¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando tomas agua de Jícama?
El “agua de jícama” (una infusión hecha al remojar trozos de esta raíz en agua) ha ganado popularidad como una bebida refrescante y saludable.

La jícama (Pachyrhizus erosus) es una raíz originaria de México y América Central, conocida por su textura crujiente y sabor ligeramente dulce. En los últimos años, el “agua de jícama” (una infusión hecha al remojar trozos de esta raíz en agua) ha ganado popularidad como una bebida refrescante y saludable. Pero, ¿qué efectos reales tiene en nuestro organismo? Aquí te lo explicamos detalladamente.
1. Hidratación potenciada con nutrientes
Lo que pasa: El efecto más inmediato es una hidratación eficaz. El agua es esencial para virtually every bodily function, desde regular la temperatura hasta transportar nutrientes.
Explicación: El agua de jícama no solo aporta H₂O, sino que también enriquece el líquido con electrolitos naturales como el potasio. Esto ayuda a reponer los minerales perdidos a través del sudor, haciendo de esta bebida una alternativa natural a las bebidas deportivas comerciales (pero con menos azúcares añadidos).
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) destaca el alto contenido de agua de la jícama (aproximadamente 90%) y su perfil de electrolitos.

2. Un impacto positivo en la salud digestiva
Lo que pasa: Notarás una mejora en tu digestión y regularidad intestinal.
Explicación: La jícama es una fuente excelente de fibra dietética, específicamente de un tipo llamado inulina (un prebiótico). Cuando preparas agua de jícama, aunque no consumes toda la fibra, una parte de estos compuestos se liberan en el agua. La inulina actúa como alimento para las bacterias benéficas (probióticas) de tu intestino. Un microbioma intestinal saludable está vinculado a una mejor digestión, un sistema inmune más fuerte e incluso una mejor salud mental.
Una revisión publicada en la revista Nutrients enfatiza el rol de los prebióticos como la inulina en la promoción de bacterias intestinales beneficiosas como las Bifidobacterias y Lactobacilos.
3. Refuerzo del sistema inmunológico
Lo que pasa: Tu cuerpo recibe un apoyo adicional para combatir enfermedades.
Explicación: La jícama es una de las fuentes más ricas de vitamina C. Una porción puede contener hasta el 40% de la ingesta diaria recomendada. La vitamina C es un antioxidante crucial que estimula la producción de glóbulos blancos (leucocitos), las células defensivas del cuerpo. Beber agua de jícama regularmente puede contribuir a mantener un sistema inmune robusto.
Los National Institutes of Health (NIH) de EE. UU. reconocen la vitamina C como un nutriente esencial para la función immune y la protección contra el daño oxidativo.
4. Regulación de los niveles de azúcar en sangre
Lo que pasa: Puede ayudar a prevenir picos bruscos de glucosa en la sangre.
Explicación: La fibra de la jícama, particularmente la inulina, ralentiza la digestión y la absorción de azúcares en el torrente sanguíneo. Esto resulta en una liberación de energía más estable y gradual, lo que es beneficioso para la sensibilidad a la insulina y para la gestión de la diabetes tipo 2. El agua de jícama, especialmente si no se le añade azúcar, es una bebida de muy bajo índice glucémico.
Un estudio en la revista Clinical Nutrition investigó los efectos de la inulina en pacientes con diabetes tipo 2, encontrando mejoras en el control glucémico y el perfil lipídico.
5. Apoyo en la pérdida de peso y sensación de saciedad
Lo que pasa: Te sentirás satisfecho por más tiempo, lo que puede reducir la ingesta calórica total.
Explicación: El agua de jícama es muy baja en calorías. La fibra soluble que se libera en el agua forma una especie de gel en el estómago, ralentizando el vaciado gástrico y promoviendo una sensación de plenitud. Esto puede ayudar a evitar los antojos y los snacks entre comidas, siendo un gran aliado en cualquier plan de control de peso.
Investigaciones, como las compiladas por la Academy of Nutrition and Dietetics, confirman que las dietas altas en fibra están asociadas con un menor peso corporal.
6. Efecto antioxidante y antiinflamatorio
Lo que pasa: Combate el estrés oxidativo y la inflamación crónica en el cuerpo.
Explicación: Además de la vitamina C, la jícama contiene otros compuestos antioxidantes como los carotenoides y los flavonoides. Estos compuestos neutralizan los radicales libres, moléculas inestables que dañan las células y contribuyen al envejecimiento y a enfermedades crónicas como las cardíacas y el cáncer. Beber agua de jícama introduce estos antioxidantes de forma fácil y líquida.
El Journal of Agricultural and Food Chemistry ha publicado estudios sobre la actividad antioxidante de varias raíces y tubérculos, incluyendo la jícama.
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Consideraciones importantes y advertencias
- Siempre pelada: NUNCA consumas la cáscara, las semillas, las hojas o los tallos de la planta de jícama. Contienen rotenona, un compuesto natural que es tóxico para los humanos y puede insecticida. Solo la raíz (el bulbo) es comestible.
- Moderación con el azúcar: El beneficio se diluye si al agua le añades grandes cantidades de azúcar o jarabes. Para aprovechar al máximo sus propiedades, prepárala de forma natural. Puedes realzar el sabor con un toque de limón, jengibre o unas hojas de menta.
- No es una cura milagrosa: El agua de jícama es una bebida complementaria muy saludable, pero no sustituye una dieta balanceada, el consumo de agua simple ni los tratamientos médicos.
Incorporar agua de jícama a tu rutina es una forma deliciosa y nutritiva de mantenerse hidratado. Tu cuerpo se beneficia con una dosis de vitamina C, prebióticos para la salud intestinal, antioxidantes y una ayuda para regular el azúcar en sangre. Es un claro ejemplo de cómo las bebidas tradicionales, simples y naturales, pueden ser poderosos elixires para el bienestar general.
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