¿Es peligroso bañarse con agua fría durante una ola de calor? Esto dicen los expertos
Aunque parezca una forma eficaz de refrescarse, las duchas frías podrían interferir con los mecanismos naturales de enfriamiento del cuerpo y generar efectos contraproducentes.

Con la llegada del verano, las altas temperaturas motivan a muchas personas a buscar métodos para refrescarse, como consumir bebidas frías o tomar duchas con agua helada. No obstante, expertos advierten que estas prácticas, en especial el baño con agua fría, podrían no ser tan beneficiosas como se piensa.
El mecanismo natural del cuerpo
De acuerdo con un estudio compartido por el medio Infobae, el profesor Adam Taylor, especialista en anatomía de la Universidad de Lancaster (Reino Unido), asegura que bañarse con agua fría durante una ola de calor puede alterar los mecanismos naturales de regulación térmica del cuerpo humano. En una publicación para The Conversation, citada por Infobae, el académico señala que esta práctica “parece un alivio, pero en realidad puede que no ayude al cuerpo a enfriarse en absoluto”.

Taylor explica que la temperatura corporal óptima ronda los 37°C. Cuando esta se eleva, el cerebro envía señales para dilatar los vasos sanguíneos cercanos a la piel y facilitar así la disipación del calor mediante radiación térmica, sudoración y otros procesos. Sin embargo, al exponerse súbitamente al agua fría, estos vasos se contraen, lo que reduce el flujo sanguíneo hacia la superficie cutánea e impide la liberación de calor.
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Riesgos del agua fría
El experto advierte que esta reacción puede provocar que el calor se mantenga en los órganos internos en lugar de liberarse, lo que contradice el objetivo de enfriar el cuerpo. Además, menciona que el contacto con agua a temperaturas cercanas a los 15°C puede generar un fenómeno conocido como “choque frío”, caracterizado por una contracción brusca de los vasos sanguíneos, aumento de la presión arterial y, en casos extremos, arritmias o complicaciones cardiovasculares.
Si bien estas reacciones graves son poco frecuentes, Taylor señala que representan un riesgo particular para personas con enfermedades cardíacas preexistentes, como afecciones coronarias. Por lo tanto, recomienda precaución al recurrir a duchas frías como método para mitigar el calor.
En conclusión, aunque una ducha fría pueda parecer una solución rápida durante una jornada calurosa, los especialistas sugieren considerar otras estrategias menos invasivas para regular la temperatura corporal.
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