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Así debes guardar tu aceite de oliva en casa para mantener sus propiedades saludables

Conservar correctamente el aceite de oliva es clave para aprovechar sus beneficios.

El aceite de oliva es uno de los ingredientes más apreciados en la cocina y también uno de los más beneficiosos para la salud. Su sabor único realza cualquier plato, desde ensaladas hasta guisos, y su consumo está vinculado a mejoras en el sistema cardiovascular, el cerebro y la digestión.

Sin embargo, muchos consumidores pasan por alto un aspecto crucial: la conservación del aceite de oliva. Aunque elegir un producto de buena calidad es esencial, almacenarlo incorrectamente puede hacer que pierda gran parte de sus propiedades nutricionales y organolépticas.

El aceite de oliva extra virgen, en particular, es rico en antioxidantes y compuestos bioactivos que ayudan a proteger el organismo. Estos elementos son muy sensibles al entorno, por lo que la manera de guardarlo influye directamente en su efectividad y frescura.

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Por qué la conservación es tan importante

Dejar el aceite de oliva en contacto con luz, calor o aire puede acelerar su oxidación. Esto provoca:

  • Pérdida de antioxidantes y compuestos saludables.
  • Alteraciones en el sabor y aroma del aceite.
  • Reducción de su valor nutricional y de sus beneficios para la salud.

En otras palabras, tener un aceite de oliva de alta calidad no garantiza sus beneficios si no se almacena de forma adecuada. Por ello, aprender a conservarlo es tan importante como seleccionarlo correctamente.

Consejos prácticos para guardar el aceite de oliva

Para mantener el aceite de oliva saludable y fresco por más tiempo, sigue estas recomendaciones:

  • Usa envases de vidrio oscuro: Las botellas de color verde o ámbar son ideales, ya que filtran la luz solar que puede degradar los antioxidantes.
  • Evita el plástico: Aunque práctico, el plástico puede alterar los compuestos del aceite y no protege tan bien frente a la luz o el oxígeno.
  • Almacena en lugares frescos y secos: Evita colocar el aceite cerca de la estufa, hornos o ventanas. La temperatura ideal es constante y moderada.
  • Mantén el envase bien cerrado: Esto reduce el contacto con el oxígeno, que también acelera la oxidación.
  • Compra cantidades adecuadas: Evita almacenar grandes cantidades durante mucho tiempo; el aceite fresco conserva mejor sus propiedades.

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Señales de que tu aceite puede haberse deteriorado

Es importante reconocer cuándo el aceite de oliva ha perdido calidad:

  • Olor rancio o metálico.
  • Sabor amargo o desagradable.
  • Textura aceitosa o pegajosa que no se corresponde con su aspecto habitual.

Si notas alguno de estos signos, es mejor reemplazar el aceite, ya que su consumo ya no aportará los beneficios deseados.

El aceite de oliva es un verdadero aliado para la salud y un ingrediente esencial en la cocina, pero su calidad depende tanto de su elección como de su conservación. Usar envases adecuados, protegerlo de la luz y el calor, y mantenerlo bien cerrado son medidas simples que prolongan su frescura y aseguran que podamos disfrutar de todos sus beneficios.

Recuerda: un aceite de oliva bien conservado no solo potencia tus recetas, sino que también cuida tu bienestar. Siguiendo estos pasos, podrás aprovechar al máximo este valioso ingrediente día tras día.

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