¿Qué hacer si tu pareja no quiere ir a terapia de pareja?
Consejos prácticos si tú quieres mejorar la relación, pero la otra persona se niega.

No todas las personas están listas o dispuestas a ir a terapia de pareja, incluso cuando hay conflictos que no se resuelven solos.
Si tú ya diste el paso de buscar ayuda profesional, pero tu pareja no quiere asistir, eso no significa que todo esté perdido.
Aquí te explicamos qué hacer si tu pareja no quiere ir a terapia, sin caer en confrontaciones, chantajes o frustraciones.
¿Qué hago?
1. Entiende por qué no quiere ir
No todas las negativas son iguales. Algunas personas tienen miedo al juicio, desconfianza hacia los terapeutas o creen que “no es para tanto”. Otras piensan que asistir a terapia de pareja es admitir que la relación está mal.
Antes de insistir, pregúntale con calma:
“¿Qué es lo que no te convence de ir a terapia?”
Saber la razón te ayudará a replantearlo con empatía.
2. Evita forzar, pero sí puedes invitar
Presionar para asistir puede hacer que tu pareja se cierre más. En vez de eso, plantea el objetivo emocional:
“Me gustaría que estemos mejor. No es para echar culpas, es para entendernos mejor”.
Una buena estrategia es proponer una primera sesión de prueba, sin compromisos ni expectativas fijas.
3. Considera ir tú primero
La terapia de pareja también puede comenzar con una sola persona. Muchos psicólogos explican que cuando uno empieza a trabajar en sí mismo, la dinámica de la relación mejora.
Además, acudir tú solo puede ayudarte a:
• Mejorar tu comunicación.
• Poner límites sanos.
• Reconocer patrones emocionales y afectivos.
Esto, con el tiempo, puede motivar a tu pareja a sumarse.
4. Cambia el enfoque: de problema a proyecto
En lugar de decir “tenemos un problema”, intenta comunicarlo así:
“Quiero que esto funcione a largo plazo, y creo que una guía externa nos puede ayudar”.
Plantearlo como un proyecto de relación en lugar de una crisis urgente evita el tono acusatorio y transforma la conversación en algo más constructivo.
5. Y si nunca quiere… ¿entonces qué?
Si después de un tiempo tu pareja sigue negándose a trabajar en la relación, tú puedes tomar una decisión más clara. No se trata de forzar ni de amenazar, sino de evaluar si realmente están en la misma sintonía emocional.
Querer resolver los conflictos es parte del compromiso afectivo. Pero si solo uno quiere construir y el otro no coopera en nada, es válido que te preguntes si esa relación es sostenible a largo plazo.
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