¿Por qué no debes cortar la fruta de forma horizontal?
Aunque no es una regla absoluta para todas las frutas, existe una razón microbiológica de peso para evitar el método de cortar ciertas frutas en horizontal.

Un gesto tan común como cortar una fruta para compartirla puede esconder un riesgo inesperado para la salud. Aunque no es una regla absoluta para todas las frutas, existe una razón microbiológica de peso para evitar el método de cortar ciertas frutas en horizontal (a lo ancho), especialmente aquellas que crecen cerca del suelo o tienen una piel no comestible. La práctica recomendada es cortarlas en vertical (a lo largo).
El riesgo principal: Contaminación cruzada
La superficie exterior de una fruta, especialmente de aquellas como el melón, la sandía, la piña o el mango, puede albergar patógenos peligrosos como Salmonella, Listeria monocytogenes y E. coli.
Estos microorganismos llegan a la fruta a través de:
· La tierra o el agua de riego contaminada con heces de animales.
· La manipulación durante la cosecha, el transporte y el almacenamiento.
· El contacto con superficies de cocina sucias.
Cuando lavamos la fruta, reducimos significativamente esta carga bacteriana, pero es casi imposible eliminarla por completo, especialmente en frutas con una cáscara rugosa o reticulada (como un melón).
¿Por qué el corte horizontal es el problema?
1. Transporte de bacterias al interior comestible: Al cortar la fruta de lado a lado, el cuchillo atraviesa la piel contaminada en la parte superior e inferior y arrastra todas las bacterias de la superficie a lo largo de todo el camino de corte, contaminando directamente la pulpa estéril y jugosa que vamos a consumir.
2. Creación de una superficie de cultivo expuesta: Este método crea una sección transversal grande y expuesta que es perfecta para que las bacterias proliferen, especialmente si la fruta no se consume inmediatamente y se deja a temperatura ambiente.
3. Dificultad para lavar correctamente: Es mucho más fácil y efectivo lavar y frotar la superficie exterior de una fruta entera que intentar lavar una pieza ya cortada sin que se deshaga.
En cambio, cortar en vertical (de polo a polo) minimiza este riesgo. El cuchillo solo toca la piel contaminada en los extremos y luego corta el interior limpio con una parte de la hoja que no ha estado en contacto con la piel. La contaminación se limita principalmente a los bordes de los gajos o trozos, que suelen ser la parte que se sujeta con la mano y no se come directamente.
Recomendaciones prácticas:
Cortar la fruta en horizontal no es “prohibido”, pero es una práctica de alto riesgo innecesario. Para proteger tu salud y la de tu familia, sigue estos pasos:
1. Lava y frota siempre la fruta entera bajo el grifo, incluso si tiene una cáscara que no vas a comer. Puedes usar un cepillo limpio para frutas con piel dura.
2. Seca con papel de cocina para eliminar aún más bacterias.
3. Prefiere el corte en vertical (de arriba abajo) para minimizar el arrastre de bacterias de la piel al interior.
4. Lava los cuchillos y las tablas de cortar con agua caliente y jabón después de usarlos, especialmente después de manipular la piel de las frutas.
5. Refrigera inmediatamente la fruta que no se vaya a consumir al momento. Las bacterias se multiplican rápidamente a temperatura ambiente.
Al adoptar estos sencillos hábitos, puedes disfrutar de todas las frutas de forma deliciosa y, lo más importante, segura.
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