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Sin limón ni aceite: Cómo evitar que el aguacate se oxide

Un experimento científico comparó métodos populares para evitar la oxidación del aguacate.

Sin limón ni aceite: Cómo evitar que el aguacate se oxide

El aguacate, un ingrediente fundamental en la cocina mexicana, presenta un desafío común una vez que es cortado o molido: su rápida decoloración hacia tonos marrones. Este fenómeno, aunque inofensivo para el consumo, afecta la apariencia fresca del alimento.

Frente a esto, existen consejos transmitidos por generaciones que prometen una solución. Para determinar la veracidad de estos métodos, la experimentación científica ofrece respuestas concretas, retomadas por Directo al paladar.

La ciencia detrás del color marrón

La transformación del vibrante verde del aguacate a un tono apagado es un proceso bioquímico conocido como oxidación enzimática. Este mecanismo se activa cuando las células de la fruta se rompen al ser cortadas, machacadas o licuadas. La responsable es una enzima denominada polifenol oxidasa, la cual, al entrar en contacto con el oxígeno presente en el aire, inicia una reacción en cadena.

El resultado final es la producción de melanina, los mismos pigmentos que dan color a nuestra piel, los cuales se manifiestan en el aguacate como esas antiestéticas manchas cafés. Comprender esta causa es el primer paso para identificar una solución efectiva.

Sin limón ni aceite Cómo evitar que el aguacate se oxide | Foto: Especial (canva)

Un experimento para despejar dudas

Con el objetivo de evaluar de manera empírica los métodos tradicionales, Heinz Wuth, investigador culinario y divulgador científico detrás de la plataforma ‘Ciencia y Cocina’, diseñó y ejecutó una prueba controlada. El procedimiento consistió en machacar aguacate y distribuirlo en varios recipientes.

Sobre cada muestra, se aplicó un tratamiento diferente: leche, jugo de limón, aceite y papel absorbente humedecido. Una porción se dejó expuesta al aire libre, sin ninguna protección, para funcionar como testigo de la oxidación natural.

Para simular condiciones reales de uso, todos los contenedores fueron refrigerados durante ocho horas. Posteriormente, se retiraron y se mantuvieron a temperatura ambiente durante una hora adicional, ya que el frío ralentiza, pero no detiene, el proceso de oxidación. Esta fase final permitió observar el comportamiento de las muestras en un entorno más común.

Resultados: La efectividad de cada método

La evaluación visual de las muestras tras el período de prueba arrojó resultados claros y diferenciados:

  • Jugo de limón y papel absorbente humedecido: Ambos métodos demostraron una alta efectividad, previniendo casi por completo la aparición de la oxidación. El papel húmedo actuó como una barrera física, impidiendo que el oxígeno alcanzara la superficie del aguacate. Por su parte, el ácido cítrico presente en el limón desnaturalizó la enzima polifenol oxidasa, volviéndola inactiva y, por lo tanto, deteniendo la reacción química en su origen.
  • Leche: Este tratamiento mostró un desempeño moderado. La oxidación fue visible solo en la superficie superior, mientras que las capas inferiores del aguacate mantuvieron su color fresco. Se teoriza que la leche crea una capa parcial que retarda, pero no elimina por completo, el contacto con el aire.
  • Aceite: La efectividad del aceite fue menor en comparación con la leche, presentando un mayor grado de decoloración. Al igual que la leche, probablemente forma una película irregular que no consigue aislar de manera uniforme la totalidad de la superficie.
  • Muestra a la intemperie: Como era de esperarse, la porción sin ninguna protección fue la que exhibió el mayor grado de oxidación, confirmando la rapidez del proceso una vez la pulpa queda expuesta.

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Recomendación y aplicación práctica

Tras analizar los resultados, la recomendación del experto Heinz Wuth se inclina por el uso del papel absorbente humedecido como la opción más idónea para conservar el aguacate machacado o en guacamole. La principal ventaja de esta técnica sobre el jugo de limón es que no altera el sabor natural del alimento.

Para aplicarla correctamente, se debe colocar el aguacate preparado en un recipiente, alisando bien la superficie. Acto seguido, se pone encima una capa de papel absorbente o una toalla de papel, asegurándose de que esté lo suficientemente húmeda como para adherirse a toda la pulpa, creando un sello hermético contra el oxígeno.

Finalmente, se tapa el recipiente con su tapa o con film plástico antes de refrigerarlo.

El Aguacate: más allá de su oxidación

Originario de Mesoamérica, el aguacate (Persea americana) se ha consolidado como un alimento de gran importancia nutricional a nivel global. Es reconocido por su alto contenido de grasas monoinsaturadas, particularmente ácido oleico, las cuales son beneficiosas para la salud cardiovascular al ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (comúnmente conocido como “colesterol malo”) y aumentar el HDL (“colesterol bueno”).

Asimismo, es una excelente fuente de fibra, potasio (un mineral esencial para el control de la presión arterial), y vitaminas como la K, C, E y varias del complejo B.

Sin embargo, su consumo debe ser moderado y consciente. Dada su alta densidad calórica, derivada precisamente de su contenido graso, una ingesta excesiva puede contribuir a un desbalance en el consumo energético total.

Desde una perspectiva ambiental y social, el cultivo intensivo de aguacate, especialmente en regiones como Michoacán, ha generado preocupaciones relacionadas con la deforestación, el uso elevado de recursos hídricos y la dinámica socioeconómica en las comunidades productoras.

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