varios casos, el acto de rodear con los brazos un cojín no solo habla de una personalidad afectuosa, sino que también puede ser el reflejo de un sólido apego familiar o a la pareja. En periodos de elevada tensión o sensación de soledad, este objeto se transforma en un sustituto táctil que proporciona consuelo y una noción de protección.

No obstante, los expertos señalan que cuando esta necesidad de cercanía física se intensifica en exceso, podría interpretarse como un indicio de dependencia emocional. La clave reside en encontrar un balance sano entre el anhelo de afecto y el respeto por los espacios individuales, tanto propios como ajenos, para fomentar relaciones maduras e interdependientes.

¿Existe una postura ideal para dormir?

Frecuentemente surge la pregunta sobre cuál es la posición óptima para conciliar el sueño. Algunos estudios han explorado que descansar de lado podría tener ventajas para la salud cognitiva, al facilitar la eliminación de desechos del cerebro. Sin embargo, dentro de la comunidad científica no existe un consenso definitivo que establezca una postura universalmente superior para los seres humanos.

Más allá de intentar seguir recomendaciones rígidas, el criterio más valioso es el despertar sintiéndose renovado y sin dolencias físicas. La prioridad debe ser escuchar al cuerpo y adaptar el entorno de descanso a las necesidades personales para lograr un reposo verdaderamente reparador.

Estrategias para conciliar el sueño y mejorar su calidad

Lograr un sueño profundo y continuo a veces puede ser un desafío. Para facilitar este proceso, los especialistas recomiaban incorporar una serie de prácticas que preparan la mente y el cuerpo para el descanso.

La importancia de la rutina y la relajación

Establecer un horario constante para acostarse y levantarse, incluso durante los fines de semana, ayuda a regular el reloj biológico interno. Complementariamente, dedicar al menos 30 minutos a actividades relajantes antes de dormir es sumamente beneficioso.

Entre estas actividades se encuentran la lectura de un libro, escuchar música tranquila, darse un baño con agua tibia o practicar técnicas de respiración profunda, como el método 4-7-8 (inhalar en 4 segundos, mantener el aire por 7 y exhalar en 8).

Ajustes en el estilo de vida para un descanso eficaz

La alimentación y la actividad física juegan un rol crucial. Se sugiere evitar el consumo de cafeína y alcohol durante la noche, ya que estas sustancias alteran la arquitectura del sueño e impiden alcanzar sus fases más profundas. Asimismo, es aconsejable no ingerir comidas pesadas al menos dos horas antes de acostarse, para que el proceso de digestión no interfiera con el reposo.

Mantenerse físicamente activo durante el día contribuye a una mayor facilidad para conciliar el sueño por la noche. Por otro lado, es fundamental limitar el uso de dispositivos electrónicos como smartphones y tablets en la hora previa al descanso, ya que la luz azul que emiten suprime la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo del sueño.

Para quienes tienen dificultades para desconectarse, visualizar mentalmente escenas serenas, como el balanceo de una hamaca en una noche estrellada, puede ser una herramienta efectiva para calmar la mente.

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El elemento olvidado: La almohada adecuada

Un aspecto fundamental, aunque a menudo pasado por alto, en la búsqueda del confort nocturno es la elección de la almohada. Este elemento no es un mero accesorio, sino un componente clave para mantener una correcta alineación de la columna vertebral. Una almohada inadecuada, ya sea por su altura, firmeza o material, puede generar tensiones en el cuello y la espalda, provocando malestares al despertar.

La elección ideal depende de la postura preferida al dormir: quienes duermen de lado suelen necesitar una almohada más alta y firme para llenar el espacio entre la cabeza y el colchón; los que descansan boca arriba se benefician de una altura media; y quienes duermen boca abajo requieren una almohada muy baja o incluso prescindir de ella para evitar torceduras cervicales.

Invertir en una almohada que se adapte a las necesidades individuales es una decisión que impacta directamente en la calidad del descanso y, por ende, en el bienestar general.

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