El truco del plato arcoíris: comer por colores para balancear tu nutrición

La idea de que “comer de todo un poco” es clave para la salud puede sonar muy general, pero existe una estrategia que lo simplifica: el plato arcoíris. Se trata de llenar tu plato con alimentos de distintos colores, ya que cada tono está asociado a nutrientes específicos y beneficios para el cuerpo.

Más que una moda, este hábito es una herramienta práctica que puede ayudarte a mejorar tu digestión, fortalecer el sistema inmune y prevenir deficiencias nutricionales.

¿Qué aporta cada color en tu plato?

La recomendación es que en cada comida incluyas la mayor variedad de colores posible. Aquí una guía rápida:

Lo Curioso

La fibra dietética, una aliada olvidada para la salud a largo plazo

• Rojo (jitomate, fresas, sandía, pimientos): ricos en licopeno, un antioxidante que protege el corazón y la piel.
• Naranja/Amarillo (zanahoria, calabaza, mango, plátano): contienen betacarotenos y vitamina C, aliados para la vista y el sistema inmune.
• Verde (espinaca, brócoli, aguacate, nopal): aportan fibra, hierro y ácido fólico, esenciales para la sangre y la digestión.
• Morado/Azul (arándanos, uvas, betabel, col morada): su pigmento, las antocianinas, ayudan a la memoria y combaten el envejecimiento celular.
• Blanco/Beige (ajo, cebolla, champiñones, coliflor): contienen compuestos azufrados que fortalecen defensas y reducen la inflamación.

Cómo aplicarlo en tu vida diaria

No se trata de complicarse ni de preparar platos sofisticados. El truco está en visualizar el arcoíris en tu plato:

• Un desayuno con yogur natural, fresas, plátano y granola.
• Una comida con ensalada verde, jitomate, zanahoria y aguacate.
• Una cena ligera con sopa de verduras que incluya calabaza, brócoli y champiñones.

De esta manera, sin hacer cuentas de calorías ni depender de suplementos, aseguras un equilibrio nutricional natural.

El plato arcoíris es una invitación a redescubrir los colores de los alimentos y aprovecharlos a tu favor: más energía, mejor salud y una relación más variada y divertida con la comida.