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El truco de los hoteles de lujo para que las toallas siempre huelan a limpio

El secreto detrás de la frescura de los textiles en la hotelería de cinco estrellas.

El truco de los hoteles de lujo para que las toallas siempre huelan a limpio

Pocas cosas resultan tan agradables como salir de la regadera y envolverse en una toalla que huele a limpio, fresco y recién lavada. Esa sensación, que parece exclusiva de los hoteles de lujo, en realidad no es casualidad.

Los grandes complejos de hospitalidad saben que la experiencia del huésped no solo se mide en la calidad del servicio o la comodidad de la cama, sino en los pequeños detalles, la suavidad de las sábanas, la temperatura de la habitación y, claro, el aroma impecable de sus textiles.

Lo interesante es que no se trata de un secreto inalcanzable ni de productos imposibles de conseguir. Los hoteles han perfeccionado técnicas simples que permiten mantener sus toallas siempre frescas, evitando ese olor a humedad que a veces se impregna en casa. Con unos cuantos ajustes en la rutina de lavado, cualquiera puede lograr el mismo efecto.

¿Cómo lo logran los hoteles?

La primera clave está en la forma en que se lavan las toallas. Aunque muchos pensamos que más detergente garantiza mayor limpieza, la realidad es que sucede lo contrario: el exceso de jabón se acumula en las fibras, atrapando humedad y bacterias. Los hoteles aplican lavados controlados y combinan vinagre blanco en el ciclo de enjuague para descomponer esos residuos.

Otro aliado es el bicarbonato de sodio, que neutraliza olores y ayuda a suavizar la tela de manera natural. Esta mezcla, además de ser económica, evita el uso excesivo de suavizantes industriales que con el tiempo dañan las fibras y reducen la absorción.

El secado también es fundamental. En los hoteles de lujo, las toallas nunca se guardan con un mínimo de humedad. Se utilizan secadoras industriales con ciclos largos de aire caliente o se dejan en espacios ventilados que impiden la proliferación de bacterias. En casa, se puede replicar colgando las toallas al sol antes de guardarlas, ya que la radiación solar es un desinfectante natural.

Finalmente, para el toque distintivo, muchos hoteles emplean aceites esenciales. Unas gotas de lavanda, eucalipto o cítricos, diluidas en agua y añadidas al último enjuague, bastan para impregnar las toallas con un aroma fresco y relajante que dura días.

Consejos para replicarlo en casa

Si quieres que tu baño tenga ese mismo aire de spa que transmiten los hoteles de lujo, bastan algunos cambios sencillos:

  • Lava las toallas con la mitad de detergente de lo habitual y agrega una taza de vinagre blanco en el enjuague.
  • Una vez al mes, realiza un lavado con bicarbonato de sodio para eliminar malos olores acumulados.
  • Evita usar suavizantes en exceso; estos recubren las fibras y las hacen menos absorbentes.
  • Asegúrate de que las toallas estén completamente secas antes de doblarlas y guardarlas.
  • Añade unas gotas de aceite esencial en el ciclo final o incluso en una bolsita de tela dentro del armario.

El “secreto” de los hoteles no está en costosos productos de lavandería, sino en disciplina y técnicas muy simples que cualquiera puede aplicar en casa.

Con vinagre, bicarbonato y un buen secado, es posible mantener las toallas con ese aroma fresco y duradero que tanto se disfruta en una estancia de lujo. Al final, se trata de pequeños detalles que convierten la rutina de baño en una experiencia mucho más placentera.

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