La nueva frontera de la logística
Clave para la eficiencia, el ahorro y la fidelización, la logística de última milla es un eslabón estratégico para las empresas e industrias que buscan entregar más rápido, con menores costos y con un mayor control.

En el contexto empresarial y social actual, la inmediatez se ha vuelto la norma, por ello, la logística de última milla ha dejado de ser un eslabón en la cadena de suministro, para convertirse en el punto crítico de contacto entre empresas y sus clientes.
Dicho tramo final, que lleva el producto desde un centro de distribución hasta su destino final, es un reto difícil, pero también una gran oportunidad para mejorar eficiencia operativa y fidelizar consumidores, coincidieron Toyota Material Handling y la firma especializada AR Racking.
Según Toyota, gestionar adecuadamente esta etapa puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de una operación logística.
Estudios recientes han demostrado que hasta el 80 % de los clientes no vuelve a comprar en una tienda si su entrega falla, lo que subraya la importancia de cumplir con tiempos y condiciones acordadas.
Pese a ello, la última milla se enfrenta a factores externos difíciles de controlar, como el tráfico urbano, restricciones de movilidad, escasez de zonas de carga y descarga, así como la falta de coincidencia entre horarios de entrega y la disponibilidad del cliente.
AR Racking coincidió en que este tramo final es también el más costoso de toda la cadena logística, ya que requiere vehículos especializados, planificación de rutas en entornos urbanos densos y un nivel alto de personalización en el servicio.
También, el auge del comercio electrónico ha elevado las expectativas del consumidor con entregas rápidas, flexibles y rastreables, lo que presiona a las empresas a invertir en tecnología, automatización y soluciones urbanas.
Afrontan el reto
Entre las respuestas que han surgido para afrontar esta transformación destacan la automatización con robots de reparto y vehículos autónomos y la inteligencia artificial para predecir demanda y optimizar rutas, así como la implementación de “hubs” urbanos o microcentros logísticos dentro de las ciudades.
Dichos espacios permiten consolidar entregas y reducir tiempos, además de adaptarse mejor a zonas con acceso restringido a vehículos de carga tradicionales.
Tanto Toyota como AR Racking señalaron que un sistema de gestión de almacenes (SGA, por sus siglas en inglés) bien conectado al sistema de transporte (TMS) es clave para ganar tiempo y control.
Además, impulsar indicadores como el nivel de servicio, la reducción de quejas de clientes, el ahorro en combustible y la disminución de entregas fallidas es cada vez más parte del lenguaje de las industrias que apuestan por una logística moderna.
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